Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 23 de marzo de 2020

Quise


Silencio en tus recuerdos


Silencio en tus recuerdos,
recuerdos de un tiempo,
en el que todo era como había sido,
pero en el que empezamos, casi sin saberlo,
al separarnos despacio, de a poco,
un completo silencio nos inundó.
Tiempo pasado y perdido de lo que en un punto fue y ha sido,
porque aunque se guarden las imágenes,
los archivos sonoros, es un tiempo que se fue,
es un tiempo ya muerto,
es un tiempo que sólo se puede aprender,
mediante un silencio, hueco, frio, gris.

Silencio en tus recuerdos,
te fuiste de mi lado por un apartado sendero,
lentamente, caminando y nunca supe si te fuiste de verdad,
O si estaba soñando
Y empecé en silencio total a escribir poesías,
para tener recuerdos de las cosas,
de las que vinieron y se fueron,
de las doloridas,
de las que me hicieron llorar
y aún de las hermosas.

Silencio en tus recuerdos,
la eternidad es inmensa,
sólo hay silencio, me invade el miedo
y me desespero al gritar sin que nadie escuche,
suplicar y sufrir es mi destino.
pero es mejor estar aquí amándote en silencio.

Silencio en tus recuerdos,
siempre amaré en silencio,
a este amor que dijo ¡adiós!
amarte así en silencio y sólo llevarte aquí en mi pecho.
amarte así frenéticamente y así en mi soledad serás mío.
Amar en silencio…
es permitirle a mi pensamiento,
cabalgar en haras del viento

recrearte en cada mañana gélida o tibia alborada,
en la que vislumbro tu figura.

Silencio en tus recuerdos,
a veces me digo “Pasó por aquí”,
pero tú no sales al exacto centro puro de ti mismo,
son los rumbos confundidos los que te voy buscando.
Con la risa o con las voces, ambos juntos,
descabalamos en silencio que no duele,
que no se siente, creemos que sigue entero.
Si por los días te busco o por los años,
no salgo de un tiempo virgen,
¿fue ese día?
¿fue ese año?
que fuimos felices  tú y yo,
pero no hay señal, porque no dejas huellas detrás de ti.

Silencio en tus recuerdos,
trataré con toda mi pasión de no recordarte más,
ni en silencio pronunciare tu nombre,
ni evocaré los momentos de gozo que juntos, muy juntos pasamos.
Estamos juntos ya siempre por la despedida, inseparables,
al borde mismo del abismo del silencio,
en despedida que ya no olvidaré.

Quisiera que estés presente


Quisiera que estés presente
con el color de tus ojos o tu voz o tu risa.
¿Lo sobrenatural nació quizás contigo?
Hoy estoy pensando en ti…
como lo hice ayer y lo haré mañana.
Mi mente repite tu nombre, mis labios lo gritan,
mi cuerpo extraña el calor de tu cuerpo.
Te extraño, extraño el sabor de tus labios…
 extraño la caricia de tus manos.

Quisiera que estés presente, aquí a mi lado…
Quisiera poder besar tus labios y tomar tu mano.
Pero no puedo, no estás presente
y te busco en una búsqueda incierta, inasequible, eterna,
jugando con nosotros a será o no será.
Sé que te encontraré, estaré siempre al acecho
en las altas madrugadas por si cruzases
por mis soledades entre alas invisibles
que se cruzan y envuelven mi cuerpo esperándote.

Quisiera tenerte a mi lado en el frescor de mi cuerpo
enternecido donde la hierba
se siente ya iniciada entre musgo verde y recién brotado,
entre la sombra de los sauces inclinados.

Quisiera que estés presente
y te entregaría un poema de amor
como puñado de agua límpida,
entre un espejo agradecido
donde acontece tamizada la tarde.
Estaré contigo agradecida
de tenerte entre mis brazos
pero es ardua la empresa, la curva se endereza
y pienso que sin acertar el rumbo ni la escala
estaría mi cuerpo contra el tuyo
 en la alta luz que con ímpetu
resbalaríamos en nuestro nido de amor.

¿Cómo apresar la sosegada llama que te entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama
cuando se incendia pródigo de rojos?
Quisiera que estés presente desvivida por besarte
y mi piel en este estío enamorado
tiembla como adolescente enamorada
y hasta mi corazón multiplicado, arde entre las ramas del cerezo.
Holló mi memoria en una espera cotidiana,
corriendo por mis venas mi amor para ti consagrado,
ajena a la honda espera que el tiempo riguroso sazona.

De repente, llegaste, como llegan las nuevas
que sacuden las entrañas,
 tiembla el aire, temblamos los dos tan sólo con mirarnos,
empañadas nuestras voces, quebradas nuestras alas
sólo sonrisas y cantos, besos sin fin hundiendo
nuestras cabezas confundidas entre nuestros regazos.

Quisiera que estés conmigo siempre ya
que hambrienta de tu amor estoy
y mi cuerpo puro y casto te reclama
fatigando mi corazón y mi respiro.
¡Quiero vivir los besos
con sensación de retorno siempre!

Duérmete conmigo


Duérmete conmigo
Aquí en esta carta tuya
Yo acariciándote el cabello suavemente
Como si un soplo de brisa le regalara amor
Déjame deslizarme por tu piel con ternura
Y dulzura imaginando tus sueños
Y creyendo que me ves desnuda a tus pies.

DUÉRMETE CONMIGO
Me acerco con mi imaginación en la larga dulzura de momento
y fijo mi mirada en tus ojos cansados y lánguidos
besándote desde el aire de tiempo a tiempo.
¿A qué darle palabras a un poema si lo estoy viendo a mi lado,
respirando letras, monosílabos, poemas,
que de tu cuerpo se elevan al aire cálido del amanecer?

DUÉRMETE CONMIGO
Te contemplo alucinada, presa de amor
y me voy al infinito contigo a  mi lado
en ondas sosegadas.
te sigo amando sin tocarte,
en susurros ondulantes escuchando cada palabra de amor,
frases tiernas, que me llevan a amarte cada día más.

DUÉRMETE CONMIGO
Una lagrima salada calló de mis ojos a tu rostro
y te moviste inquieto como cuando quieres estar abrazado a mí
ya despierto y con deseos de estar conmigo
Queriendo sentirme tuya poco a poco
tus manos me buscan a tientas ,
Tu cuerpo semidormido no me deja alejarte de ti.

DUÉRMETE CONMIGO
Y  al despertarte en tu duermevela
fue como un choque de materia  combate de pecho contra pecho
que a fuerza de contactos
Se convirtió en victoria gozosa de los dos
en un prodigioso pacto.

DUÉRMETE CONMIGO
Mis versos mis poemas de amor,
Caen sobre ti con ansias de despertarte pronto
Para que me envuelvas en tus brazos y nuestros cuerpos se unan
¡Despierta ya mi amado amante!
¡Hazme tuya al fin!
que tus besos recorran mi cuerpo
Y yo tiemble de placer en cantares dulces de dicha eterna.

DUÉRMETE CONMIGO
Esta carta es tuya para ti mi amado amante
es la expresión del deseo que siento por ti
Guárdala muy despacio,
En un lugar secreto, es un tesoro inimaginablemente tuyo.