Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 3 de octubre de 2012

ENSÉÑAME A QUERERTE



Cobíjame en tus brazos, enséñame a quererte, recoge de mi huerto frutos nuevos, celestiales, frutos de amor, de vida.
Enséñame a quererte en el ocaso y sin dolor. Eres amor nuevo  lleno de esperanza, cariño celestial venido a existencia.

Puedo darte más, disfrútame, quiéreme, puedo darte magia.
Sol de medianoche, aurora boreal, olvidé contigo caminos pasados, sendas recorridas.
Puedo acariciarte porque estas conmigo, me siento protegida y amada.

Dame de tu boca el consuelo  eterno. Satisfacción divina tenerte a mi lado, ambrosía dulcísima sentirte en mis brazos. Has llevado al olvido sueños inconclusos.
Quiero seguir tu huella es  la huella de un vivir todo transido de amor.

Anhelo bendito encontrar tu mirada, mirarme en tus ojos. Empecemos un nuevo camino juntos compartiendo dichas, resolanas de pasión que iluminen nuestros días.

Enséñame a quererte, yo aquí estoy dispuesta a recibir de ti lo que me entregues
Compartamos amaneceres y crepúsculos juntos.
¿Te invito? ¿Vendrás?... Pero si vienes por favor cuídame, no dejes que el amor se deshoje como las rosas al final del camino, dame razón para vivir, que pueda hallarme en tus ojos y sentirte sólo mío para quererte hasta el fin de los caminos…

Enséñame a quererte y viajemos juntos, muy juntos al insondable mundo de los amantes del siempre…


Cálidos crepúsculos

Esperar


Ahora mi tiempo ha aprendido a vivir con pausa, a saborear los pequeños espacios y a continuar esperando esos momentos que tú me das.
Esperar hasta encontrarme con mi yo desconocido y aprender que se puede volver a amar intensamente en la madurez de la vida.
Sin límites, sin rubores, sin titubeos, sólo queriendo que suceda lo inesperado.
Esperar a que sea posible, dejarse ver uno mismo tal cual siente y desear que tú me veas así. Sin ángulos, sencillamente con el corazón abierto y el deseo compartido.
Esperar que el querer exista por sí mismo, sin necesidad de pautas ni promesas, sin esperar nada a cambio, sin recompensas, sólo el deseo de dar.
El Amor… es esperar por ti, idealizando el arte para amar haciendo que los sentimientos que clamo broten por doquier.
Esperar que mis letras de amor para mi hombre amado le lleguen con todos los sentimientos engalanados con mi aroma y mi ser.
Esperar que fluyan de la pluma, las letras, las palabras, las frases, las estrofas , exaltando el valor del amor en forma de bellas inspiraciones.
Ya no hay respuestas que deba esperar ni fantasías que no haga realidad, mi amor ya no tiene un tiempo, es ahora, aquí… para siempre.
Esperar es todo ¡qué absoluto portento!
Esperar el fundirnos uno en el otro, para que el anhelo creciente, la distancia recorrida nos una para aspirar del todo la imperiosa fragancia, proyectándose los cuerpos más allá de la vida.

Lágrimas al viento



¿Por qué sólo yo sé lo que calla mi silencio y lo que guardan mis recuerdos?
¿Cuál es la causa de que mantos de lloviznas, de lágrimas, inunden mi rostro y el viento las reciba desde mis mejillas?
¿Tú sabes del vacío que dejaste dentro de mi ser sin sentirte a mi lado, entre tus brazos?
¿Acompañan la inmensidad, las ansias o tengo tan sólo junto a mí la música que me recuerda a tu presencia?
¿A dónde te llevaste las lágrimas que bañaron mi cuerpo en espigas del sol recién abierto?
¿En cuál aguacero, de qué tierra lejana me estaré derramando para abrir surcos nuevos?
¿O si acaso, cansada de tu ausencia, mis lágrimas al viento se estarán congelando en cristales de hielo?
¿Por qué tú fuiste el único hombre que besaste mi alma al besar mi cuerpo?
¿Qué frescura me mueve a quedarme en el alba en la que tú, despacio, sin prisa, te alejaste de mi lado?
¿Cómo mueren los últimos recuerdos que me ataban al tren del pasado?
¿Dónde están mis lágrimas tristes que nacían de mi alma al no sentirme más amada?
¿Cuándo sentiré que llegaré a tu alma y que tú, en el horizonte nuestro, desdibujado por mis lágrimas, tú me estás esperando?
¿Sabes tú cuando se unirán nuestras risas, más blancas que el blanco y cual milagro en la luz de una lágrima, se besarán tu llanto y mi llanto?
¿Por qué mi alma se eleva en un viaje alado saltando claridades recogiendo el sol en los tejados y dejando tristezas y llantos en nubes ligeras que surcan el aire?
¿Cómo iniciar el camino del olvido, de nuestro amor ya pasado, buscando otro sendero, suave, que me lleve, sin remover los recuerdos a otros brazos que ansiosos me esperan?
¿Cuándo se abrirán las cortinas de mis lágrimas al viento, dejando que mis ojos se unan a otros ojos en todas las pupilas del espacio?
¿Cómo anudaré mis emociones para que la sonrisa traiga a mis manos la alegría y la esperanza de una nueva vida?
No quiero más gritos de lágrimas al viento, me suelto a la pureza de un amor sin ropajes, seguiré mis ansias como el sol en los pétalos, vida del hoy y del mañana, en un batir de inquietas fuentes, en un inmenso río, corriendo hacia la paz y el amor perdido.

Comienzo y final



Comienzo…
Cuando yo alcé los ojos, con una mirada dulce y tierna para mirarte
(Comienzo y final)

Tú alzaste tus ojos para mirarme hasta lo hondo de mi alma.
(Comienzo y final)

Surgió esa palabra que iba yo a decirte de todos nuestros recuerdos vagos.
(Comienzo y final)

Se te asomó a tus labios como una bendición de amor sin siquiera pronunciarla.
(Comienzo y final)

Nunca fui primera yo en confesar mis hondos sentimientos, ceñida en mi silencio secreto y misterioso.
(Comienzo y final)

Tú no fuiste el último, los dos exactamente a un tiempo mismo, juntos, gozamos de nuestros abrazos, nunca truncos.
(Comienzo y final)

Y así fui yo hacia ti, en cada instante nuestro que nos unía entre nuestras manos temblorosas e impacientes.
(Comienzo y final)

Venías tú hacia mí con una arrolladora fuerza en una identidad que nos unía salvados de perdernos en la nada, temeroso de no encontrarme.
(Comienzo y final)

Te abracé al verte sin moverme, sintiendo la felicidad como un huracán de besos con una misión de fuego puro.
(Comienzo y final)

Me hiciste llegar frases de amor repetidas siempre pero que no son nunca las mismas, brillando en tu pecho infinitas estrellas a las que un mismo sol les presta luz a todas.
(Comienzo y final)

Vienes a mis brazos, despertando a la vida virgen y pura y con un monosílabo: “sí”, tiembla el aire de amor en nuestro día único, eternamente duradero.
(Comienzo y final)

Me buscas en el gran horizonte solo, para poder contemplarme, feliz de encontrarme, atónito de sentirte amado.
(Comienzo y final)

Busco tu rostro amado, tu voz tierna y suave, tus manos sabias, te busco a ti en todos los rincones, en mi sed de infinitud.
(Comienzo y final)

Vas tú por el aire en vuelo de pájaros sin nidos, oteando a lo lejos los colores del arco iris para encontrarme y amarme.
(Comienzo y final)

Los dos, tú y yo, como dos en uno, en el comienzo labramos nuestro destino, caminando juntos bajo cielos altos que prometen todo lo que se necesita para vivir sin despedidas ni final.