Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 18 de julio de 2017

Despues de tu partida


Amante infiel


Amante infiel

¿Por qué abandonaste
tu lecho de amor
que te brindaba calor,
 ternura,
pasión?
¿Cómo cambiaron
sin darme cuenta
tus sentimientos
que tanto me entregaron,
un torrente de amor,
romanticismo,
sensualidad,
 belleza de espíritu
y entrega de corazón?

Amante infiel

¿Cuándo mi luz
dejó e brillar para ti
y muy despacio
 te fuiste alejando
buscando otros amores?
¿Por qué fuiste
desleal a nuestros proyectos
de amor
compartido y total?

Amante infiel

¿Cuándo dejé de seducirte
con mis besos apasionados
 y caricias provocadoras?
¿en qué momento
mis palabras encendidas
de amor,
mis labios ardientes,
mi excitante ansiedad
dejó de encender tu fuego?

Amante infiel

¿Cómo no te diste cuenta
 el hondo ardor
que me provoca en el corazón
 tu traición,
dejándome en noches de hastío?
¿Será posible
que no te alcanzara
 mi entrega
desnuda y fogosa,
mí perfume en tu piel,
mis marcas ansiosas,
mi pasión sin fronteras?

Amante infiel

¿Soy yo
que creí vivir un gran amor
en un solo lecho
y no era verdad?
¿Debo despertarme
cada día
tropezando con el sol
y no tener respuestas?
¿De qué sirvió tanta entrega,
 tantos proyectos
de un existir juntos,
amándonos por siempre?

Amante infiel

¿Recuerdas
cuando abrazados
escuchábamos el ritmo del océano
dejando que el deseo
 se fuera desplegando
lentamente
 hasta que tus manos
se convertían
en colibríes impacientes?
¿Y aquel momento
cuando me desnudaste
 por vez primera
mientras la marea
 iba subiendo
y las olas borraban
 nuestros astros?

Amante infiel

¿Cuándo dejé
de ser tu dueña
y se dejó de reflejar
mi mirada invisible
en tus pupilas?
¿Y el gran hervor
de cuerpos
dejó de proyectarse
 en una llama viva
y empañó los cristales
de nuestro amor
deseoso de disfrutarnos mutuamente?

Amante infiel,
no soy ya más la espera,
la que te sueña,
la que impaciente
 aguarda tu llegada,
todo eso quedó atrás.
Ahora no espero más
verte llegar,
mi cuerpo no necesita
de tus besos,
mi alma no vive
de tus recuerdos,
 ya eres el pasado,
abro mi alma
esperando el roce de otros labios
y promesas de otro amor
que no hiera,
que sólo ame.

Néctares y efluvios




Néctares y efluvios
que llegan a inundar
 de maravillosos colores
 mi mirada,
la de los ojos inquietos
y hienden el aire
 con aromas tiernos
de deseos ansiosos de degustar
con amor
su mezcla de sabores,
olores,
pinturas de rojos,
amarillos,
verdes
que entre brillantes compuestos
 se unen para crear la belleza
perfecta
 de la creación.

Como tejidos por manos aladas
colmadas de tesoros,
misterios y luces
que como débiles rayos de sol
son para mi amado
 como rosas y lirios
sembrados para su deleite y goce.

¡Oh! tus labios se endulzan con la miel
y la canela
y el aroma de la menta
nos envuelven
como copos de delicias
jamás imaginadas.

Néctares y efluvios
nos llegan
 porque nos amamos y vivimos
en el sol de nuestros ojos novios,
como el sol del verano,
del goce perfecto
y entre almíbares de agua de rosas
o de azahar,
entre el zumaque
y las nueces,
manzanas y limones,
nuestro amor crece
y sentimos en nuestra piel
el rocío dulce de pasas
y piñones
 que nos hacen abrazarnos
y besarnos en una total plenitud.

Néctares y efluvios del comino,
del cilantro,
la pimienta,
la cúrcuma amarillo naranja,
 el azafrán de color vivo,
nos atrapan
en aromas de intenso poder
que nos hacen vibrar
 como ímpetus únicos
este amor cobijado y total.

Y el dulce sabor de la vainilla,
del pistacho,
del sésamo,
de la azúcar,
nos hacen desear arrumacos,
besos en la frente,
abrazos ligeros
y tiernos a la vez.

Néctar de albaricoques,
dulces de color suave,
pistachos finos
que como red
nos hechizan
 en una macedonia de colores
con agua de azahar
o agua de flor de rosa
y en este gran taller del gozo,
 detrás de la luz incierta,
llegan a nosotros
 tibias por los ríos
las nieves de la lejanía
para unirnos como corriendo
en crestas de amor
con espumas deslumbrantes
que rutilan por el agua
con júbilos y festejos.

Néctares y efluvios
que hacen una plena consumación
de nuestro amor
entre jugos de uva,
leches de coco
y tierra plena de citrus acidulantes
 flotamos sobre el agua,
hecha y deshecha
por luces sucesivas,
 todo en un lecho de amor
entre olas,
nubes,
horizontes y orillas.

Néctares y efluvios
que de a poco,
espontáneamente
nos transportaron a lugares secretos,
nuestros,
donde nadie nos encontrará
 ya que nos perdimos en fiestas nacarinas,
en albores,
en celajes,
sin prisa,
pero dispuestos a amarnos más.


Agobiante


 Agobiante,
azotada por fuerzas temibles,
me siento zarandeada
como marioneta al viento,
me empujan,
me arrastran,
me hacen temblar,
 me inclino
 hacia la madre tierra
buscando refugio
y la invisibilidad.

Agobiante,
 ¿por qué los signos maléficos,
 las sombras oscuras,
 las envidias inevitables,
no me abandonan
 y me hacen dudar
de mis actos,
los que creo venturosos,
dignos,
necesarios?

Agobiante,
mi vida serena
dejó de serlo,
me acosan sucesos siniestros
que mi alma rechaza,
 se cierra
como pétalos de la flor
que no alcanzó a ser fruto.

¿Dónde está la humildad,
 la solidaridad,
 la ayuda mutua,
 tan necesarias
para crecer
y amar hasta el infinito?

Agobiante,
es vivir entre errores,
 sin culpas,
en equívocas ideas,
entre heridas
que como saetas finitas
con espinas de rosas
 se clavan,
 hundiéndose en mi alma
 y dejándome exhausta,
triste,
solitaria,
sin mí misma,
vacío el espacio de mi mundo interior
pero siempre,
 defendiendo su verdad clara
y pura,
plena de amor
aún sangrante.

Agobiante,
quiero volver al mundo
de las sonrisas
que se despiertan cada día
al clarear el alba,
al mundo mágico de las almas puras
y plenas de amor
que me rodeen
y giren en vueltas eternas,
 los Ángeles áureos
protegiéndome del mal,
 la traición,
la mentira.

¡Bendita es la vida con amor,
existencia prodigiosa
sin recuerdos dolorosos,
sin memorias sufrientes!

¡Vivir de frente
hacia ese dónde
que nos conduce a la paz de alma,
 queriéndolo,
 buscándolo!

Agobiante,
necesito estar acompañada
por las ansias de ese inmenso querer
de estar conmigo,
riendo,
 danzando,
cantando
en cada segundo
de mi vida.

Ir hacia el paraíso
de los tiempos del alma
 y renacer
 las palabras de amor escondidas
en la memoria de tiempos ya idos,
 frases,
poemas,
 sílabas entrelazadas
que corren hacia el papel
que las espera dormido
en una somnolencia de luces apagadas
 que comienza a vibrar
al recibirlas ansioso
y expectante.

Mi cielo se está
 volviendo nítido,
todo alado de olvido,
 lleno de esperanzas en vuelo,
ahora comienzo a vivir
el Hoy,
 conmigo misma.

¡Qué dicha vivir en la dicha,
plena,
del estar sin vagar
y sin rumbo,
sólo vivir en gozosos instantes
que nunca serán iguales!

¡Toda la vida es única!
 vivámosla en los días
y horas
en que fuimos felices,
lejos del agobiante dolor
 que pudo rozarnos.