Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 4 de enero de 2015

Al son del juego


Frenesí de pasión


Frenesí de pasión,
exaltación y delirio por estar junto a ti,
sentirte a mi lado en un arrebato
de entusiasmo y alegría.

¡Qué felicidad es la apoteosis del amor!
Tu fragancia me atrapa,
golpea todos mis sentidos,
me deja llevar por la pasión,
no veo más allá de donde estoy,
se me nubla la vista al mirarte,
mi cuerpo sólo desea fundirse con el tuyo y amarte.

Frenesí de pasión,
me invade una intensa emoción
al estar entre tus brazos,
mis labios buscan con ansia
el antídoto de tus besos.

Necesito colmar el sonido de tus susurros
y poseída estoy
por el delirio con sólo mirar tu figura.

Frenesí de pasión,
el deseo recorre cada rincón de mí,
acaricio tu piel de melocotón,
beso tus labios con sabor a guayaba,
tu cuerpo sabe a fresa y limón
y tu aliento a fruto de la pasión.

Eres una macedonia para mí,
agitas mi interior
con tus dulces miradas de miel
que saboreo poco a poco
para alimentar la pasión de este loco frenesí.

Tu voz ya no es ausencia,
eres el eje de mi intenso amor
y en torrente de ardores
haces que vuelen locas las blancas aspas
apuntando hacia el cielo,
uniendo nuestras manos
en ansias de abrazos y besos intensos.

Frenesí de pasión,
en prolongado vaivén en la semipenumbra
escalamos juntos la hiedra silenciosa.

Enredada entre las ramas de tus bosques
de almendros eres mi dueño,
eres el dueño de mi sendero
de la grama y de la blanca aurora.

Como vías de amor
pasa un aire domado por donceles,
ramas verdes que cercan mi sosiego,
pasó un viento en mis labios
y al volar ha guardado tu nombre en mis joyeles.

Frenesí de pasión,
eres tú el solar que corona mis vientos serenados
y el río donde boga el artificio de tu sol y mis poemas,
mis cánticos de amor unánimes para ti,
dan brillo a mi mirada y mi alma
se entrega plena a todo tu amor.

Frenesí de pasión,
cae el pulso agitado de la sangre
sobre el plato sonoro del silencio,
quema la llama hirsuta de tu frente
como un ave de marfil en primer vuelo.

Frenesí de pasión,
muerta de amor en lecho entibiecido,
pasto de celo en huerto clausurado,
corazón por tus flechas percutido,
así estoy en tus islas encallada
ya que hambrienta de amor soy
una llama que reclama tu abrazo eterno.

¡Qué dicha sin sonrojos
los que por mi rostro titilan
ya que corre por mis venas
el deseo de estar siempre contigo!

Volver a vivir


Volver a vivir,
en mi mundo interior
se levantan olas gigantescas,
huracanes violentos que me llevan en volandas
a la paz y al amor que sigo buscando,
ese amor verdadero,
leal, fiel,
que una nuestras almas
en instantes de felicidad eterna.

Volver a vivir,
sé que te hallaré estés donde estés,
en este mundo o en el otro
y nos reconoceremos tan solo sin mirarnos,
sin tocarnos,
sólo percibiendo nuestra existencia.
Volver a vivir,
voy por caminos florecidos entre azaleas,
amapolas, orquídeas,
rosas, veraneras,
papos,
de multicolores que inundan de luz mi alma
enamorada del amor
bajo frondosos árboles de corutú.

¡Deseo que cada uno sea feliz
con su propia persona!
Paremos el tiempo hasta llegar a un ayer
o pasado reciente
y que podamos sentir el amor vivido
y el que desde este instante
al reencontrarnos volverlo a vivir.

Mostremos a todos los que nos rodean
el sendero que nos conduce a superar
el presente en el que vivimos,
mejorando nuestra forma de vida a cada instante.
Volver a vivir,
es el estar otra vez con mi misma,
viviendo sin conflictos,
en plena paz,
sintiendo las gotitas de felicidad
que me inundan el alma.

Volver a vivir,
entrando en un gran silencio,
sin acordes ni notas acompasadas,
esperándote a ti,
mi amado amante,
porque ahora es como si hubiera nacido de nuevo
sabiendo lo que quiero,
¡a ti vida mía!,
ya no más llantos con lágrimas agridulces
que borraban las líneas que dibujaban mi vida.

Volver a vivir,
te estoy esperando,
sé que estás acercándote
y antes de que esta vida termine
estaremos como en todas las que ya vivimos
como dos en uno.

Siento música de flautas y violines
que me conducen hacia ti,
que tocan mi corazón,
no más enferma de tristeza
ni de deseos de llorar con un nudo
que se formaba en la garganta,
sí sentirme entre flores que nacen
entre las piedras de los Templos.

Vienen hacia mí contigo la miel de los bosques,
el perfume del aire,
la dulzura de las caricias,
el temblor del abrazo,
la pureza del beso.

Volver a vivir,
¡amar hasta el fin de nuestra existencia!

Magia de un día


Magia de un día,
mi amor tu eres magia,
en cada instante de mi vida
en mi cielo resplandeces
y son tus ojos que me iluminan
con un fulgor de estrellas que me cautivan
y me ocultan sin quererlo en tu mirada.

Magia tiene tu voz,
tu dulce acento,
el cual lo escucho dormida y aún despierta
que me dice dulcemente con el viento,
me confiesa y me repite:
“que me amas”.

Mis pinceles más leales
se han propuesto apresar tu verdadero rostro:
desentrañar las esenciales líneas
donde tu fuero el aire acata y el aurea alba,
espiar el múltiple venero
donde emerge a raudales toda la luz
que quiero para tu piel,
tus ojos cenitales.

Magia de un día,
en la que la recta se espírala,
la curva se endereza
y por la emoción y el sentimiento
sin acertar el rumbo ni la escala,
la alta luz tropieza o en su ímpetu resbala.

Magia de un día,
estás a mi lado,
entre mis brazos,
cubriendo mi cuerpo con calor y caricias.

¿Cómo apresar la sosegada llama que te entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama
cuando se incendia prodigo de rojo?
¿Cómo apresar la tímida piel que en tus mejillas convoca?
¿O la mañana asomada a tu boca?

Magia de un día,
mi afiebrada plata se anubla enamorada.

Se pierde en la enigmática y secreta zona
de la alborada donde digo carmín,
azul,
violeta
y al nombrarlos se esfuman en airada,
fantástica pirueta.

Magia de un día,
en tu silencio eres un volcán
que se activa aquí en mi pecho,
cuando llegas y desciendes a mi lecho
y en tu ternura me abrazas.

Mágico es este momento cuando respiro tu aliento
y mi alma se entremezcla con la tuya
para volar por los cielos
y marcar el universo entre suspiros,
siendo uno,
envuelto en hilos,
envuelto en hilos de plata.

Magia de un día,
con este nuestro amor
que no se acaba nunca
porque prolongando
de que uno y uno sean dos
ya que el amor es el retraso milagroso
de su término mismo.

Con los besos, con la pena
y el pecho se conquistan en afanosas lides
entre gozos parecidos a juegos,
días,
tierras,
cielos abiertos,
espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando
hermana de la muerta o muerte misma.

Magia del beso perfecto,
aparta el tiempo,
échalo hacia atrás,
ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.

Ni en el llegar,
ni en el hallazgo tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo,
altísimo,
temblando.

Magia de un día
que se va en una despedida larga,
clara,
con lo más seguro que es el adiós…