Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 21 de septiembre de 2015

La vida me lastima


Un día triste sin ti


Un día triste sin ti,
no quiero más la melancolía, el llanto,
la tristeza, por no estar a tu lado.
La vida es todo,
vivir amando es lo máximo,
todos nuestros semejantes, pero no es sufrimiento ni dolor,
porque si es así , el amor debe desaparecer.
Y no te espero más allá,
de los fines y los términos.
Miras de pronto a lo lejos.
Clava la mirada allí, no sé en qué
y te dispusiste hacerlo, ya tu alma afilada de saeta,
buscará otra mirada para conquistar.

Un día triste sin ti,
yo no te miro más a donde miras,
yo te estoy viendo mirar.
cuando te fuiste,
retorné a ese sordo mundo sin diferencia del grano,
de la gota en el agua, en el peso.
Una más seré yo al tenerte de menos y así  perderé mi nombre,
mi edad, mi señas, todo perdido en mí, de mí.
Vuelvo al osario inmenso de los que no se han muerto
y yo no tengo nada más que perder en esta vida.
no quiero que te vayas dolor,
última forma de amar,
me estoy sintiendo vivir , cuando me dueles,
no en ti, ni aquí, más lejos, en el año,
de dónde vienes tú, en el amor tuyo
y todo lo que fue.

Un día triste sin ti,
si no estuvieras en mí dolor,
tristeza irrefutable,
yo ya no te recordaría más.
esta verdad me asegura que nada fue mentira.
y mientras cada tarde siento en mí alma,
dolor, tristeza, se dan la prueba,
a lo lejos de que existió nuestro gran amor,
de que me amaste, sí de que yo aún te estoy queriendo.
Estoy sumergida en un mundo de desolación,
de que no tiene al lado otro ser,
un dolor ajeno, del que está sólo,
ya sea con su pena.

Un día triste sin ti,
queriendo consolar en tu quimera el gran dolor,
que es todo mío.
Aún estoy aquí- según creo- viva
y escribiendo estas cartas de amor,
que tú con tu huida inspiraste en mí.
¡ilusionista, inimitable, vendedor de tristezas,
el todo poderoso amor perdido! 

Balada de una soledad


Balada de una soledad,
a veces, el tiempo me lleva a volar lejos,
a la soledad infinita, esa que no te deja volver,
a amar.
La eternidad es frágil,
que busca como un férreo tañido de campanas.
Tiembla el aire, tiemblo yo al pensar en ti,
que no te tengo conmigo,
pero esto debe quedarse en el pasado,
ingrávido,
lejano, para que la  vida vuelva a renacer,
plena de amor nuevo,
cantos,
risas,
alegrías sin par.

Balada de una soledad,
dejo atrás la tristeza, el llanto salado,
la angustia inquietante, las ansias locas de volver verte,
y aunque me alejo cabizbaja,
empañada la voz,
quebrada el alma, triste, exánime,
no derramó ni una sola lágrima,
todo debe ser ya muy nimio,
para decirte mucho, poco o nada,
de que lo nuestro terminó,
ya para siempre.
trataré  de que mi voz en tímidos fanales,
de un nuevo amor encienda en el ancho viento,
renovados ventanales en mi propia perplejidad,
en movimiento.

Balada de una soledad,
no puedo creer que yo no sienta el dolor tan intenso,
que recorrió mi cuerpo enajenado,
ahora aguarda que fervorosos estímulos,
recuperen las huellas de mi aliento
y resuelvan en cánticos estivales,
el fuego que me sirve de sustento.
De pronto me pregunto:
¿Quién eres tú mi amado ausente?
¿Dí, llegué a conocerte realmente?
¿O eras tú tan solo un sueño no hecho realidad?
¿o eras un fantasma creado por mi imaginación,
porque necesitaba en ese momento preciso,
amar hasta el infinito y apareciste tú?
Pero vivo en un país de hechicería,
donde la brasa ignora la ceniza.
Y el mirar es un modo azul que atrae,
la brisa y arremansa la alegría.
¿o era la proyección de mi alma soledosa?
¿O a mi sangre brotando lenta por mis venas?
¿o un diálogo inventado?
¿o pura imaginación?
Esta carta de amor ausente es para alguien,
que no conocí,
¿ es esto posible?
Sueño creído, impulso que descarta la unidad,
o milagro realizado, igual volvió.
Pero ¿quién eres tú, amado ausente? 

No sé dónde estás


No sé dónde estás,
mi alma acongojada y triste
no sabe donde ubicarte.

desapareciste súbitamente
detrás de una cortina de humo incipiente,
sin una palabra,
sin un aquejo de sentir adiós.

Sembrando mis dudas
en un camino sin fin,
triste y dolorosa.
Los desconciertos abarcan mis dudas
en mi mente que siempre lleva
 el concierto de tu voz.

No sé dónde estás,
mi alma con las manos frías,
buscando un abrazo de amor
en el transcurrir del tiempo.

No sé dónde estás,
dejare en mi recuerdo
imborrables momentos vividos junto a ti.

¿Por qué te ausentaste dejándome sola
con quebrantos de emociones
que se confunden?

¿Cuál fue la razón
 que se abrieron en mi mente
 los espacios vacíos?
esperando un llamado
me perdí en los tiempos
sin tener una repuesta
a mil insólitas preguntas de tu ausencia.

No sé dónde estás
quiero escuchar tu vos,
esa voz susurrante y dulce,
que quedara en los recuerdos
más secretos de mi alma.
Necesito  estar a tu lado
ni que el tiempo ni la distancia nos separe
y quedemos juntos por siempre.

Dame una señal,
una luz,
una esperanza,
de que volverás a mi
y correremos juntos por las praderas frescas
sintiendo las brisas secas
y el viento que nos eleve
y quedarnos en un espacio infinito,
no nos lleves los otoños
y por toda una eternidad en nuestro nido,
gozaremos el amor con total intensidad.

No sé dónde estás
tantas palabras que esperan,
tantas poesías de amor
perdidas por tu ausencia.
Te seguiré buscando en la claridad de  la noche,
en las frías mañanas del estío
en los crepúsculos de mil colores del cielo azul intenso.
¡Ven a mí!
¡Búscame!