Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 30 de mayo de 2013

Realidad de un sueño


Somnolencia

Somnolencia,
instantes mágicos y fugaces           
que en el amanecer me acunan,
me miman,
hacen que mil pensamientos se crucen,
se enreden,
se enlacen
como bajo los efectos de un encantamiento.

Y trazo un círculo de sueños
en torno a mi vida
para que uno tras otro se hagan realidad.

Somnolencia,
sueño semidespierta,
escapo de la realidad,
a veces fría y cruel,
fantaseo,
imagino eventos maravillosos
y momentos inolvidables.

En alas del sueño
se puede encontrar el destino.
Gracias a estos instantes imprevistos,
no buscados,
es posible encontrar objetos perdidos
y personas amadas
que se alejaron ya,
de nuestra vidas.

Somnolencia,
en la penumbra de mi cuarto
invento diálogos,
percibo hasta el más pequeño ruido
y desde mi ventana entreabierta
llega hasta mí
el murmullo del aire
al acariciar la hierba,
el canto de los grillos,
el roce de las ramas.

Quisiera tenerte a mi lado,
en silencio,
en este momento único,
en una comunicación mágica,
sin hablarnos,
entre un intrincado ovillo de pensamientos,
jamás expresados,
todo aquello que nos impide
ser espontáneos.

Somnolencia,
letargo no esperado,
siento que estoy bajo los efectos de un encantamiento   en un fugaz instante del alba,
perfumes,
luces,
formas y sonidos
me apaciguan los sentidos
en un riesgoso y repetido juego,
pero aún así, pienso en ti, amado mío.

Detrás. la espesa niebla del misterio.
En mi sopor,
mi entendimiento,
tanto más se afana
por descifrar enigmas y señales.

Somnolencia,
adormecimiento
que en las dulces horas
después del sueño
me inundan entre palabras,
poesías no escritas,
frases no dichas,
destellos de luz
que en mi mente se alzan
y me siento en esos momentos,
feliz y plena,
creo estar contigo
y no lo estoy,
siento que estoy entre tus brazos
y no lo estoy,
siento tus besos buscados
y no los encuentro.

Somnolencia,
luz cenital,
perfecta y diáfana,
fui feliz en ese lapso de sopor en el que,
ninfas del amor corrían por mi piel
en un perfecto momento
donde mi cuerpo adormecido
dormía junto al tuyo.

Somnolencia,
siento que duendes y ángeles
acogen mis sentimientos
perfeccionándolos
e inventando matrices singulares,
insertando una pizca de sangre aquí,
una gota de sueño allá
para que el mágico instante
no desaparezca
y mi felicidad al pensar en ti
no termine,

sea sólo un comienzo nuevo.

Frenesí de pasión

Frenesí de pasión, exaltación y delirio por estar junto a ti, sentirte a mi lado en un arrebato de entusiasmo y alegría.
¡Qué felicidad es la apoteosis del amor!
Tu fragancia me atrapa, golpea todos mis sentidos, me deja llevar por la pasión, no veo más allá de donde estoy, se me nubla la vista al mirarte, mi cuerpo sólo desea fundirse con el tuyo y amarte.
Frenesí de pasión, me invade una intensa emoción al estar entre tus brazos, mis labios buscan con ansia el antídoto de tus besos.
Necesito colmar el sonido de tus susurros y poseída estoy por el delirio con sólo mirar tu figura.
Frenesí de pasión, el deseo recorre cada rincón de mí, acaricio tu piel de melocotón, beso tus labios con sabor a guayaba, tu cuerpo sabe a fresa y limón y tu aliento a fruto de la pasión.
Eres una macedonia para mí, agitas mi interior con tus dulces miradas de miel que saboreo poco a poco para alimentar la pasión de este loco frenesí.
Tu voz ya no es ausencia, eres el eje de mi intenso amor y en torrente de ardores haces que vuelen locas las blancas aspas apuntando hacia el cielo, uniendo nuestras manos en ansias de abrazos y besos intensos.
Frenesí de pasión, en prolongado vaivén en la semipenumbra escalamos juntos la hiedra silenciosa.
Enredada entre las ramas de tus bosques de almendros eres mi dueño, eres el dueño de mi sendero de la grama y de la blanca aurora.
Como vías de amor pasa un aire domado por donceles, ramas verdes que cercan mi sosiego, pasó un viento en mis labios y al volar ha guardado tu nombre en mis joyeles.
Frenesí de pasión, eres tú el solar que corona mis vientos serenados y el río donde boga el artificio de tu sol y mis poemas, mis cánticos de amor unánimes para ti, dan brillo a mi mirada y mi alma se entrega plena a todo tu amor.
Frenesí de pasión, cae el pulso agitado de la sangre sobre el plato sonoro del silencio, quema la llama hirsuta de tu frente como un ave de marfil en primer vuelo.
Frenesí de pasión, muerta de amor en lecho entibiecido, pasto de celo en huerto clausurado, corazón por tus flechas percutido, así estoy en tus islas encallada ya que hambrienta de amor soy una llama que reclama tu abrazo eterno.

¡Qué dicha sin sonrojos los que por mi rostro titilan ya que corre por mis venas el deseo de estar siempre contigo!

Amor perdido

Amor perdido, ¡qué dolor!, ¿sabes? ¡Perder al amor!
Es como arrancarte el corazón en mil pedazos y toda la luz del alma.
El amor se lleva en lo hondo de la sangre, el sol que te compaña y te reviste, brazo en que te apoyas por el camino incierto del vivir, escudo que te resguarda el pecho de muertes o borrascas.
Amor perdido, ¡quiero llorar entre escombros!, nos separamos tú y yo en la cuesta para siempre.
¡Algo de mi luz en el polvo se ha perdido!
El miedo a no poder encontrarlo ahuyenta de los ojos las palomas del sueño entre clamores de lloros y penas, apurando en la breve llama la inmensidad del tiempo.
Amor perdido, ha de haber un portal sin cerrojos por donde podré entrar y como atisbando de a poco te buscaré entre la raíz de los quebrantos.
Otearé para estar otra vez contigo desde las colinas cercanas y veré el fulgor que tú irradias desde la lejanía y así secarás las fuentes de mi llanto.
Amor perdido, en la flor te recuerdo y amorosa te exalto, guardando en mis entrañas los bálsamos de tu amor y mi secreta lumbre que ilumina de a poco mi pecho cansado se refugia en el orillar del mar bajo las blancuras del astro.
Amor perdido, ¡que hundimiento del mundo!
Un gran horror a columnas quebradas, tiempos sin imágenes, cielos intemporales, entre estíos e inviernos.
Amor perdido se extinguieron las alegrías, las risas, las danzas, pero perduran las frases de amor, aquellas que te escribí con todo mi corazón.
Ahora, sin tenerte, todo va hacia atrás, la vida se va quitando frenéticamente horas, minutos, segundos de encima, destejiendo, galopando su curso del lento existir, queriendo borrar recuerdos, historias para hacer otra vez el anhelo de volver a empezar otra vez.
El futuro se llama ayer.
Ayer oculto, secreto, escondido entre verdes follajes, de esperanzas, hay que empezar otra vez, reconquistar la vida con toda el alma y todo el corazón detrás de aquellos otros ayeres conocidos.
¡Vamos hacia el mañana entre estrépitos besos, inventando las ruinas del mundo, de la mano tú y yo por entre campos florecidos de amapolas ondulantes!
Y ya no más amor perdido, amor encontrado entre tactos, abrazos, piel, entregándonos al palpitar de sentirnos juntos, sin caos ni penas, sólo luz y belleza del vivir.

Amor perdido, encontrado entre la luz del alba y las estrellas escondido, tendiéndonos las manos para coger las nubes, las flores, las alas, los mil sonidos del aire para existir flotantes en el puro vivir, salvados por milagro de no estar más juntos y así estrenar el beso, el amor, sin sufrimientos ni quebrantos.