Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


martes, 11 de julio de 2017

Da lo mejor de ti


A través del cristal


A través del cristal, mis ojos te buscan sin cesar,
te necesito a mi lado, junto a mí,
extraño tu cuerpo apasionado.
El viento golpea el cristal
y nuestras palabras como en un milagro se entrelazan,
 se tejen en hilos dorados
y nos amamos.

A través del cristal espero
el regreso de un suspiro tuyo.
No quiero llorar porque
Las lágrimas deben llover
sobre las mejillas de la tarde.

A través del cristal espero tu retorno.
Yo estoy ausente pero en el fondo
de esta ausencia,
ahora aquí yo estoy y no estoy.
El cristal se quiebra en miles
de pedacitos acrisolados
como puñales quemantes
que buscan herir mi alma y mi corazón.

Angustiosa lamentablemente
me escondo en un recóndito
lugar secreto
para que tu alma me busque y no me deje más.
¿Acompañan las almas?
¿Se las siente?
¿O lo que te acompaña son
dedales minúsculos de vidrio?

A través del cristal nos encontramos
y en una desatada prisa, este pecho eligió
para romperse en él y estar unidos para
Sentir el amor, besarnos,
abrazarnos sin término,
buscando uno más detrás de uno más,
otro cielo en su cielo.

¿Serás amor un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse
 en el primer encuentro con la luz,
con los labios y el corazón percibe la congoja de
tener que estar ciego y solo un día.

A través del cristal nos vimos
y el amor nos tocó
como un retraso milagroso
de su término mismo.
Es prolongar el hecho
mágico de uno y uno sean dos,
en contra de la primer condena de la vida.

La magia y el ensueño apartan
los cristales puntiagudos
que cayeron al suelo apisonado.
La poesía llora en la punta del alma,
como un milagro que ilumina
el fondo de nuestros mares íntimos,
como el barco que se hunde
sin apagar sus luces.

Las palabras del poeta dan
 un marco celeste al cielo sin nubes,
epidemia de rosas en la eternidad.
El cristal desmenuzado nos unió
y ahora tú y tu canto me acarician
con notas aterciopeladas y tiernas
en medio de nuestra desnudez anclada.
¡No te vayas!
¡Ven pronto, amor viajero!

Entre tú y mil mares


Entre tú y mil mares
se alza en el aire
nuestro reencuentro irreal,
mágico,
como un interminable túnel de amor.

¿Cómo me vas a explicar
la dicha de pensar que estamos juntos?,
si no sabemos
cuándo ni cómo,
dónde,
nos veremos alguna vez
en un instante mágico.
La distancia nos idealiza,
nos desdibuja,
nos enaltece,
nos une.

En nuestros ojos,
visiones,
visiones
y no miradas
nos separan mil mares,
distancias sin datos,
ni signos.

No percibíamos lugares,
colores,
tamaños,
sólo percibíamos nuestra unión,
fusionada con esa fuerza
estruendosa
que es el amor.

Tan sorprendida
y anhelante,
estaba yo,
sintiendo,
que mi mirada
en el aire,
al vuelo,
te soñaba
y me soñaba la tuya.

Palabras sueltas,
palabras,
deleite en incoherencias,
no eran nada más
que signos de cosas,
voces puras,
voces para no ser olvidadas.

Entre tú y mil mares,
naciste al son de mis deseos,
te necesito aún en la lejanía,
e inquieta la vigilia de mis ojos
van en busca de tu imagen
entre los mil mares
que nos separan.

Naciste al son de mis deseos,
entre la cima de los cielos
con la tierra
y el llamado de tu mente,
se alzaba,
de mi sangre
en este poema.

Entre tú y mil mares,
las estrellas brillan
para nosotros
y entre temblores de ansias
nuestros incorpóreos cuerpos
se abrazan entre hálitos
de amor
completo y total.

Te siento llegar
en mis solares,
entre nubes altas y calmas,
te conozco por tu aroma,
tu leve presencia,
y te proclamo
mi único y verdadero amor.

Entre tú y mil mares,
estoy más unida a tí
que si estuviéramos juntos.
Vive mi mirada en tus ojos,
mi inquietud primera,
recién amanecida
en tus pestañas cerradas
y poco a poco
se asoman a mi pecho,
tus sentidos,
y tiembla mi cuerpo
aunque mil mares nos separen
porque el secreto de nombrarte
en silencio,
me da amor y vida.

Caminante silenciosa


Caminante silenciosa,
mi paso leve, despacio,
viajando por la vida
va buscando el Amor que
anhelo tanto.

No me anuncian lúbricas ceremonias
ni sordas campanas
de ancestrales reflejos.

Mi ruta es la música salvaje de los pájaros
que sueltan a los aires
mi bondad en revuelo.

Caminante silenciosa,
en búsqueda, con sed ávida
y perenne del amante único,
y que también me busca sin denuedo.

Con gran esfuerzo tendida en playa firme
grita mi corazón vacío,
en la nave del mundo.

Caminante silenciosa,
elegante,
sobria,
aparenta calma,
 pero en su interior
bullen mil sentimientos
de nostalgias y desesperación
porque el amor no llega.

¡A veces, la vida me quiere estallar
en canciones de angustia inesperada!

Hay una sola puerta abierta
en mi camino silencioso,
¿A dónde va mi vida,
desconocida de sonrisas?

Busco su rastro,
como si el cosmos se hubiese concentrado
en su energía
y hasta ella fuese
mi emoción hecha pedazos
de mariposas destrozadas.

Caminante silenciosa,
con mi emoción que rueda ahora
por una de esas islas salvajes
de dolor y pena.

Me he sentido llegar allí,
donde se mueren las canciones felices
y el dolor se da cita
con la pintura transparente del cielo.

Sangra el dolor del atardecer
caído a mis espaldas,
la pena del crepúsculo que quizás
no podré encontrar el Amor
y seré como una margarita
pálida en el bosque.

Y de pronto, mi caminar se detiene,
porque vislumbro
vuelo de lirios estirando colinas,
llanto de arroyos enloqueciendo brisas,
furia de estrellas en un azul cielo,
El amor se acerca,
trae aroma de alelíes,
de azahares,
de junquillos,
trae un paisaje de un inmenso mar,
casi riachuelo.

Lo siento llegar,
mi corazón vibra, tiembla,
y mil poesías danzan en mi mente,
son para él, el esperado,
el que en una cita eterna
trae el beso enamorado.

En el pecho del viento
van diciendo los lirios
que en el horizonte del mar
dos auroras se besan.

Más allá de tus ojos,
mis crepúsculos sueñan
bañarse en tus luces.

Mi caminar en silencio
se hace más rápido,
va hacia ti
sobre un inmenso azul de sueños y alas.