Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 14 de enero de 2018

Lagrimas de amor


Vendavales de dolor


Vendavales de dolor,
el viento se arremolina
a mi alrededor,
con densos movimientos
por el pesar que me envuelve
al darme cuenta de que te fuiste
para siempre,
me abandonaste aún
con palabras de pasión
diciéndome que me amabas
que me querías con toda tu alma.

Vendavales de dolor,
con mis manos temblorosas y a tientas
en la penumbra de la luz
de las velas encendidas
para que iluminaran
nuestro gozo y placer,
te busco inútilmente,
te fuiste sin un adiós.

La música que nos unía a los dos
ya no se siente,
se fue con el viento a horcajadas de las nubes
e incontrolada fantasía de amor.
Mis suaves y dulces poesías se escondieron
en lugares secretos de mi alma,
ya no son mas para ti.

¿Es que en unas horas
encontraste otros ojos en los cuales mirarte,
y otros labios para besar?

¿Cómo es posible que te hayas ido
despidiéndote con palabras tiernas de amor?

¿Eran fingidas?
¿Eran traicioneras?
¿Eran hipócritas?
No lo sé,
yo te sentí mío, igual que siempre,
amándote hasta el infinito,
sintiendo tu cuerpo junto al mío,
con el calor del deseo y del placer.

Vendavales de dolor,
sí, siento ira,
enojo, dolor,
pena, llanto,
desilusión,
desolación,
desespero.

Creaste en mí un vacío inconmensurable
en el que el amor se hundió en el abismo
del miedo y del terror,
de que todo esto sucedido sea verdad
y no fruto de mi portentosa imaginación.

Te sigo amando,
te esperaré hasta el final de mis días,
hasta que me alce en volandas de vuelos de aves
hasta el infinito.

No puedo olvidarte
y te pienso a cada instante
recordando tus palabras de amor.

La vida  cambiará,
lo lograré con tesón y anhelos,
buscando un verdadero amor
que no sea falso ni traicionero,
que sea verdadero y único,
llevándome a sendas de una nueva felicidad,
no en vendavales de dolor.

Memorias al viento


Memorias del viento
Que me envuelven en un torbellino de recuerdos vagos
Me siento zarandeada ,alzada ,apabullada,
Por sutiles memorias que me producen dolor
Y a veces salto clamando ¡PAZ!

MEMORIAS DEL VIENTO
Que han perdido mi nombre
Ayer no mas estuvo adherido algún rostro
El mío  mi silueta que transito por mi.
mi rostro entre el viento lo rescato
como no era pergamino, silencio ,
mis dos ojos sin mirada entre el viento sutil y anhelante

MEMORIAS DEL VIENTO
De mi silueta apenas sobrevive
Un vestido difuso, rasgado y estival
Entre nubes que lo arropan como un viento
Se me ha perdido un hombre entre el viento huaracando

MEMORIAS DEL VIENTO
Y el rostro y mi silueta los ha filtrado
Entre el tiempo, sabio y esencial
Entre nubes como algodones
Bajan y suben, se deslizan con el
Lo hacen desaparecer
El recuerdo de mis días sin nombré se ha olvidado

MEMORIAS DEL VIENTO
Yo crecida entre pinos
Y llorada por el tapado rostro de los ángeles,
Entre vientos brisas huracanes
Me confundiste tan llena de amor
El fuego y la intención de mis cantares.

MEMORIAS DEL VIENTO
Entre nubes altas y lejanas,
Quiero apoyar mi amor sobre tus hombros
Y fundir mi figura con tu bronce
Para que las memorias nos enlacen
Con los recuerdos de lo años vividos juntos.

MEORIAS DEL VIENTO
Anduve los peldaños del deseo
Para estar en lazada a ti entre tus brazos
Hasta alcanzar la cumbre de tu nombre.

MEMORIAS DEL VIENTO
Cuando un viento helado, húmedo, tembloroso
Como rumor antiguo y exigente
Se me estanca en las venas
Y mi voz se reseca, se pierde en el vacío del silencio
Y me entrego al impulso circular que pudo ser un verso.

No sé quién eres


No sé quién eres,
ser anónimo,
desconocido,
que quiere entrar
por resquicios de mi entreabierta vida
para escudriñar mi alma
que como alba nube
se eleva hacia el infinito.

En los duros biseles del silencio,
inmóvil como águila señera
no permitiré que hurgues mis deseos
ni roces el llamado de mi voz.

No sé quién eres,
te desconozco,
tu voz es extraña para mí,
te desconozco en mis miradas,
desnuda o disfrazada.

Eres el desconocido
por estas tierras de mi hoy
y de mi mañana.
No quiero tener cerca
el aire que te cerca la garganta
ni despertar en tus pupilas
por no apoyar mis ojos en el aire.

Tus llamadas son nada para mí,
tú no estás en el verde levantado del árbol
donde pierdo mi albedrío
y en el viento caliente del estío,
ni en la orilla del mar enamorado.

No sé quién eres,
tú estás contra un muro hablando
y mis sentidos crecen a tu espalda,
flamígero cipreses en hilera
y por los aires un círculo amarillo
huye demudando mi casta y pura alma.

Quieres hurgar la raíz de mis sentidos vedando
con tu figura con un cerco de jóvenes olmos
mis poemas de amor
que se esconden de ti,
el desconocido.

No sé quién eres,
muda su verdura el monte nuevo
con un temblor tocado de rocío
y tú el anónimo como un árbol
doncel quieres irrumpir en mi vida
con un viento por vientos perseguidos.

Crece en mí una hiedra pálida
de dudas ahogando
en desazón al pensamiento
y buscas de tener las horas de la espera
en la ramazón elástica del viento.

No sé quién eres,
sólo sé que estás rezagando mi camino
como cruz que aprieta
las nubes contra el cielo.

Es inútil que me busques
me persigas con tu voz,
tú pisas otro suelo
y lo ignoro cuál es tu anhelo,
yo soy vagabunda del cielo,
tú un vagabundo de la tierra.

No sé quién eres,
no me busques, no me podrás hallar,
la luna es una nota errante
que se extravió de su cantar
y con su luz agonizante me esconde
y entre secretos me cobija
para que tú no me encuentres jamás.

No sé quién eres
y prefiero no saberlo.