Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 11 de enero de 2016

Gracias


Alma vagabunda


Alma vagabunda,
levantaste vuelo hacia horizontes infinitos,
áureas nubes que te hacían danzar
entre silbidos de vientos suaves
como gemidos de un amor lejano.

Alma vagabunda,
perfumes, luces, formas y sonidos
desentrañados de su cautiverio,
azuzan y apaciguan los sentidos
en un riesgoso y repetido juego.

Detrás, la espesa niebla del misterio
y más allá un Dios mudo, sordo y ciego.

Alma vagabunda,
vagabunda que el aire hace
que hienda en pos
de las campanas,
averigua el río de los cristales,
la dulce redondez de la manzana,
la cruenta hostilidad de los cardales.

Alma vagabunda,
¿cuál es el motivo que no te deja detener
en ningún lugar?,
¿qué buscas?,
¿qué signos y enigmas
vas señalando como cada minuto el reloj
desgrana con sus pinzas prolijas y puntuales?

Mi entendimiento se afana
por descifrar esa búsqueda inútil
de recalar tu alma vagabunda.

Alma vagabunda,
en tiempo diferido,
en una odisea sin fin
no puedo dejar de pensar
por qué abandonaste la mansión de tu ser.

¿Fue por desconsuelo de amor?
Te dejaron sola e incomprendida
y emprendiste el vuelo eterno.

Alma vagabunda,
pura, virgen, desamparada,
te mueve sí el pensamiento
lo más sublime e inefable energía universal
creando palabras, poesías de amor,
volátiles e inacabadas
para que nadie las descubra,
son para ti, sólo para ti
amado amante.

Alma vagabunda,
no vueles tan alto
que no puedas apreciar
la hermosura de la senda
que te conducirá hacia él,
tu enamorado de siempre,
caminando en puntas de tiempo.

Caminante silenciosa


Caminante silenciosa,
mi paso leve, despacio,
viajando por la vida
va buscando el Amor que
anhelo tanto.

No me anuncian lúbricas ceremonias
ni sordas campanas
de ancestrales reflejos.

Mi ruta es la música salvaje de los pájaros
que sueltan a los aires
mi bondad en revuelo.

Caminante silenciosa,
en búsqueda, con sed ávida
y perenne del amante único,
y que también me busca sin denuedo.

Con gran esfuerzo tendida en playa firme
grita mi corazón vacío,
en la nave del mundo.

Caminante silenciosa,
elegante,
sobria,
aparenta calma,
 pero en su interior
bullen mil sentimientos
de nostalgias y desesperación
porque el amor no llega.

¡A veces, la vida me quiere estallar
en canciones de angustia inesperada!

Hay una sola puerta abierta
en mi camino silencioso,
¿A dónde va mi vida,
desconocida de sonrisas?

Busco su rastro,
como si el cosmos se hubiese concentrado
en su energía
y hasta ella fuese
mi emoción hecha pedazos
de mariposas destrozadas.

Caminante silenciosa,
con mi emoción que rueda ahora
por una de esas islas salvajes
de dolor y pena.

Me he sentido llegar allí,
donde se mueren las canciones felices
y el dolor se da cita
con la pintura transparente del cielo.

Sangra el dolor del atardecer
caído a mis espaldas,
la pena del crepúsculo que quizás
no podré encontrar el Amor
y seré como una margarita
pálida en el bosque.

Y de pronto, mi caminar se detiene,
porque vislumbro
vuelo de lirios estirando colinas,
llanto de arroyos enloqueciendo brisas,
furia de estrellas en un azul cielo,
El amor se acerca,
trae aroma de alelíes,
de azahares,
de junquillos,
trae un paisaje de un inmenso mar,
casi riachuelo.

Lo siento llegar,
mi corazón vibra, tiembla,
y mil poesías danzan en mi mente,
son para él, el esperado,
el que en una cita eterna
trae el beso enamorado.

En el pecho del viento
van diciendo los lirios
que en el horizonte del mar
dos auroras se besan.

Más allá de tus ojos,
mis crepúsculos sueñan
bañarse en tus luces.

Mi caminar en silencio
se hace más rápido,
va hacia ti
sobre un inmenso azul de sueños y alas.

Quiero acallar tu voz


Quiero acallar tu voz
en mi alma
y no quiero perder
ni una sílaba de tus frases de amor,
que aunque sea sólo una fantasía,
lo siento real.

¡Cómo suena en mi alma la idea,
que nunca será verdadera,
de una noche completa en tus brazos,
diluyéndome toda en caricias,
mientras tú me las das,
extasiado!

Quiero acallar tu voz
en mí.

Te has ido para siempre de mi lado
y sueño en las horas,
tendida en tus brazos,
sin más luz que la luz de tus ojos,
sin más lecho que aquel de tu pecho
¿Qué sucedió?
¿Por qué nos separamos?

Yo sigo amándote
y siento mi amor floreciendo
en la mística voz de tu canto,
notas tristes y hondas
que unen mi dolor por no tenerte.

Quiero acallar tu voz,
mi senda de amor vacía
es una tragedia del alma.

Hay un aire muy suave
 en cada estrella,
removiéndome el polvo de los años.

Hasta mi cara en vuelo,
las cortinas del mar se treparon
y mis ojos se unieron a los ojos
de todas las pupilas del espacio.

Quiero acallar tu voz
anudando emociones
y una larga ilusión se va rodando
y hace inclinar la sombra de mi mente,
sin el rayo de luz de tu regazo.

Como corola al viento
mi desilusión y mi pena
abrióse paso al cosmos
quedando en el pétalo
de una rosa solitaria y triste.

Despedida en silencio,
me solté a la pureza
 de un amor sin ropajes,
que cargaba mi vida
de lo irreal a lo humano
y hube verme toda
en un grito de lágrimas,
en un recuerdo añorado
de tus besos suaves y de tus abrazos íntimos.

¡Yo sentí la Vida amándote!

He de volver conmigo misma
a buscar lo perdido,
en un profundo batir de inquietas fuentes,
en inmenso río, blanco,
corriendo hacia el desierto
con esperanzas nuevas.