Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 18 de mayo de 2020

Desamparada


Besos sin ruido


Besos sin ruido,
leves, suaves,
dulces,
se deslizan
desde el polvo de estrellas
hacia ti mi amado,
no se sienten llegar
pero cuando lo hace
n dejan en tus manos,
en tus brazos,
en tu boca,
un destello de amor puro,
pleno de deleite amoroso.

Besos sin ruido,
dan frescura y calma al alma,
recorro tu piel
en brevísimos segundos
de intensa felicidad
y tú te sientes mimoseado
y amado.

Besos sin ruido,
en las noches obscuras
con la luz de la luna
sobre nosotros invaden
nuestra intimidad colmándonos
de concéntricos gozos
en horas limpias,
cielo puro,
bosquejando por el aire
lo que empezaría a escribir para ti
y en el papel amanece una palabra.

Besos sin ruido,
cosquillosos,
anhelantes,
que dulcemente inundan
en mares de espuma
el corazón gozoso
de nuestro amor.


Destino nuestro dichoso
entre besos sin ruido
y sin alharacas,
aquí en nuestro silencioso latir
de dos almas juntas,
está latiendo el ansia de soñar
que no nos afanamos
en tardarnos en vivir.

Besos sin ruido,
son de noche aún más prolongadas
y ávidos y nuestros labios
cavan en la aurora
un espacio del gran besar nocturno.

Besos sin ruido,
sobre tu rostro feliz y tu frente serena
como un río que nunca acaba de pasar,
como un claro espejo
donde se reflejan tus ojos y los míos,
es como un amor que escapa y vuelve.

Besos sin ruido,
lo que nos queda palpita
en lo mismo que nos damos,
allí detrás de los besos,
de las miradas,
del gozo,
sin forma están
y seguros gozos,
besos y miradas.

El beso que se termina
otro se pide a sí mismo.
La vida nos la ganaremos
siempre entregándome,
entregándose.
La creación riela.
La dicha sosegada transcurre
como un placer
que nunca llega al colmo,
como esa rápida ascensión
del amor donde el viento eleva
hacia las nubes
desde nuestros besos
sin ruido de nuestros labios.

Besos sin ruido
que anuncian un te quiero,
no es porque te lo digo,
¡qué poco importa
a esa pura verdad
que es en su fondo quererte!,
me lo digo como un nacer desnudo,
el decirlo yo sola,
sin designio de que lo sepa nadie,
tú siquiera me lo dicen
el cielo y los papeles
ya no en blancos bordados de poemas,
en músicas casuales,
entre besos sin ruido.

Tu recuerdo


¿Qué más
podría darme tu recuerdo?
¿Adónde me llevó tu olvido?
¿En verdad te extraño
cuando no estás a mi lado?

¿Cómo sé que te tengo
siempre presente
en mi corazón dolorido?
¿Por qué te pienso
en cada instante
del transcurrir de mi vida?
¿Dónde te escondes
en los rincones
de mis silencios quietos?

¿Por qué sólo tú
iluminas el camino de mi vida
dejando ilusiones que no pierdo?
¿Por qué tengo
el alma formando imágenes
con tus recuerdos,
tus deseos,
tus pasiones?
¿Por qué tu amor
es como el fruto del árbol
de todas las dudas?

¿Desde cuándo transitamos juntos,
palabras abiertas
en el desierto
de las más hirientes ausencias?
¿Por qué vivimos tropezando
con los anhelos inconquistables
y nuestros recuerdos más dulces?
¿Desde cuándo se desataron
estas tormentas inclementes
en el submundo mío
de la soledad serena?

¿Por qué los años no son distancia,
el tiempo y el recorrido
no es más que el sentir?
¿Qué es castigo y qué es consuelo?
¿Por qué la distancia no existe
y el estar lejos no es real?
¿Qué es prisión y qué es escape?

¿Por qué se rompió
el silencio entre ecos,
sollozos y suspiros,
pesadillas y sueños?
¿Dónde se esconde
el viejo museo
de mi historia de amor?
¿Por qué mi corazón sangra
donde se clavaron espinas
de desamor de mis amadas rosas?

¿Por qué siento que mi mundo
está apartado
entre soledad de soledades,
entre mil y una noche sin luna?
¿Por qué al final,
entiendo que la distancia
no es más que simplemente
el tiempo entre las dos veces
que hablo contigo?
¿Por qué  el amor de lejos,
amor lejano,
es la razón de mi existencia?

Poemas que viajan


Poemas que viajan,
vuelan lejos,
muy lejos,
en instantes,
apenas,
recorren el cielo cruzando vastos océanos,
llevando su mensaje de amor
a los corazones que los reciben
palpitando de emoción
en invisibles instantes de felicidad plena.

Poemas que viajan
sembrando amor ya que el mundo,
desesperadamente establece
a través del vínculo de la vida
una alianza considerada.

Cumplen su misión de amor
para lo que fueron creados:
inundar las almas de sentimientos puros
y en forma sencilla,
no extensa,
clara,
entendible para que cada uno
las interprete en su búsqueda de la paz
y del amor deseado.

Están en el aire,
el sol les da triunfales signos de libertad,
se apoyan en el agua,
sin guijarros,
sin cuestas y ya libres
se vuelcan en páginas en blanco
que los espera con ansias y alegrías
al saber que no se marcharán.

Poemas que viajan,
como tibios presagios con rumbos conocidos,
corren pero sin prisas,
disfrazados de ardores,
sin motivo a dejar su amor
inolvidable y perdurable en papeles,
a veces lisos y brillantes,
otras en trozos desmenuzados
que no se pierden nunca.

Poemas que viajan,
en tiempos de paz y de ventura,
como dulces recuerdos
que se elevan al infinito
para desvanecerse donde los esperan
con ansias los llamados de las almas
que necesitan encontrar fuerza y alegría de vida.

Poemas que viajan,
vuelan en las serenas tardes
o en las oscuras noches
y sienten el llamado
¡vengan!
los necesitamos,
los estamos esperando
con deseos de inundarnos de amor,
buscando ese sueño que sí,
¡existe!

Y van, paso a paso,
llegando por la soledad
avanzando llenos de encanto y dulzuras
y entre notas musicales caen
en los corazones abiertos que los esperan,
necesitados de palabras,
colmados de risas,
júbilo,
alegría,
amores.

Poemas que viajan,
van solos,
no son llamados sin razones,
caen como aves alegres
y juguetonas y revoloteando,
luciendo su gracia,
su ilusión florecida en aquellos lugares
escondidos donde su ambrosía
es esperada con fiestas de almas.

Paisajes que viajan,
poesía inspirada en amores presentes,
entre temas de nostalgias,
como diminutas corolas puras
que se columpian en sus leves tallos,
se inclinan cual rocíos de color.

Sueños de astros
que las luces del alba volcaron en el papel,
se funden con el todo
entre anhelos de ternura en bóvedas azules
donde las nubes,
eternas mensajeras,
tejen guirnaldas de blancos copos
para que viajen por el mundo
a tierras lejanas ofreciendo
sus versos por doquier.