Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 9 de marzo de 2020

Insólito


Experiencia vivida


Experiencia vivida,
imborrable, única,
que dejó honda huella en mi alma.

En mi mente
 las imágenes pasadas me sonríen,
contemplo como desde un pasado ignoto
las emociones profundas
embargaron mi corazón.

Y en la mujer poeta
 un pájaro, una flor, un mirlo
y una violeta
 habitan en su interior.

Experiencia vivida
en la cual amarte me llevó a lo Inmenso,
sumergiéndome en un océano de amor vibrante,
pleno de vida.

Nuestros abrazos eran anhelantes y fundidos,
y nuestros besos ansiosos y apasionados
en nuestro nido,
 refugio donde nos recogíamos,
replegándonos cálidamente.

Experiencia vivida
que como en una verdadera partitura
nos amábamos entre ritmos,
estilos y secuencias sonoras.

Y al estar juntos,
de mi alma brotaron mis versos apasionados,
míos, muy míos,
que te seguirán buscando
para que tuyas sean todas las estrofas
que de mi lira van brotando
como sones de visiones
que no dejarán de buscarte.

Experiencia vivida,
 siento que no te he perdido para siempre
 aún no estando en el cercado de tus brazos
ni viendo tu fuego que en los fuegos arde.

¿Recuerdas nuestras noches juntos?
 las siento dentro de mí
y en la sombra nocturna del éter,
en la inmensidad
aún bajo la luna triste y taciturna,
vago en pálida soledad
como vagabunda del cielo y la Tierra
con la perenne inquietud de encontrarte
y encerrarme en tus cálidos brazos.

Experiencia vivida
con intensidad total
ya que juntos pasamos
por la senda estrecha
en los grandes zarzales de la vida,
sin desgarrar mis blancas vestiduras,
sin sentir dolor ni pena.

¿Viviré sin estrechar sin fin, sin pena,
mi gran amor detrás de tu solo cuerpo posible,
 tu dulce cuerpo pensado?
Experiencia vivida,
¡qué dicha sentir el cercado de tus brazos
 y vislumbrar el fuego de tu mirada!

Entre temblores, delicias y abrazos
dejamos siempre atrás el pasado sufrido,
el pasado ido,
para vivir instantes de júbilos
y promesas puras.

¿Podré vivir en la mitad de ti,
sin sentir lo que yo más deseo
 y ahora no tengo,
tus besos plenos, nuestros abrazos?

Experiencia vivida
se siente tu ausencia,
no te he olvidado,
te sigo amando
al son de mis deseos
como viola de amor
 el ángel verde de la esperanza
me está guiando hacia ti.

¿Cómo lograr apoyar
totalmente mi amor
sobre tus hombros
y fundir mi figura con tu bronce
en un imposible hecho posible?
Experiencia vivida, única, inolvidable,
imperecedera para siempre.

Infinita Espera


Infinita espera,
si no me tienes,
si no estás a mi lado,
mi sonrisa es fría
y sólo queda
un abrazo triste.

Inútil que te busque
y te persiga
 debajo de la piel de mis sentidos,
se mueven tus distancias como alas,
 ¿por qué no vuelven
tus labios a los míos?
Infinita espera
de amorosos recuerdos,
 tristezas lejanas,
cariñosas memorias
que vibraban cual sones de un esperar.

Añoro la presión de tus manos,
las noches de fiesta
a tu lado.
Infinita espera,
 ¡cuán larga es esta desesperada nostalgia!
Días que brotan
 llenos de tu ausencia
en la esencia de mi vida
pasando a mi lado indiferente.

Infinita espera
de luna plateada
como espada en cuyo filo
duerme el amor,
me duele el alma
donde anida el trueno
 cuando tu cuerpo
se va
como un rayo
que no hiere,
mata.
Mi melancolía se llena
de añoranzas de pensar
en tu voz dulce y armoniosa.

Infinita espera,
 tu mirada que añoro
en mis noches solitarias,
 erizaba mi piel
de claros reflejos
de luces cálidas y tenues.

Me niego a despertar
y no tenerte a mi lado
detrás de tu perfume
que se negó a partir.

En oleadas de vientos
y humos
renace la esperanza
 de que esta infinita espera
llegue a su fin,
tú vienes…

Y yo sueño que Hoy…
tal vez mañana…
quizás un día
yo estaré en tu destino,
abrazada a ti
como tu amada amante.

Infinita espera,
 llega de improviso
 el idilio esperado
de vida sonriente
al sentir tus pasos
nuevamente.

Enséñale a mi boca
que te nombra
que has escuchado mis llamados
para apoyar mi amor
sobre tus hombros
en la luz matinal
que brilla de claros surtidores
en la espuma de la esperanza
de que la espera
llegó a su fin
y con sus nubes
el poniente fragua
y otro cielo rosado
y verde oscuro
en los espejos trémulos
del agua
 nos reflejó a los dos.

El pálido rocío de tus ojos
se encendió por altísimas veredas
 y al dar tu corazón
el primer impulso
volcó por mis sentidos
sangre nueva.

Infinita espera,
ya no existe,
tu estás apoyado
en la mañana
llenándome de luz,
de primavera
mi alma ascendiendo
 la vida por tus hombros
y en tus manos
temblando una estrella,
un aire estremecido de ternura
llena mi mundo interior
con tu presencia.

¡Vibrad liras sonoras del espíritu!
La infinita espera ha terminado.
¡Álzate inspiración,
 la mujer poeta canta!

Agobiante


Agobiante,
azotada por fuerzas temibles,
me siento zarandeada
como marioneta al viento,
me empujan,
me arrastran,
me hacen temblar,
 me inclino
 hacia la madre tierra
buscando refugio
y la invisibilidad.

Agobiante,
 ¿por qué los signos maléficos,
 las sombras oscuras,
 las envidias inevitables,
no me abandonan
 y me hacen dudar
de mis actos,
los que creo venturosos,
dignos,
necesarios?

Agobiante,
mi vida serena
dejó de serlo,
me acosan sucesos siniestros
que mi alma rechaza,
 se cierra
como pétalos de la flor
que no alcanzó a ser fruto.

¿Dónde está la humildad,
 la solidaridad,
 la ayuda mutua,
 tan necesarias
para crecer
y amar hasta el infinito?

Agobiante,
es vivir entre errores,
 sin culpas,
en equívocas ideas,
entre heridas
que como saetas finitas
con espinas de rosas
 se clavan,
 hundiéndose en mi alma
 y dejándome exhausta,
triste,
solitaria,
sin mí misma,
vacío el espacio de mi mundo interior
pero siempre,
 defendiendo su verdad clara
y pura,
plena de amor
aún sangrante.

Agobiante,
quiero volver al mundo
de las sonrisas
que se despiertan cada día
al clarear el alba,
al mundo mágico de las almas puras
y plenas de amor
que me rodeen
y giren en vueltas eternas,
 los Ángeles áureos
protegiéndome del mal,
 la traición,
la mentira.

¡Bendita es la vida con amor,
existencia prodigiosa
sin recuerdos dolorosos,
sin memorias sufrientes!

¡Vivir de frente
hacia ese dónde
que nos conduce a la paz de alma,
 queriéndolo,
 buscándolo!

Agobiante,
necesito estar acompañada
por las ansias de ese inmenso querer
de estar conmigo,
riendo,
 danzando,
cantando
en cada segundo
de mi vida.

Ir hacia el paraíso
de los tiempos del alma
 y renacer
 las palabras de amor escondidas
en la memoria de tiempos ya idos,
 frases,
poemas,
 sílabas entrelazadas
que corren hacia el papel
que las espera dormido
en una somnolencia de luces apagadas
 que comienza a vibrar
al recibirlas ansioso
y expectante.

Mi cielo se está
 volviendo nítido,
todo alado de olvido,
 lleno de esperanzas en vuelo,
ahora comienzo a vivir
el Hoy,
 conmigo misma.

¡Qué dicha vivir en la dicha,
plena,
del estar sin vagar
y sin rumbo,
sólo vivir en gozosos instantes
que nunca serán iguales!

¡Toda la vida es única!
 vivámosla en los días
y horas
en que fuimos felices,
lejos del agobiante dolor
 que pudo rozarnos.