Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 16 de septiembre de 2018

Melancolía


En armonía con el viento


En armonía con el viento,
los dos creamos
 la más pura armonía de reflejos
en raudas ondas que flotan
en el aire como una canción de amor.

Mis lágrimas trepan
por la lluvia y el sol
y mis estrofas, mis palabras,
son mis letras de papel.

Busco en el viento,
poemas que involucren
todo nuestro amor
 en cualquier rincón del mundo
con el alma siempre colmada
de un amor sincero y puro.

En armonía con el viento,
nuestros corazones saben guardar
en el tiempo
 todos nuestros secretos
de cada momento vivido
 sin penas ni lamentos
como raíces y puentes
de la vida en crecimiento.

¡Qué gozo que no sean nunca iguales
 las cosas que son las mismas!
¡Toda, toda la vida es única!
Si el vasto tiempo entero,
río oscuro,
se escapa por las manos
nos deja prendas inmarcesibles
llamadas días, horas,
en que fuimos felices.

En armonía con el viento,
nosotros los amantes,
 nos prometemos los siempres
con almas y con bocas,
seguros de no acabar
el amor que sentimos,
el que llega a tocar
el techo de la eternidad.

Amor al viento, en armonía de susurros
soy pasajera de tus sueños,
 tus abrazos son mis viajes sin retorno,
 una mirada, un gesto
y se desarman las voluntades de mi cuerpo.

En armonía con el viento,
 canto las odas de mi existencia.
Una sonrisa, una palabra
y mis versos se someten a tus besos.
Quiero alcanzarte en mi penumbra,
quiero posarme en la dulzura de tu calma.

Soy amante del viento
y en las altas llanuras de su éter,
te busco en el rocío de agua
que al amanecer me baña,
navegando por mi cuerpo
en silencio en una tarde de invierno.

Por las curvas sencillas del viento,
 desplazando su caudal de perfumes
en el tiempo, en armonía
con el rocío cósmico
en los atardeceres espirituales
abraza al son de canciones de amor
nuestros mundos profundos y luminosos.

Quiero volar
con el ritmo armonioso del viento,
 hacia ti, hacia las alturas del amor,
quiero elevarme contigo
más allá de las cumbres terrenales
hasta el reino de la paz,
 donde nuestra dicha
no pueda ser perturbada jamás,
unidos por siempre
en amor inmortal.

En armonía con el viento,
viajan las nubes,
las sacude con sus viajeras manos
y nuestros corazones laten al unísono
sobre nuestro silencio enamorado,
zumbando entre los árboles,
orquestal y divino,
 entre acordes de canciones, risas y  cantos,
 llevando la hojarasca marchita
 lejos, muy lejos
como sustancia sin peso
y fuegos inclinados.

Noche larga


¿Por qué la oscura noche es tan larga?
¿Cuál es el misterio
de que nos inunde
la tristeza y la soledad?
En la noche larga
la sombra de los cipreses
es como un grito en la niebla.

Se alzan al cielo
sin saber la razón
coro de voces descalzas
que se posan
sobre las copas oscuras de los árboles.

Yo sueño contigo, amor,
con que tus manos
se van perdiendo a lo lejos
como dos trémulas alas
tras la negrura del cielo.
Noche larga,
sin ti mi vida es soledad de soledades,
mi corazón está solo
como un rosal sin colores.

Si viera tus ojos
en esta espera apesadumbrada
 volcaría la alegría
con canciones de primavera
y se trocarían en lumbres
mis soledades en sombras.

¡Cómo sueño las horas azules
que me esperan
tendida a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
 sin más lecho que aquel de tu brazo!

Noche larga contigo a mi lado
sintiendo a mi amor florecer
 en la mística voz de tu canto:
notas tristes, alegres y hondas
que unirán mi emoción a tu rapto.

¡Oh! Noche larga, regada de estrellas
que enviará desde todos sus astros
la más pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo.

Noche larga
que con un velo de recuerdo
se enlaza, apretado
y nos mira en estrellas dormidas
desde el cielo en nosotros rondando.

Se ha callado la idea turbadora
y me siento en el sí de tu abrazo,
ya la noche no es tan larga
porque convertida en un solo murmullo
se interna en mi alma cantando.

Es la noche una cinta de estrellas
que una a una a mi lecho han rodado
 y es mi vida algo así
como un soplo ensartado
de impulsos plenos y pasionales.

En esta noche larga, mi amor,
se han unido nuestras risas
 más blancas que el blanco
y ¡oh milagro!
en la luz de una lágrima
se han besado tu llanto y mi llanto…

Se ha quedado tu vida en mi vida
como el alba se queda en los campos
 y hay mil pájaros vivos
en mi alma en esta noche larga de amor
entre cantos sin tristezas ni pesares.

Ya la noche no es tan larga
tendida a tu lado,
entre tus caricias
y el gesto de tu abrazo,
en tus palabras cuelgan rumores
parecidos al lenguaje
que llevas en tu boca de agua,
desde el más quieto charco
al más agreste risco.

Esta noche se ha ido casi aurora,
casi ronda de luna entre montañas,
noche rasgada al tiempo repetido
entre esencias altas y claras,
 circundando de emoción
mi espíritu todo.

Te necesito


Te necesito,
abro mis ventanas con flores
de múltiples colores
para darte una señal,
un signo
por donde puedas encontrarme.

En mi jardín envuelta
en un manto de esperanza
mi cálida voz te llama
para encontrar tu sonrisa
 cálida y sonora
detrás de un heliotropo,
de un alelí,
de una rosa.

Te necesito,
hablaré con las mariposas,
les mencionaré mis deseos
alumbrando mis movimientos,
 buscándote con el pulso agitado
de la sangre
sobre el plato frío de mi silencio,
poblado de ecos y de sombras
como un ave de marfil en primer vuelo.

Te necesito,
recorre mis sentidos sin orillas,
un viento adolescente en primavera,
la estirpe de mis cantos se levanta
y mi sangre convoca tu presencia
y ahora que te nombro y te reclamo
floto con movimientos lentos
en el aire,
en un rítmico volar de dulces sueños.

Te necesito, amor,
te necesito más aún
cuando los astros encienden sus lumbreras,
mientras hallan trasluces en las tinieblas,
claridades en secreto,
noches que lo son apenas.

Te necesito,
ven a mis brazos que ansiosos te esperan,
que cuidan su misión de fuego puro,
un caliente perfume de cipreses
tienden un arco de paz sobre el camino,
 las nubes que sustentaban a los cielos,
sueltan al aire pájaros al vuelo.

Te necesito,
eres mi ancla de oro
y cadena de mi anhelo,
piel que adivina el pulso de mis ojos,
cruz que aprieta las nubes contra el cielo.
Quiero que bajen sombras de amor
a nuestro cielos,
circundando nuestro mundo,
sólo nuestro.

Te necesito,
estoy en tus islas encallada,
hambrienta de amor,
soy una llama que tu cuerpo reclama.
Es el capricho que risueño rompe
 la cerradura del secreto
que padece mi corazón.

Ese miedo tibio que revuela
entre alegrías e ilusiones hacia tí,
como alas batientes en el aire,
que sigue y canta.

Te necesito,
los signos de tu voz me reclaman,
despiertan mi ternura,
desparraman mi alma enternecida
toda por tus dulces palabras.

¡Te necesito!
 ¡Búscame!
¡Atrápame!
¡Conquístame!
Y dame algo que sea nuevo.

El tiempo ya no existe,
aunque exista la templanza
y la experiencia de nuestras vidas,
pues nuestro amor nos llevará
 a nuestra auténtica realidad y destino.