Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 30 de junio de 2017

Mi vida y tu


Después…


Después de estar juntos,
mi vida cambió,
tu perfume lejano
perdido en tu ausencia,
satura el recuerdo
de nuestras noches de amor.

Flotan en el aire letras,
sílabas,
surgidas de una pluma mágica
que suenan
como dulce melodía
como escapadas
de mi alma
hojas frescas del adiós.

Después del letargo imprevisto,
impredecible,
que arrastra en sus alas
minutos y horas
 vividas ya lejanas,
 vivo hilando ilusiones
y sueños
para encontrar ese imposible
amor verdadero.

Debes marcharte
con tu gris ausente,
con tu piel de viento,
 con tus alas asfixiantes,
 con tu amor que ata.

Después
comenzaron los adioses,
lentos,
enredados,
sin explicaciones
ni tuyas ni mías,
adioses de lágrimas
y de cantos tristes
y riendo
y llorando
nos separamos una vez más
sobre el agua del adiós
de soledades insalvables,
 de distancias imperdonables.

No hay más nido,
 tú volaste,
fuiste un cuento,
 un sueño roto,
 un espejo sin reflejo
atormentado muñeco de papel,
seguiste tu sueño solitario.

Después
 la página en blanco
se tiñó con letras,
poemas,
frases,
surgidas de lo hondo de mi alma
que renace otra vez,
 despierto entre dulces músicas antiguas
 que suenan como fantasías de metal,
 como agua fresca de manantial.

Después
quisiste volver
pero no encontraste
lo que ayer dejaste,
ya otro amor
como gran alma mágica
tocó a mi corazón
y río
y canto,
soy feliz otra vez,
veo el horizonte
desde otros brazos
y cierro los ojos
y escucho rumores
 y caricias nuevas,
 tú ya eres
 tan sólo una voz lejana.

Después
ve tú donde quieras,
sigue,
si quieres creciendo,
yo ya tengo nuevas ansias,
nuevos latidos
que bailotean en mi alma,
 ya no existes,
 te siento
como una sombra.

Ahora vivo
 el momento más perfecto,
 tan sin par,
 tan verdadero,
tan único,
tan buscado,
 es la hora de soñar
 lo que anhelé por siempre,
exultante de pasión,
tan plena de deseo
de ser amada,
de ser acariciada
y besada,
regalándome vida.

Después
 encenderé la lámpara de las promesas
y del amor deseado
y mis labios
no estarán más solos
 ya que en delicias de besos
estarán impregnados,
besos presentidos
y deseados.

Después
 el fino aliento
de un querer apasionado,
de una entrega total
que sin querer
 brota
como un río de caricias.

Después…
todo,
vivir sin miedos,
 dudas ni llantos.

Desilusión desgarradora


Desilusión desgarradora,
 mi corazón sangra
 en una corriente continua
de dolor y pena.
He sido lastimada,
herida sin culpas ni reclamos,
sólo por el hecho de encarar
la verdad frente a frente.

Desilusión desgarradora,
 los sentimientos se enredan, se mezclan
 en un torbellino de dudas y temores.
La vida nos depara, sin darnos cuenta,
pisando a hurtadillas
con situaciones penosas y adoloridas.

¿Cuál es la razón de esta maraña
de iras ajenas en las que estoy sumergida?
Es un ahogo en el alma,
 la maldad, la mezquindad,
buscan la inocencia, la credulidad, la ingenuidad,
para anidarse energías puras y positivas
y así se sostienen en soledades interminables
 de las oscuras noches.

Desilusión desgarradora,
 ¡qué de pesos inmensos, orbitales, celestiales
se apoyan en la nada de hondos abismos,
 buscando por doquier la luz
que los ilumine y les de fuerzas
para continuar su labor
de socavar el bien y el amor.

Me engañan con ficciones,
falsos paraísos flotantes sobre el agua
que me ahogan de pesares infinitos.
Busco lo verdadero, el amor único y total
y no lo puedo hallar,
sólo encuentro signos y simulacros
trazados en papeles blancos, verdes, azules
que vuelan con el viento lejos de mí.

Desilusión desgarradora,
me persiguen esas almas atormentadas
que vuelven del osario inmenso
de los que no se han muerto
porque ya no tienen nada
que  morirse en la vida.

El dolor me acompaña
como símbolo irrefutable
de que existías tú en ese lapso de instantes
de creíble amor
pero mientras yo te sienta,
tú eras la prueba de dolor
de otros momentos en que no me dolías.

Desilusión desgarradora,
has dejado tan sólo polvo,
vagos rastros fugaces,
recuerdos ínfimos en mi alma,
rasgada por hendiduras sin sostenes algunos.

Mi alma, como alas,
sosteniéndose sola a fuerza
de aleteos desesperados,
 pesarosos, a fuerza de no posarse nunca,
de tratar de volar
llevando  por doquier
 la esperanza de que existe el amor,
ése, el verdadero, el creíble,
no en leves mundos frágiles,
sí en únicos y donde se albergan
las verdades más profundas.

Desilusión desgarradora,
no quiero pedir apoyo para superarla,
ni a los barcos ni al tiempo.
Quiero internarme sola en galerías enormes,
abriendo en los granos de arena
las minas de llamas o azahares,
para hilvanar entretejiendo
ese amor dulce
que no desgarra ni hiere.

Y en ese desliz, en estelas,
pisando nubes sin huellas,
no mirar más el recuerdo
 de esas sombras mezquinas y oscuras
que ya no existen más.

Mis manos están vacías de ellas
 igual que mi corazón y mi alma.

Una mirada furtiva


Una mirada furtiva,
huidiza, escalofriante,
que me deja anonadada,
en temblores
que provocan en mi alma
desazones sin fin.
Entre los dos
el silencio se alarga y crece.

Sentidos que laten los embates
que el tiempo desafía entre cenizas y ruinas
que en una larga agonía,
se duermen en un escondite secreto.

Una mirada furtiva
que hace que cierre mis ojos
para no sentir que te he perdido
para siempre,
no siento el cercado de tus brazos
ni veo tu fuego
que en los fuegos arde.

Te llamo hasta quebrar mi voz,
por eso me derramo
en llantos y sangra mi corazón.
Una mirada furtiva, cautelosa,
siguiendo en pos de mí
 como una aparición fantasmal
para no dejarme encontrar
el camino hacia mi espiritualidad toda,
conmigo misma.

Así, en movimientos lentos
como alas de aves
en un rítmico volar
mis sueños se elevan a cielos infinitos
para perderme lejos y no sentir
sobre mis hombros cansados
tu mirada furtiva, sigilosa,
cuando tú y yo en pequeñas pláticas
hacían nacer mis suspiros de desesperación.

¿Por qué mis suspiros renacen
y vuelven entrecortados y estremecidos
desde el fondo de mi alma
cuando estamos juntos?

Hay algo en mi cuerpo
que viene de un tiempo lejano,
es una querencia,
un ansia de volverte a ver,
a verte,
de seguir contemplando tu antigua mirada brillante,
a veces triste,
nunca disimulada,
ni solapada.

¿Por qué amor mío,
tu antigua mirada
no es la misma en mi presente mirando?
Me reconozco y la extraño.
¿Dónde está?,
 ¿Vivo en ella?
¿O ella en mí?
Mirada furtiva,
cae sobre mí como una fuerza
que me invade y enajena mis sentidos.

¡Vete ya de mi vida!
¡No te quiero frente a mí, me desespero!
Sin sintonía, mi cuerpo se marchita,
mi mente se obstruye, mi corazón se agita.
Quiero sentirme capaz
de ser mi propio apoyo,
de ser mi tránsito en esta vida mía.

Mirada furtiva,
oculta en tus ojos negros,
me lleva al submundo del resto de la Creación.
¡Déjame vivir libre,
con sentimientos claros y preciados!
No deseo sentir ningún vínculo con tu vida,
¡Haz la tuya!
Tengo sed de visiones nuevas,
 las que me proyectan a un nuevo mundo,
azules tenues
que me llevan a azules perfectos,
lejos de tu mirada furtiva,
ajena a mí,
en un callado empuje
que me eleve por aires alados
a horizontes plenos de luz y de amor.

Dame mi libertad,
mi espacio abierto
en campos de amapolas y alelíes
entre bandadas de visiones
con mis ojos cerrados
que me llevan
a mis lugares íntimos y secretos.