Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 17 de diciembre de 2018

El amor y la niebla


Estoy Triste


Estoy triste, aturdida, melancólica,
escuchando la lluvia a través de mi ventana.
Añoro al amor que aún no me ha tocado,
¿Existirá para mi algún día?
No lo sé, mi esperanza es como el agua que atraviesa arroyos, ríos y mares.
Ahora, enamorada del amor, tú, el que espero, eres el milagro que me produce dolor apasionado, valiente y audaz, sueños.
Estoy triste porque mi lecho está vacío
y el gran aire que me envuelve, también limpio, sin señales de que tú vendrás hacia mí.
La soledad me invade de lágrimas saladas que como un gran mar en mi pecho se derrama.
Todo lo esperado no llega, las esperanzas se truncan, entre luces distantes,
azar sin respuesta.
¡Qué desilusión tan leve y sutil, sin color, tan vaga como las sombras!
Mi tristeza me la ha robado la noche, era mía, era bien mía, pensaba decirla en versos,
darle forma como dan las lagrimas, forma tibia al dolor de adentro…
Pero, el papel esperó en vano, mis poemas de amor, quedaron dentro de mi alma guardados hasta que te encuentre.
Y mi tristeza se va lejos, en las estrellas altas, en esas brisas frescas.

“Si algún día te descubriera
todos mis cantos olvidaría
y mis versos mi gloria coronaria”

Te alejaste de mí


Te alejaste de mi, sin una sola palabra, sin un adiós,
simplemente desapareciste en la nada sin una sola palabra como si yo n hubiera sido nadie.
Te alejaste de mí por temor, por miedo, a enamorarte de mí porque eso conlleva a que tu sociedad, la que te rodea podría criticarte de alguna manera.
Te alejaste de mí, dejándome en la completa ignorancia del porqué lo hiciste, no lo sé,
no lo sabré nunca, no te buscaré tampoco, pienso que serás feliz a tu manera,
pienso que podrás lograr éxitos en tu carrera profesional sin mí a tu lado,
con otra quizás que ya la tengas encausada en  tu vida.
La vida tiene misterios, misterios que nos hacen llorar, nos hacen vibrar, nos hacen suplicar,
nos hacen pedir y eso nos hace vulnerables a cualquier sentimiento y esto hay que evitarlo que suceda, yo estoy enamorada de la vida y por lo tanto no debo sufrir a pesar de que las criticas me rodean, las envidias me envuelven, todo eso hay que dejarlo de lado, no hay que pensar en ello.

“!No quiero lastimarte,
no quiero que sufras sin mí,
Adiós mi amigo virtual, adiós por siempre!”

Tus ojos


Ay, tus ojos que me queman… Que me queman…
ay, tus ojos que me matan…
con su gris ausente,
con su piel de vientos,
con pasión de loca…
ay, tus ojos… que me queman…
que me queman,
ay tus ojos que me matan,
con sus fuegos,
con su hambre de mis ojos,
con su mirar de cálido verano.
Ay los ojos que me queman... que me queman…
ay tus ojos que me matan,
con sus alas asfixiantes,
con sus besos de amante desbocado,
con su amor que me ata y  me desata,
en cada lujuria de su mirada errante.
¿Por qué me encuentra ahora tu mirada?
¿Dónde te habías ido?
Tus ojos ya no me miran y atónita me pregunto uno, dos , mil veces.
¿Dónde están tus ojos?
Y en mi pecho ardiente por ti, te busco son cesar, con una voz silenciosa y
atónita, ya que al encontrarnos al fin podré llamarte mi amante.

“Música blanca,
de mirada solitaria,
es plenilunio”