Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 20 de febrero de 2016

Aquí estoy


Para ti no escribiré


Para tí no escribiré,
mis versos no serán más para tí,
algún día escribiré
un poema que no mencione
el aire ni la noche,
un poema que omita
los nombres de las flores,
que no tenga jazmines o magnolias.

Quédate en un rincón
de mis recuerdos
y algún día te escribiré
un poema sin pájaros,
sin fuentes,
un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.

Algún día te escribiré para tí
un poema que se limite
a pasar mis dedos por tu piel
y que convierta
en palabras de amor verdadero,
tu mirada.

Sabrás que ya no te amo
y sin comparaciones,
sin metáforas,
algún día escribiré
cuando ya por completo
te hayas ido de mi vida,
un poema que huela a tí
en un canto que fue mi dicha.

Atolondrada y confusa,
demasiada llena de ruidos,
sin centro ni reposo,
desconectada del otro lado de la piel,
atormentada por el interminable crujido
de este corazón, tierra cuarteada,
ceniza gris en mi pecho,
así pasan estas noches
de calor y duermevela,
estas noches
en que no estoy contigo.

Para tí no escribiré más
y haciendo un hueco
en la inminente llegada de la luz,
soy voz al fin,
hermosa y afinada,
pura y descansada
pudiendo confundir mi mirada
con mil estrellas fugaces,
tocando una eterna melodía inolvidable,
salvándome del olvido.

Para tí no escribiré,
en el silencio de la quietud de mi vida,
mi mente navega
como un náufrago sin sentido
recorriendo cada rincón de tu vida
y sin darme cuenta me pierdo.

Mis labios no van a pronunciar
palabras de amor hacia tí,
de mis manos no brotaran
más caricias leves,
volátiles ni tiernas.

Para tí no escribiré más,
no más poemas de amor
que iban hacia tí,
no quiero escuchar mas tu voz
que le daba sentido a mi vida,
que era la música de mi alma,
tu voz,
sonido del agua,
conjuro,
encantamiento,
¡ya no más!.

Déjame vivir conmigo
misma escribir mis versos
sin pensar en tí,
déjame al fin sola sin tu amor frío
y silencioso que como
húmedo río subterráneo
recalaba en los tejidos de mi ser.

¡Márchate de mi vida,
bramando en torbellino ciego,
llévate tu tempestad
volteando tu raudo mundo,
déjame que mis palabras de amor
no sean más para tí!

Herida de amor


Escuchemos juntos
una dulce melodía,
armoniosa que nos permita
danzar juntos con ansias
de seguir viviendo el hoy
hacia un futuro pleno de promesas.

Herida de amor,
mis pasos te seguirán buscando
como visiones de sones acompasados
y correré a regiones ignotas
en un pentagrama vacío que busca
y no encuentra sus notas
que en lejanías se esconden
y se guarecen
en frondas de tupidos follajes.

No lo entiendo,
no logro entender
como se puede herir de esta manera,
¿por qué después del sol radiante,
la fría noche se hizo eterna?
y él, en quien creí,
estalló como una copa
de fino cristal en mil pedazos
que impregnaron el aire
en un vacío irrecuperable.

Ciertamente prefiero
lo que parece ser amor
y dejarme cegar con tu infinita
luz que me consume.

Herida de amor,
cuando escucho tu voz
y mi corazón lleno de lamentos
comienza a golpear
aceleradamente mi pecho.

Quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado
para acompañarte y apoyarte.
Cuantas más piedras
te arrojen más alto
haré mi pedestal de gloria para ti.
Lo importante es levantarse
¡fuerza!

¿Por qué siento que mi mundo
está apartado entre soledad
de soledades
entre mil noches sin lunas?

Herida de amor,
la lluvia desgrana
el gris de tu mirada,
mi angustia se prende
en cada gota agonizante.

Herida de amor,
tú me regalas el recuerdo de tus ojos,
plomizos y aleteantes.
Eres el fino aliento de la aurora
y un abrazo de sentimientos mansos.

Herida de amor,
eres en mis días de tormenta,
claridad que perfora nubes.

Herida de amor,
eres la placidez del agua
que en mi piel revolotea
y mi sangre te llama
y te siento mío para siempre.

Corazón con alas de ciudad.
Voz de horizonte y de queja solitaria.
Ojos de jacarandá
madurados en la nostalgia.

Herida de amor,
no quiero que el sol me despierte,
quiero seguir soñando contigo,
tu recuerdo y tu figura
las tengo en mis ojos,
clavadas como dos luceros,
te tengo a ti en mi alma
y prendido en mi corazón.

La esencia de tu ser


La esencia de tu ser bien oculta
 en el rojo silencio de tus ríos interiores
duerme tu espíritu en una fugaz luz,
estalla en la mañana
como amor retenida en pimpollo.

Mi alma, cercada de tinieblas,
al infinito se alarga
 cuando tú como bálsamo tenue
me haces perder el miedo
en tus brazos que me estrechan
 poderosos y frágiles
con la fuerza de tu amor,
plena magia
que suena como dulce melodía.

La esencia de tu ser me inunda
cual hiedra de amor,
con tu sangre vibrante
que forma raíces profundas y enlazadas
en mi mundo interior.

Naciste como perfil modelado
en blanda cera en los duros biseles del silencio,
estás inmóvil como águila en espera,
con el calor de tus hombros
enlazo la cima de los cielos con la tierra.

No se cuando empezamos a conocernos,
cada mañana nos empezamos a encontrar,
cada nuevo beso es para mí,
mi primer beso,
mi verso debía decirte
lo que para mí has sido,
tú tenías la palabra exacta
con ternuras compartidas.

La esencia de tu ser,
 mi corazón palpita deseoso
de poder llegar a tenerte en mis brazos,
sentir tu sutil aroma,
con el solo anhelo
de llegar a reflejar tus ojos en lo míos
 haciendo que mi alma se sumerja
en un éxtasis infinito.

Así esta pequeña ideología tuya
provoca en mí los sentimientos más profundos
ideando tu figura
mientras nuestros corazones
siguen bebiendo de la misma fuente
como en la hora tiernísima del juego
y de la leyenda,
regalándome primaveras inagotables de tu alma.

La esencia de tu ser,
esa materia que se presenta
como un himno favorito
entre notas que suben en números acordes
de tu pecho a mi oído
y despiertan una viola celeste
 llevándome al cielo como las alas de un ángel,
armonizando su son con tus cantares y tus risas.

Siempre amparándome en tu ser
 y se asoman a mi pecho tus sentidos,
temblando mi cuerpo
al sentirte cerca de mí.
La esencia de tu ser,
 principio de un amor sin tregua,
así voy por veredas de la tarde perdida
para siempre en tu embeleso.

Mi rostro feliz,
mis brazos libres,
recorriendo mis sentidos sin orillas,
vuelvo a tu boca olorosa,
quedándome en el deseo creciente de las aguas,
 jugando con tus sueños y mis anhelos.

La esencia de tu ser,
es mi paz intacta
del manantial de mi dicha.