Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 20 de julio de 2018

Simples palabras


Consternación de amor


Consternación de amor,
aflicción por no estar entre tus brazos nunca más
y surge mi pesar por tu ida de mi vida.
Esta carta que te escribo sé que no la leerás nunca,
pero en ella vuelco mi pesadumbre,
mi abatimiento,
por no estar más junto a ti.
Mi tarea es ahora llevar mi vida en alto,
jugar con ella, lanzarla como a una voz en las nubes,
a que recoja las luces que se nos marcharon ya.
Ese es tu sino: vivirte.
No hagas nada.
Tu obra eres tú, nada más.

Consternación de amor,
la luz lo malo que tiene es que no viene de ti,
es que viene de los soles, de los ríos,
de la oliva,
quiero más tu oscuridad absoluta,
donde no vea ni una pizca de tu figura.
Turbación, siento en mi mundo interior,
un torbellino de estrofas, poemas de amor,
cartas que quieren volcarse en un trozo de papel
y como vagabunda intento encontrarlas.
¿en qué lejanías se esconden en mi corazón dolorido?
no aparecen ni siquiera estrofas,
los sones que de mi lira van brotando,
son los pasos de las visiones que conmigo,
los andan buscando.

Consternación de amor,
camino esto pretendo saber.
¿bajo o asciendo?
¿me adelgazo trepando por el atrajo
 o me deslizo yo barranca abajo?
acabemos nuestra historia de amor,
no quiero verte mas, aléjate, aléjate,
ni me digas ni una palabra.
mi puerta se cerró ya para ti por siempre.
Y yo buscare el sendero del amor único,
verdadero, real, que me amara,
que me protegerá y me dará,
toda la felicidad que contigo perdí
y que creí era por siempre.
La vida nos da y nos quita,
momentos especiales de amor y de dolor,
pero yo estoy enamorada de la vida,
vivir es el verbo del amar,
por siempre a todos nuestros semejantes.
¡amor búscame que te espero con ansias y anhelos,
virgen, casta y pura,
toda para ti.

Retrato olvidado


Retrato olvidado,
mis pinceles más leales,
se proponían apresar tu verdadero rostro:
Desentrañas las esenciales líneas donde tu fuero,
el aire acata:
Y, en los arrabales del alba espiar el múltiple venero,
donde emerge a raudales, toda la luz que quiero,
para tu piel, tus ojos cenitales,
pero es ardua la empresa,
la recta se espírala,
la curva se endereza,
sin acertar el rumbo ni la escala.
La alta luz tropieza o,
en su ímpetu resbala.

Retrato olvidado,
¡no quiero apresar más la sosegada llama,
que te entibiaba los ojos!
¿O el frenesí que tu mirar proclamaba,
cuando se incendia, pródigo de rojos?
¿Cómo dejar de apresar la tímida manzana,
que en tus mejillas el amor convocaba?
¿La uva de tu piel?
¿o la mañana asomada a tu boca?

Retrato olvidado,
mi afiebrada paleta, se anublaba,
ya no estoy más enamorada de ti.
Me pierdo en la enigmática y secreta,
zona de la alborada,
donde digo carmín, azul,
violeta
y al nombrarlos, se esfuman en aireada,
fantástica pirueta.
La paleta se obstina en alcanzar el tono inaccesible.
El pincel se alucina,
vuela hacia el imposible
y se desploma, herida golondrina.

Retrato olvidado,
cejo, pues, en mi empeño
y entre mis manos, no quiero tomar tu cabeza,
ya no siento ni los contornos del diseño,
sino tu esencia presa.
Victoriosa me bato en retirada,
ya vencida el ansia de mostrarte en el lienzo sin recato.
Si gano tu sustancia,
¡ qué importa haber perdido tu retrato!
urdí un pájaro vivo allá, en mi infancia,
cuyo vivo temblor en ti rescato,
con la sazón del tiempo y la distancia…
retrato olvidado,
ya no quiero recordarte más,
fuiste el amor de mi vida,
ya no más.

¿A dónde te has ido?


¿A dónde te has ido?
¿Por qué te has ido de mi vida?
No sé por qué esto tuvo que suceder,
¡sabes, mi corazón nunca te olvida!
¡cómo quisiera poder volverte a ver!
sé que nunca volverás del lugar recóndito,
Donde te has ido,
pero tú me dijiste un día no muy lejano, inolvidable,
que siempre me amarás.
y ahora te veo en cada estrella en el cielo,
siento que me abrazas cuando el viento va a soplar.
¡cómo quisiera verte, ese es mi anhelo!
Y que con un poema de amor tú aún vivirás conmigo,
tan sólo un instante de tu vida.

¿A dónde te has ido?
¡que cruce en tu muñeca del tiempo,
contra el tiempo el pensar en mí!
El tiempo frio, enroscado, acechador,
esperó lo suficiente para que tú te fueras lejos de mí.
A tu vida infinita, sin término,
los segundos para tu huida te echaron lazos pueriles.
Desde lejos te siento sentir que tu corazón en un rincón afirma,
sangre yendo y viniendo en ti,
que tu querer por mí no desapareció,
encontraste otro ritmo pero como mi amor, no.

¿A dónde te has ido?
ya no te veo, no se oye nada de ti,
Ni un gemido, ni una palabra.
Me sobran los ojos y los labios buscándote en este mundo tuyo.
Para sentirte a ti no sirven los sentidos de siempre,
usados como ayer.
y como quisiera ver tu sonrisa tan solo una vez más,
tan solo me gustaría oírte decir que aún me amas,
desde el recóndito y misterioso lugar donde te fuiste,
pero pienso que mis deseos no se cumplirán jamás.

¿A dónde te has ido?
¡cómo te siento en mi pensamiento!
y en la esperanza de soñarte con tanto sentimiento
y no perder la confianza de que algún día,
te tendré otra vez entre mis brazos.
Mis manos te han olvidado,
pero mis ojos te siguen viendo
y cuando es amargura lo que me inunda por tu ausencia,
Lo cierro despacio y sueño.
Y en mi imaginación estoy a tu lado,
sordamente en lo oscuro, tropezando en ocasos,
en vísperas , hundiéndome hacia arriba con un gran peso de alas
y es entonces que abro los ojos
y ya quedo ciega, sin ver,
sin saber más vivir sin ti, en este mudo descolorido,
donde estábamos juntos.
Inútil es pensar en ti y comienzo a entrar en otro orbe,
Donde me espera otro amor,
 que me ama en silencio conforme y eterno.