Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 14 de agosto de 2013

Tiempo para amar


Pesares del ayer

Pesares del ayer vuelven a mis recuerdos cual de puerta pesada cuando gira sobre gonces de hierro enmohecido.
Anidaban en las grutas del olvido y ahora pregunto ¿por qué regresan en un sombrío torbellino?  Pesares del ayer renacieron en una mañana apenas comenzaba, áspera y fría cual musgosa bruta y ardieron en el cielo de esa aurora nubes de un rojo intenso como en un conjuro infernal, colmado de bramidos cayendo cual torrentes.
Pesares del ayer como nubes de borrasca me inundan con un ronco eco de dolores idos.
Todo aquello pasó pero aún en mi mente siento remordimientos por no haber sabido actuar con límites y dejar pasar al dolor por mis fronteras que debían protegerme.
Pesares del ayer, mi afligido pensamiento quiere ahuyentar las sombras de aquellos ayeres, de aquellos amores que en vano llegaron a mí.
Pesares del ayer,  recuerdos que deben irse al lugar secreto donde reina la paz y el silencio haciendo irse muy lejos a los tormentos imborrables y a las tristes agonías como son una mano fría dentro de mi pecho.
Quiero que todo lo pasado que provocó dolor se hunda en hondos precipicios palpitando en un viento ardiente como el que sopla en un gigante incendio.
Pesares del ayer, dejadme vivir desde el Hoy la vida en un continuo palpitar de alegrías, esperanzas, ilusiones sin llantos ni gemidos, plena de amores y deseos calmos.
Y poco a poco nacerán los versos, las frases, las prosas, entre perfumes de flores guarnecidas de pimpollos nuevos. Y entre risas y lloros en flor mis prosas volarán en las alas de mis sueños.
¡Versos! ¡Palabras de amor!, me hacen refugiarme en el mundo del olvido sin pesares del ayer, sólo estrofas entonadas como canción de vida.
Pesares del ayer, unos los hundo en el mar, otros cruzan por el éter para que beban luz en las estrellas y no regresen jamás a mis recuerdos que tan sólo quieren revivir los mejores instantes de felicidad de los ayeres de ayeres y en este Hoy dormitar en el silencio de la luna llena rodeada de luces brillantes de amores nuevos. 

Mar de lágrimas

Mar de lágrimas, inunda mi rostro frío colmado de sal, tristeza infinita que se arraiga en mi alma porque tú no estás a mi lado.
¿Cuál es la razón de llorarte tanto amor?
La desazón de mi espíritu me lleva a llorar a orillas del mar en noches serenas y cálidas.
 Y lloré un río de lágrimas hasta quedar exhausta y sin sollozos.
Mis heridas y dolor se han ido ya con las lágrimas, me siento vacía esperando el mañana que me traerá un nuevo amor verdadero pleno de cariño y ternura.
Mar de lágrimas, en mi corazón todo lo que existe ahora es sólo el dolor del duelo basado en la nostalgia de un amor pasado como humo en el viento por el amor perdido.
Mar de lágrimas que como gotas de sangre migran a mi corazón fluyendo a través de la ventana del alma con mis rotas emociones.
Son sollozos de un sueño de un amor perdido y que nunca pude encontrar en una búsqueda eterna de ti, mi amado, mi pasión única.
Mar de lágrimas, mensajes silenciosos de esta vida, columpiándose en un dulce retraso de un morir que no perdona.
El destino se estremece en la punta de una rama cuando al pesar de la gota hace inclinarse a la hoja ya casi rendida.
Mar de lágrimas en un puro silencio se deslizan suavemente con su gran menuda carga, de tanto y tanto cristal celeste, de gotitas de dolor y aflicción.
Mas no me doblego, no me rindo, me yergo y me alzo entre luces de diamantes en volandas me voy en búsqueda del amor soñado.
Morir, vivir, equilibrio estremecido, son pausas entre vida y muerte creando en mi entorno hondas de calma.
Tantas lágrimas perdidas, tantas huellas en mi piel, ya no rompes mi silencio, nada es igual que ayer.
Mar de lágrimas no puedo permitir que el mundo gire en el recuerdo, puedo desafiar la oscuridad y vivir entregando mi corazón roto a quien no cree en el amor.
Volveré a pensar en el sueño que por ti abandoné, en un renovar de alegrías y gozos mi vida se tornará feliz y placentera entre soplos de aires cálidos en torno a ondas de calma.
Mar de lágrimas entre brisas frescas, el alma siente que pasa por ella algo nuevo, es el sendero a un nuevo cauce con un gozo nunca sentido, un verdor, una alegría, unas estrellas y un río que me lleva a un nuevo mundo de amor. 

Caminos olvidados

Caminos olvidados, senderos transitados en el ayer, no están entre los recuerdos que dieron calor a mi corazón.
La vida, vivida a pleno, nos lleva por lugares y momentos sorpresivos, penosos, pesarosos, inquietos y de amores falsos y verdaderos.
Caminos olvidados, sin cercas ni trancas, sin puertas con llaves ni candados, abiertos a la vida para sentir, amar y sufrir en momentos que se proyectan al hoy y al mañana si no los dejamos en el olvido.
Caminos olvidados, trillados, con huellas hondas y barrancos profundos que dejaron marcas en nuestro corazón pero que sensibilizaron nuestra alma para que en el Hoy sea transparente y diáfana y dé todo su amor por todos los rincones de este cercano mundo en el que vivimos con fe y esperanza.
Caminos olvidados, los vislumbro lejanos, distantes, entre curvas y vueltas perdiéndose en la nada, me han dejado experiencia y ganas de vivir a pleno.
Desde estos caminos olvidados nacieron de a poco mis primeros poemas de amor, senderos con palabras etéreas, frases dulces, letras que comenzaron a inundar mi mente para enlazarse y caer, sin darme cuenta, en papeles traídos por el tiempo.
Caminos olvidados, espejos del recuerdo, mis pasos resonaron en las aceras solitarias de la vida y se perdieron en la cinta del eco enredados entre el follaje entretejido de dolores, alegrías, amores, apurando la vida en la breve llama de la inmensidad del tiempo.
Caminos olvidados, me llevan en instantes a recuperar la azucena jubilosa de la infancia, a sentir el goce del primer beso de amor.
El ayer no fue sólo momentos de tristeza ni de cansancio de los días, ni de miedos con temores, también fue un dichoso sendero de música y de formas, de cantos y risas, de amores vividos sin sombras ni pesares.