Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


sábado, 31 de agosto de 2019

Manantial de amor


Amor sin dueño


Amor sin dueño,
quiero que mi alma se eleve hacia lo alto
entre suspiros entrecortados y anhelos de amar
con total intensidad
haciendo palpitar el corazón con ritmos placenteros
y sin ansias ni afanes,
sin que un ser me esconda entre sus brazos
y no pueda sin límites amar hasta el infinito.

Necesito que mis armoniosas
y pequeñas risas y lloros en flor
se congreguen al son de las alas de mis sueños.

Mis frases,
mis estrofas de amor,
son nubes que flotan
y para ello hay que tener luz de estrella
para iluminar mi vida en silencio plácido y sin fin.

Amor sin dueño,
quiero ir por veredas de la tarde perdida y sola,
sin sentir el cercado de ramas
que quieran encerrarme con trabas ni cerrojos.

No quiero que nadie pase por mi mente
como un aire domado con ramas verdes
que cercan mi sosiego.

Amor sin dueño,
no se atreva ningún ser
a entrar en el plato sonoro de mi silencio
queriendo quemar la llama hirsuta de mi frente
como un ave de marfil en primer vuelo.

No quiero ser un pentagrama vacío,
me quiero llena de notas
que palpiten en mi alma encontrando los versos,
las prosas,
que abren las alas
y vuelan levantando un remolino de cadencias
que como ecos lejanos llegan a horizontes cercanos.

No deseo que mi corazón
de poeta sea un rojo sol prisionero,
quiero sentirme libre para amar
con todo mi espíritu por doquier,
aquí, más allá,
lejos,
en infinitos espacios.

Necesito cruzar el éter
dormitando en el silencio blanco de la luna llena
o como en potros de llamas
cabalgar en los cometas.

Hundirme libre en el mar
o bajar libre al abismo
donde la luz no penetra
y donde millones de ojos
me sorprenden y contemplan,
son los diamantes
que el gnomo amontonó en sus cavernas.

Amor sin dueño,
vuela, corre,
descansa,
se lo coge a puñados como al mar
y cae sobre las almas que me rodean
en un sueño eterno sin despertar ya más.

Suelto,
escapado va,
sin que se sepa dónde,
sí pisando los cielos que miramos
o bajo el techo que es la tierra nuestra,
inasequible,
incierto,
eterno jugando a existir siempre
y a su paso en las altas madrugadas
unas alas invisibles lo golpean,
lo llaman,
lo necesitan,
es el amo seguro que se cierne
volando a ras de tierra
para todos en un enamoramiento total de la vida.

En armonía con el viento


En armonía con el viento, susurrante,
fragante,
cálido,
entre vergeles escondidos
de diversos aromas me envuelve
y me iza haciéndome volar
a mundos desconocidos.

Por el alba aparece despacio,
en sigilo como un respiro
en su delicioso siglo de olores de rosa
en los pensiles del tiempo.

Me trae desde mi ayer
aromas de desolvidos de campiñas florecidas,
de desiertos áridos,
de playas extensas con granos de arena
que se filtran entre mis dedos.

En armonía con el viento me hace volar
hasta lugares lejanos,
me arrebata mi melancolía
y sacudiéndome toda mi cuerpo vibra
y late a su compás.

¡Cuántos trinos!,
¡cuántos cantos!,
entre márgenes verdes
que se mueven al unísono,
el río viaja entre frondas verdes.

En armonía con el viento
soy una mujer poeta
que entre sus vaivenes odas
compone de celestes temas
pero con sus ráfagas rápidas precipitadamente
borra apenas las escribo con plumas veloces
para que no se vayan
a su través a recorrer el mundo.

En las invernales noches,
sopla con fuerza
haciendo que las pálidas horas
pasen hasta los días descoloridos
de nubes pardas y de hojas secas.

En armonía con el viento sintiendo
pasar los nubarrones tristes con lloviznas,
me acurruco en mi lecho viendo
pasar hojarascas amarillentas
y bajo el pampero que las empuja
van arrastrándose tristes y yertas.

Con los ramajes sin esmeralda dedos fantásticos
que el viento quiebra los viejos árboles
que tiemblan y se resquebrajan.

En armonía con el viento,
la primavera sopla la brisa suave
que conmueve mi corazón
en el aura ahora fresca y matinal.

Vuelan los ritmos otra vez en aromas
entre cantos que tañen las ondas de plata del agua
quieta del lago y el viento llega a mi alma
buscando poemas que quiere llevar lejos,
al mundo entero enamorado de la vida.

Con inocente ritmo todo el paisaje canta
y este vagabundo viento entre el follaje
hace revivir amores pasados y del hoy.

En armonía con el viento,
en una ardiente orquesta en un alado vuelo de poemas,
canta la aurora y mi corazón
en su rítmico con cadencia inspirada
en un millón de notas
me subyuga por el amor que por ti siento.

Mar de lágrimas


Mar de lágrimas,
inunda mi rostro frío colmado de sal,
tristeza infinita que se arraiga en mi alma
porque tú no estás a mi lado.

¿Cuál es la razón de llorarte tanto amor?
La desazón de mi espíritu
me lleva a llorar a orillas del mar
en noches serenas y cálidas.

Y lloré un río de lágrimas
hasta quedar exhausta y sin sollozos.
Mis heridas y dolor
se han ido ya con las lágrimas,
me siento vacía esperando el mañana
que me traerá un nuevo amor verdadero
pleno de cariño y ternura.

Mar de lágrimas,
en mi corazón todo lo que existe
ahora es sólo el dolor del duelo
basado en la nostalgia de un amor pasado
como humo en el viento
por el amor perdido.

Mar de lágrimas
que como gotas de sangre migran a mi corazón
fluyendo a través de la ventana del alma
con mis rotas emociones.
Son sollozos de un sueño de un amor perdido
y que nunca pude encontrar
en una búsqueda eterna de ti,
mi amado,
mi pasión única.

Mar de lágrimas,
mensajes silenciosos de esta vida,
columpiándose en un dulce retraso
de un morir que no perdona.
El destino se estremece en la punta de una rama
cuando al pesar de la gota
hace inclinarse a la hoja ya casi rendida.

Mar de lágrimas en un puro silencio
se deslizan suavemente con su gran menuda carga,
de tanto y tanto cristal celeste,
de gotitas de dolor y aflicción.
Mas no me doblego,
no me rindo,
me yergo y me alzo entre luces de diamantes
en volandas me voy en búsqueda del amor soñado.

Morir,
vivir,
equilibrio estremecido,
son pausas entre vida y muerte
creando en mi entorno hondas de calma.
Tantas lágrimas perdidas,
tantas huellas en mi piel,
ya no rompes mi silencio,
nada es igual que ayer.

Mar de lágrimas no puedo permitir
que el mundo gire en el recuerdo,
puedo desafiar la oscuridad
y vivir entregando mi corazón roto
a quien no cree en el amor.
Volveré a pensar en el sueño que por ti abandoné,
en un renovar de alegrías y gozos
mi vida se tornará feliz y placentera
entre soplos de aires cálidos
en torno a ondas de calma.

Mar de lágrimas entre brisas frescas,
el alma siente que pasa por ella algo nuevo,
es el sendero a un nuevo cauce
con un gozo nunca sentido,
un verdor,
una alegría,
unas estrellas y un río
que me lleva a un nuevo mundo de amor.