Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 25 de marzo de 2013

Tu huella que mi mar se llevó


Mi recuerdo eres tú


Mi recuerdo eres tú 
(parece que flota… es tan suave su ir y volver bajo el fanal errante de la luna confidente del bardo peregrino)
Mi última esperanza
(irradias en la sombra todavía siguiendo un ideal que no se alcanza, merodeando en la sombra la ilusión perdida que fue mi guía)
Mi recuerdo eres tú
(y hoy, en este otoño que estoy viviendo y que la vida empieza a declinar, se encuentra mi corazón solo y cansado, sólo me hace feliz tu recuerdo turbando el nocturno desasosiego)
Mi última esperanza 
(tú, mi todo, eres el que despiertas con cada triste sonido, lento toque de notas vagas que el viento lleva a flotar como doliente gemido y de la noche en calma, tú mi melancólico son haces estremecer el alma en vibraciones impredecibles)
Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza que me llevó a la plácida nota larga, tu voz me sigue acariciando y como un suave reproche se desgrana en la calma noche las perlas de las delicias vividas a tu lado)
Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos? Quiero flotar en el éter la aúrea nota que nos unía en un bálsamo efluvio de noche primaveral. ¡Ven a mí!)
Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces  vivimos tú y yo! bajo cielos escarlatas que se extendían inflamando mantos sobre nuestros cuerpos)
Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total en un viaje completo de la vida, te quiero en su trayecto en bacanales, algazaras, proezas musicales, en una gesta al abordaje de la felicidad y de la paz eterna)
Mi recuerdo eres tú 
(por ti anduve en el mar, altiva como una ola, una ola desnuda y sola estallando en cada cabriola y desgranándome al recordarte en cada instante) 
Mi última esperanza
(por ti, un hondo estremecimiento se aquerenció en mi interior y destelló en derredor, un símil del paraíso al pensar en ti) 
Mi recuerdo eres tú
(serás siempre un horizonte plomizo en mi vida quedando siempre un goce en mi corazón y en mis manos desoladas, entristecidas, marcadas, donde mi piel te recordará siempre)
De nada me arrepiento, pues la verdad de un momento se grita como absoluta aunque al final de la ruta otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre, ardida en ardientes lumbres, en un eterno recomenzar.

Tengo


Tengo las manos colmadas de deliciosos momentos vividos con intenso amor, plenas de recuerdos inolvidables y de penas ya olvidadas.
Tengo mi cielo de día con un vestido azul y un botón de oro, de noche con un vestido de luto y un botón de nácar.
Tengo de día todo el esplendor y el brillo por que es cuando llega el amor, de noche me sumerjo en la invisibilidad porque es cuando el amor se aleja.
Tengo todos los encuentros fugaces entre luces distantes y azahares sin respuesta.
Toda mi vida me palpita encendida entre tus brazos, cuerpos finos y delgados, todos miedosos de carne.
Tengo, desde que naciste, al son de mis deseos viola de amor, altar en el Olimpo, cintura cincelada en nácar verde y perfil modelado en blanda cera.
Tengo el calor de tus hombros enlazado, apretado en mis brazos y me siento en la cima de los cielos con la tierra.
Crecías hacia dentro de mis dedos cuando herías mi piel con tu belleza y al roce y al llamado de tus ojos tengo en mi alma todos los poemas alzados desde mi sangre.
Te tengo en el verde follaje levantado del árbol donde pierdo mi albedrío y en el viento caliente de estío y en la orilla del amor enamorado.
Tengo mis sentidos creciendo a tu espalda, flamígeros cipreses en hileras por los aires, un círculo amarillo me inundaba de cuerpo entero.
Tengo tu figura vedada a mis poemas, a mis prosas de amor como un cerco de jóvenes olivos.
Tengo en mi boca tu nombre y llevando las manos a tu pecho, amor, desnudándote, caminas sobre el muro que cerca mi silencio.
Tengo un aire domado por donceles, ramos verdes que rodean mi sosiego posando un viento en mis labios que te acercan más a mi y soy feliz.
Eres mi sol y mis cánticos unánimes, el brillo de mis bienes ya logrados y el aire para el vuelo de mis ángeles.
Tú conservas los labios sobre el musgo y tu nombre en el silencio, riela, espero que no te apartes nunca y siempre nazcan de tus ojos el verde azul que refresque mis sentidos.
Tengo, te tengo, tengo todo en mí, eres mi luz en el zócalo del viento rezagando mi camino, ancla de oro y cadenas de mis anhelos.
Eres mi música del viento, tan leve en extensión al amparar su son tan breve tiempo.
Te tengo y al tenerte ¡qué sensación tan profunda arranca de mis entrañas! ¡Qué grito de amor desgarras de mis poros y mi sangre!

Nuestro tiempo es Hoy


Nuestro tiempo es hoy, este segundo, este instante, porque las vidas para ser fluidas cantan con los pasos. Hoy estoy aquí pensando en ti, no es la tensión, la melodía de la vida, no es la postura que se tiene como permanente y constante de cansancio y tristeza, no está hecha la vida para romperse cada día. 
¿Adonde se va viviendo un hoy que fue ayer?
Busco y contemplo con ansias el amor del Hoy, el que me sorprende con su mirada de ternura y mimos.
Y en la medida que el ser se entrega… ¡a través de él!, se traduce la fuerza que le anima.
Nuestro tiempo es hoy, te necesito en este momento, anhelo tus besos, tus caricias dulces, tus abrazos profundos y como en el transcurso suave de cada día ir tras el amor esperado, anhelante, ese algo que penetra en cada respiración, en cada suspiro, ¡que se da en cada sabor! 
Nuestro tiempo es hoy, que se balancea en cada visión, ¡que canta!… en cada palabra, en cada verso, que nos inunda en todo nuestro interior.
Nuestro tiempo es hoy, quisiera detenerlo para mirarme en tus ojos, para contemplar tu sonrisa, hoy quisiera caminar sin prisa mientras se moja mi cara con la brisa y despertarme contigo cada mañana.
Nuestro tiempo es hoy, no me pidas más del que te puedo dar, quizás mañana ya sea tarde, el amor al pasar no se va a detener al verte.
¡Que haya en nuestros tiempo sensibilidad, entendimiento y amor mutuo! 
Nuestro tiempo es hoy, sin limites ni fronteras, si de ilusiones y fantasía. 

Mi recuerdo eres tú




Mi recuerdo eres tú

(parece que flota… es tan suave su ir y volver bajo el fanal errante de la luna confidente del bardo peregrino)

Mi última esperanza

(irradias en la sombra todavía siguiendo un ideal que no se alcanza, merodeando en la sombra la ilusión perdida que fue mi guía)

Mi recuerdo eres tú

(y hoy, en este otoño que estoy viviendo y que la vida empieza a declinar, se encuentra mi corazón solo y cansado, sólo me hace feliz tu recuerdo turbando el nocturno desasosiego)

Mi última esperanza

(tú, mi todo, eres el que despiertas con cada triste sonido, lento toque de notas vagas que el viento lleva a flotar como doliente gemido y de la noche en calma, tú mi melancólico son haces estremecer el alma en vibraciones impredecibles)

Mi recuerdo eres tú

(fuiste mi mundo de venturanza que me llevó a la plácida nota larga, tu voz me sigue acariciando y como un suave reproche se desgrana en la calma noche las perlas de las delicias vividas a tu lado)

Mi última esperanza

(¿es que acaso ya no estaremos más juntos? Quiero flotar en el éter la aúrea nota que nos unía en un bálsamo efluvio de noche primaveral. ¡Ven a mí!)

Mi recuerdo eres tú

(¡qué instantes más frenéticos y voraces  vivimos tú y yo! bajo cielos escarlatas que se extendían inflamando mantos sobre nuestros cuerpos)
 
Mi última esperanza

(no quiero que seas mi silencio total en un viaje completo de la vida, te quiero en su trayecto en bacanales, algazaras, proezas musicales, en una gesta al abordaje de la felicidad y de la paz eterna)

Mi recuerdo eres tú

(por ti anduve en el mar, altiva como una ola, una ola desnuda y sola estallando en cada cabriola y desgranándome al recordarte en cada instante)

Mi última esperanza

(por ti, un hondo estremecimiento se aquerenció en mi interior y destelló en derredor, un símil del paraíso al pensar en ti)

Mi recuerdo eres tú

(serás siempre un horizonte plomizo en mi vida quedando siempre un goce en mi corazón y en mis manos desoladas, entristecidas, marcadas, donde mi piel te recordará siempre)

De nada me arrepiento, pues la verdad de un momento se grita como absoluta aunque al final de la ruta otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre, ardida en ardientes lumbres, en un eterno recomenzar.

Tengo



Tengo las manos colmadas de deliciosos momentos vividos con intenso amor, plenas de recuerdos inolvidables y de penas ya olvidadas.
Tengo mi cielo de día con un vestido azul y un botón de oro, de noche con un vestido de luto y un botón de nácar.
Tengo de día todo el esplendor y el brillo por que es cuando llega el amor, de noche me sumerjo en la invisibilidad porque es cuando el amor se aleja.
Tengo todos los encuentros fugaces entre luces distantes y azahares sin respuesta.
Toda mi vida me palpita encendida entre tus brazos, cuerpos finos y delgados, todos miedosos de carne.
Tengo, desde que naciste, al son de mis deseos viola de amor, altar en el Olimpo, cintura cincelada en nácar verde y perfil modelado en blanda cera.
Tengo el calor de tus hombros enlazado, apretado en mis brazos y me siento en la cima de los cielos con la tierra.
Crecías hacia dentro de mis dedos cuando herías mi piel con tu belleza y al roce y al llamado de tus ojos tengo en mi alma todos los poemas alzados desde mi sangre.
Te tengo en el verde follaje levantado del árbol donde pierdo mi albedrío y en el viento caliente de estío y en la orilla del amor enamorado.
Tengo mis sentidos creciendo a tu espalda, flamígeros cipreses en hileras por los aires, un círculo amarillo me inundaba de cuerpo entero.
Tengo tu figura vedada a mis poemas, a mis prosas de amor como un cerco de jóvenes olivos.
Tengo en mi boca tu nombre y llevando las manos a tu pecho, amor, desnudándote, caminas sobre el muro que cerca mi silencio.
Tengo un aire domado por donceles, ramos verdes que rodean mi sosiego posando un viento en mis labios que te acercan más a mi y soy feliz.
Eres mi sol y mis cánticos unánimes, el brillo de mis bienes ya logrados y el aire para el vuelo de mis ángeles.
Tú conservas los labios sobre el musgo y tu nombre en el silencio, riela, espero que no te apartes nunca y siempre nazcan de tus ojos el verde azul que refresque mis sentidos.
Tengo, te tengo, tengo todo en mí, eres mi luz en el zócalo del viento rezagando mi camino, ancla de oro y cadenas de mis anhelos.
Eres mi música del viento, tan leve en extensión al amparar su son tan breve tiempo.
Te tengo y al tenerte ¡qué sensación tan profunda arranca de mis entrañas! ¡qué grito de amor desgarras de mis poros y mi sangre!