Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 29 de abril de 2018

Dolor y oscuridad


Angustia


Angustia
se me remueve el alma,
destruyendo mi corazón en mil pedazos.
Sufrimiento, opresión,
Y el llanto aflora como un mar salado
Entrecortado, a veces reprimido otras.

Angustia
Porque me ha herido, lastimado,
no el cuerpo si no el alma
con críticas severas o indiferencias absolutas.
Bajo mi piel,
¡qué viento enloquecido por valles de la sangre
y sus colinas, me estremecen un rosal de más espinas
que de fragantes rosas florecido.
El amor que parecía verdadero
Era tan solo un aparente resquicio de afecto.

Angustia
ante las sonrisas vagas que ofrecen
un espejo al revés de lo que es diáfano y verdadero.
Amor al prójimo.
Recorro mis sentidos sin orillas,
dudas entrelazadas  entre   hiedras de desprecio,
de separación, del no querer estar conmigo.
Mi piel tiembla y la tormenta se vuelca en mi cuerpo.
Hay minutos en que parece que el firmamento cruje,
se desquicia y el camino se cubre de tinieblas.

Angustia,
nuestra alma mustia clama por amor
que me conduzca al sedero de la fe y la esperanza.
Si alguna vez la detracción me muerde
con rampantes odios de culebra,
en mi desprecio su ponzoña pierde su furia,
gasta y sus colmillos se quiebran.

Quien me hirió agote el arsenal de la impostura
y multiplique sus proyectos ruines,
Mientras las nubes vuelan en la altura,
Y se visten de fiesta los jardines.
Todo asciende.
Soñando con las flores,
despiértese la sabia milagrosa
y sonríe en la gracia de la rosa.

Y a fuerza de soñar la angustia se desvanece,
El amor con fuerza y poderío se adentra en mi alma
y soy feliz al tenerlo conteniendo mis dolores
y mis decepciones que cobardes
y falsas quisieron destruirme
pero no pudieron
te quiero siempre a mi lado mi amor,
te necesito, no te alejes mas de mí.

Sed de ti


Sed de ti,
de tus besos dulces
y de tus caricias aterciopeladas,
de tus abrazos abiertos y afectivos.

Cuando pienso en ti,
mi rostro recupera perfil y mirada
y mi alma encendida y liviana
vuela con lazos azules
saltando árboles
en una rápida salva de pájaros.

Sed de ti,
de tu cuerpo desnudo junto al mío
entre rumores de palabras de amor.

Y en el filo de la madrugada,
mi sed se acrecienta
con partituras distintas
que emplazan casi siempre,
renovando el diseño.
la textura,
el color de la trama de mi sed por ti,
ahora que te nombro y te reclamo.

Sed de ti,
cuando el cielo se afina,
al conjunto de un sutil cosquilleo de flautas
la última estrella remisa,
abandona su puesto de guardia,
me gusta perderme en ti,
en todo tu cuerpo,
en tus ojos,
en tus brazos,
en tus dedos entrelazados.

Sed de ti,
me gusta sentir tu sabor,
tu aroma,
tu olor a bosque umbrío,
tu mirada intensa
que me traspasa el alma.

Tu eres mi hombre,
o el espejo y tu rostro,
donde se refleja la historia,
el aledaño del amor,
sin sombras furtivas y rumorosas
que crucen como un galopa antiguo
el umbral de mi cuerpo esperándote.

Sed de ti,
grito,
clamo,
sostengo mi mirada entre fulgores de ira
por no tenerte.

Sed de ti,
mi boca te busca
con un ansia certera e increíble.

Sedúceme


Sedúceme
Sedúceme, conquístame con tu voz
profunda y única
y tus palabras colmadas de amor
que llegan a lo profundo de mi alma
dominando mi razón
y rasgando mi piel.
Aún en tus silencios tu voz
me acaricia, me subyuga,
me estremece en un letargo impreciso
que el tiempo desgrana.
Sedúceme, sin siquiera tocarme,
haz que mi deseo tiemble entre delirios, ilusiones, incertidumbres.

Necesito vivir en un rincón de tu presente y
que mi imagen la guardes
atiborrada de recuerdos.
Sedúceme tan sólo con tu voz en un aire
silencioso que como bálsamo errabundo
me busca en la oscura lejanía.
Te siento pero no te tengo,
mi cuerpo mudo de cariño
necesito ser pasión en polvo de cenizas
para que me armes con tus besos redentores.
Sedúceme, tendrás que hacerme hoy y fuego,
vivir presente en mis formas afiebradas.

Necesito reír contigo,
escuchar con tu voz de horizonte
tibias de palpitación tus palabras de amor.
Enséñale a mi boca a que te busque
en la intimidad del silencio,
en la compañía del pensamiento.
Sedúceme
poco a poco, despierta todo lo que en ti provoco
que me hace pensar
que necesito tu risa y alegría cada vez que me llamas.
Estás lejos, lo sé,
pero te siento tan cerca

que me llega tu sabor
a gloria de tu alma
y tus coqueteos me hacen
estremecer de placer.
Sedúceme con tacto como si fuera
seduciendo al viento o
como deshojando una rosa
y dime como enredarías tus dedos
entre mis cabellos, hoy los he peinado con perfume de sándalo.
Dime lo que quieres con mezcla de ternura
y de ansias locas que penetren
en mi alma que te está esperando.

Sedúceme como distraído,
respira profundo, acércate a mí
con tu voz serena, con tus palabras
que como caricias
hacen vibrar
mi cuerpo y sentir ese
tu aroma de flor de azahar sobre mi cara.
Quiero sentir cerca tu aliento
cálido y dulce,
que no se apague la débil flama de
este amor febril recién iniciado.

Sedúceme con tu encanto,
átame con tus deseos desde tan lejos,
confiésame tus anhelos y
déjame vivir en tus sueños.
Te nombraré en mis suspiros,
te dibujaré en el pensamiento, te querré con los
sentidos y te entregaré mis sentimientos.
Sedúceme hasta en mis sueños, que tus dulces
palabras de amor repiquen como ecos en mi alma
que te espera ansiosa con deseos de
compartir contigo todos esos distantes
de estar juntos con gozo y placer.