Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 18 de mayo de 2016

Cada minuto


Diálogo de miradas


Nuestras miradas se encuentran,
se buscan,
hurgando nuestras almas
hasta lo profundo,
buscando sin casi rozarnos
el amor que nos envuelve.

Nuestras miradas juegan
en una expresión de júbilo,
de alegría, de compartir,
de reír en una felicidad plena
de fantasía entre lágrimas
detenidas en el instante justo.

Diálogo de miradas
entre ensueños de sonrisas
como preámbulo de lo que va a llegar,
de lo que está por venir,
en abrazos emocionados
con versos que nos cobijan en esta vida.

Diálogo de miradas
que nos dan alivio,
respuestas, soluciones,
emociones intensas,
sugerencias de silencios,
embrujos, sortilegios,
magias que te rodean
y te envuelven en un capullo de amor.

Diálogo de miradas
que nos hacen sentir
como realmente estamos,
flotando en un espacio tiempo misterioso…
pero también mágico y amoroso
entre nostalgias de gozos.

Miradas que como luces de la noche,
chisporrotean sus colores de pestañas,
entre la llovizna de poemas,
la luna, las estrellas
en un lenguaje secreto e íntimo.

Diálogo de miradas,
intenso, excepcional
que nos lleva a una inmensidad de vida
única e invalorable
dándonos el amor que tenemos
guardado muy hondo.

Nuestro diálogo de miradas
nos lleva a una sintonía con lo Eterno,
en el plano real,
lejos del ideal e imaginario.

Diálogo de miradas,
fluidas, sin reservas,
se teje con hilos infinitos,
que como gotas de lluvia,
transparentes y limpias
nos llevan a una visión nueva
y clara de la vida.

Diálogo de miradas
que en el darse el espíritu
se engrandece
y en el recibir se alegra.

Iremos juntos como el viento,
nómades que transitan
por la expansión del universo todo.


Dame un corazón nuevo



Dame un corazón nuevo
que sea mi refugio incesante
entre los vaivenes de la vida
y mi cobijo y mi amparo
para continuar amando.

Dame un corazón nuevo,
para que mis ansias intensas y apasionadas
queden dormidas
para expresarse en el momento
que esté contigo.

Tú y yo somos peregrinos de otras dimensiones
que recalan como lluvia,
como rocío,
sobre lo destruido,
sobre lo repetido,
promoviendo lo regenerado
con nuestros corazones latiendo al unísono,
unidos por un compás vibrante y acorde.

Dame un corazón nuevo,
lleno de miel y sin heridas,
ni pensamientos grises y doloridos,
de lo que quise y ya no quiero
pero que guarde mis antiguas inocencias
y mis románticos secretos.

Dame un corazón nuevo
que sienta los trinos
que da a la aurora el ruiseñor
desde los altos pinos lejanos
y así ir hacia ti sin temores
y sin manantiales de lágrimas en mi alma,
sólo con esperanzas de amor
en mis horas largas.

Dame un corazón nuevo
para pensar en ti a cada instante,
provocándome en pensarte y esperarte
ya que eres el amor que sucumbe
en el espacio más ínfimo de mi ser.

¡Ay amor!
¿Qué le haces a mi corazón?
¿Qué le haces a mi mente
prisionera de tu dulzura?

Dame un corazón nuevo
para crear mis mejores metáforas,
mis más sentidos versos,
sólo sintiendo el sonido
tierno y suave de tu voz
y buscar entre los dos
la felicidad de fuego puro,
abrazándonos sin movernos.

Dame un corazón nuevo
para cuando mañana al despertar,
la vida sea virgen,
plena de luz,
de silencios temblorosos
y haremos que por vez primera
el mundo tiemble en nuestro día,
igual que en las arenas de las playas
perviven vestigios
de un gran barco naufragado.

Dame un corazón nuevo
para que nuestros sueños de amor
sean eternamente duraderos.


Te espero



Te espero en el umbral
de mi pasional abrazo
en la profunda noche,
desprendiéndose tizones
y luminosas chispas,
vertiendo los amantes volcánicos
deseos de eclosión de amar.

Te espero en mi vida,
crepitaste ardiente
las brisas en el silencio inmenso
de la oscura noche.

Ardió en mi delirio tu abrazo creador,
intensa llamarada
de dos cuerpos pletóricos,
inmersos en el amor.

Te espero con ansias de gozos,
con mi ternura ardiente,
abrevarás delicias
que de mi ser anhelante
van hacia ti.

Te espero,
soy tuya,
tómame, abrázame,
vierte en silencio
tus ánforas de fuego
que aceleran el latido de mi corazón.

Te espero,
estoy cerca,
muy cerca de ti,
te quiero a mi lado,
se acelera el latido de mi corazón amante
con tu abrazo leve y tu aliento excitante,
donde enciende la llamarada
que me abraza el pecho.

Te espero
¿vienes amor?,
intensa llama mora en mi pecho
que se inflama
despertando mi ardiente fantasía
y transforma toda la faz de mi destino.

No sé si espero,
amor,
ni si te espero,
pero de pronto estás,
inesperado y me envuelves
en un abrazo cálido de estío.

Reconozco tus ojos de viajero,
tu inseguro silencio,
tu llamado,
tus labios sin mañana
y sin pasado.

Te espero
porque eres un milagro de ternura,
triste y feliz,
eterno y pasajero,
inquieto y firme.

Te espero,
amor ¡Cómo irme!
¡Cómo estar sin estar!
Te espero porque puedo
entristecerme tanto por tu ausencia
que en fantasma de mí misma me torno
y sentirme tan feliz por tu presencia
que los cálices del regocijo colmo.

Pletóricos de dicha,
con dulces sones de músicas
seremos astros del alba,
en la más alta estrella.

Ven…
te espero…
hasta la eternidad.