Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


jueves, 4 de febrero de 2016

La risa


Renacer cada día


Renacer cada día,
en un amor de éxtasis en noches encantadas
sintiendo el mágico sentir de la vida
donde el tiempo se escurre entre mis dedos.

Quiero sentir contigo las tormentas triunfales
incorporándonos hasta los truenos
y columpiándonos de sus hilos dorados.

Renacer cada día,
ofreciendo mis más íntimos madrigales
de amor a ti mi amado y llevándote
por los misteriosos laberintos de mis sentimientos.

Mi tiempo de canto versado ha de seguir,
entre mis prosas he guarnecido de auroras mi soledad,
levantando mi voz
con cuerdas de resonancia en mis manos.

Renacer cada día,
evocando odas y caminando por líneas de pasión
entre mayúsculas de libertad.

Amo la naturaleza junto a ti,
buscando su calor la solitaria gota de rocío
en el pétalo de una perfumada flor,
y al fondo de los profundos océanos astrales
en pos de la potente luz
que exigen nuestros espíritus abrigando ilusiones
en las noches de euforia
plasmando los sueños en hojas sueltas,
flotantes,
que el viento agita y te las lleva a tus manos.

Renacer cada día en poemas
que envueltos en su crisálida aspirante al vuelo,
en su gozoso existir nos une
entre frases de amor que van brotando florecidas.

Renacer cada día contigo a mi lado,
tú estás en cada espacio de mi esencia.

Si respiro tus sueños
despierto en tus pensamientos.
Soy la que ya no vive
si no estás tú a su lado.

El amor surge en cada amanecer
espera renacer cada día
llenando mi alma de amor.
En cada palabra,
en cada frase de amor,
expreso lo que siento
en mis horas solitarias
en las que no dejo de pensarte.

Clamo por ti mi amado amante,
tú eres la luz de mi esperanza
y tú mirar me enciende y me arrebata.

Renacer cada día,
evoco tu presencia y mi alma ansiosa
en melodías te envía como mensajes letras de amor
por todo lo que por ti siento,
brotan entre suspiros nostálgicos
donde se esconden las prosas que tú inspiraste,
mi numen,
el único y verdadero en mi vida.

Renacer cada día,
sin rendirnos jamás y en volandas
en un equilibrio estremecido,
en un puro silencio nuestro existir
en una gran pausa entre vida y muerte
es la gran fascinación que crea
el escenario de un gran amor.

¡Qué mágico milagro de nuestro destino
que nos estremece en este vivir gozoso!

Desilusión


Llorar en una noche oscura
que desnuda pronto la verdad.

Llorar en una mañana fría
que estrella los suelos
contra la realidad.

Llorar y sentir en las mejillas la vida
entera que rodando se va.

Llorar un amor que pudo ser
y que nunca será.

Llorar por ilusiones que algún día renacerán
pero que ahora están buscando
un horizonte que quizás nunca podrán hallar.

Llorar por una promesa de amor
que nunca se cumplirá.

Llorar por una herida profunda
que solo el tiempo podrá curar.

Llorar porque uno quiere y no lo dejan amar
porque alguien me dijo un día que era inútil luchar
y porque  a pesar de eso,
nunca deje de soñar.

Llorar como gotas perdidas
de un gran manantial
que de a poco inundan mi alma
como un gran mar.

Llorar para desnudarse de todos los apegos
esos que se van encontrando
a lo largo de la vida.

Llorar entregando como un rio
todo mi ser al infinito
para que me conduzca al amor
que me está esperando.

Llorar para dar alivio a mi mundo interior
para que el aliento profundo
permita a la flor de la esperanza
renacer con plenitud.

Llorar para vivir amando
entre suspiros entrecortados y hondos
con toques divinos
en los que anida el amor dispuesto
a entregarse con todo su luz.

Llorar gotas de serenidad
como bálsamo que calma y anuncia el ensueño
que se escucha venir
para que mi ser viva pleno de vida
en un océano de amor
que me lleva a lo inmenso de amarte.

Soy


Soy un imagen de mi misma,
poli facetada en un azogue de colores
que perfilan mi alma en mil cristales
que irradian su pureza.

Soy la que vive y palpita
en suspiros de amor,
ahondando dentro de mí
para conocerme y amarme,
cuidando y protegiendo
mi ser interior.

Soy un ser pleno de emociones,
que aparecen como un conjunto de reacciones
y cuya explicación no es coherente,
no es racional,
no es lógica.

Soy tan libre y sensible a la vez,
como un manojo de sentimientos
y me siento tan íntima dentro de mí,
que a cada instante
una lágrima se desliza por mis mejillas.

Soy la indómita doncella
que por inocencia e incredulidad,
salió en pos del amor,
ese, el único,
el verdadero,
pero no lo encontró,
sólo halló desilusiones,
falsedades,
tristezas y por ende,
surgieron los poemas de amor,
palabras,
letras que emocionaron mi alma
y dieron a mi vida
el sentir que necesitaba.

Soy la que en el pasado,
en el ayer,
en el ayer del ayer,
vivió esperanzada en la soledad de la noche,
sabiendo que algún día
vendría desde los aires,
las ausencias,
desde la noche,
lo que estaba esperando,
el amante que siempre existía,
que existe y la está queriendo.

Soy la que renacida empieza otra vez,
desde el mismo final,
límpida y pura.

Yéndose más allá
todavía de los últimos recovecos de mi ser,
alumbrándome
como inagotable fuente del amor
dulce y puro que no muere
y aumenta mi sed de vivir.

Soy la que ama hundiéndose en silencios,
dejando caer en hojas en blanco
los versos que nacen
como caricias suaves para lograr,
por puro milagro,
sin  dudas confusas,
palabras de amor,
como estrellas inequívocas,
recién nacidas con el alba,
de nuestro afán de anhelos
de que lo nuestro sea verdad.