Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 8 de marzo de 2016

Quimera


Besos esquivos


Besos esquivos,
entre tu verdad más honda y yo
me ponen siempre tus caricias leves.

Tu boca es mi única ley,
tu boca de dulces y miel.

Tu boca que sin prisa besa
y me apasiona
es la cárcel de fuego de tu aliento
que enciende mi boca
y hace que mi cuerpo se desborde
en un sentimiento puro y callado
que se pierde en mis adentros
para estallar en tu cuerpo
y gritárselo a tus sentidos
para que así terminemos unidos
en un grito de pasión
que sólo escucha nuestra piel.

Besos esquivos,
quisiera yo,
amado,
tus besos esquivos de aliento
de cerezas elocuentes,
de labios frescos,
almíbar,
ciertamente,
quisiera yo tu beso fugitivo.

Tus besos son de noche
aún más ávidos y ardientes
y nuestros labios cavan en la aurora
un espacio del gran besar nocturno.

Un beso no esquivo te pido a ti,
mi amado amante,
para el fuego que viene
en mis entrañas encendido,
por tu boca mi ruego escucha
para que mi razón de vivir
no grite por sosiego
y mi corazón clame
por otro latido
al sentir tu beso ausente.

Besos esquivos,
los busco,
los persigo,
surgen en mis poemas de amor
para que viajen hasta tu alma
y despierten en ti
la dulce estrella de la pasión,
ojos de luna,
corazón suave y tierno
que me dará sus besos de miel
y así las venas de tus sentimientos
se abrirán como un jardín florido.

Mi dulce amor,
espero tus besos esquivos,
sin ellos la vida no tiene sentido,
te has convertido
en mis poemas eternos,
mi luz,
mi inspiración…
Cuánta lucha y dolor…
Lágrimas,
poemas,
desafiando la razón
y resistiendo distancias
y tiempos.

Hoy pintamos poemas,
plasmados de besos,
adornados de abrazos,
caricias, susurros, fuego…
No hace falta pluma o papel
pues nuestros cuerpos hoy…
se convirtieron en lienzos...

Besos esquivos,
ya no más,
hay besos que pronuncian
por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada,
hay besos que se dan con la memoria.

Quiero besos silenciosos,
no esquivos,
sí nobles,
sinceros,
no enigmáticos,
sí besos que se dan
sólo las almas verdaderas
y sentidas.

Quiero besos
que arrebaten mis sentidos,
misteriosos,
que dejen en mi alma
mil sueños errantes y perdidos,
besos perfumados,
tibios que palpiten en íntimos anhelos
ya que parecen azucenas por sublimes.

¡No más besos esquivos!
Quiero besos que en mis labios
dejen huellas como un campo de sol
surcado por un amor verdadero y único.

Tarde de lluvia


Tarde de lluvia,
la tarde está llorando
y es por ti.

La lluvia
se desliza por el vidrio de mi ventana
y a lo lejos vislumbro tu figura
tierna y apasionada,
imposible acercarme para tocarla.

Tarde de lluvia,
te necesito a mi lado,
sentirte cerca,
abrazarte y estar oyendo el viento
que apenas puede llevar al mar
las nubes con su carga.

Hay silencio,
nada responde y todo mi ayer
se junta en este instante.

Cuando llueve te mezclas con la lluvia,
cuando llueve en la calma de la tarde
te siento conmigo,
te siento en mi sangre,
cuando llueve te tengo,
nada puede sacarte de mi lado y me duele…

¡Cómo duele la quimera del tiempo!
escucho el eco del olvido
pero nada hay que no te recuerdo
mientras en la tarde llueve.

La lluvia cae,
moja mi alma,
¡cómo quisiera que aquí estuvieras!
me dieras calma,
esa calma que el amor sólo sabe dar…
y no mira nada para entregar.

La lluvia golpea
con sus caricias húmedas las aceras quietas,
silenciosas,
tus pasos están en otras veredas,
mis pasos van en sombras a otros destinos…

EL viento doblega los árboles,
sus hojas se sacuden
y mis manos te dibujan en la oscuridad
donde te sueño.

La tarde se colma de lluvia
y cierro mis ojos,
te veo, te palpo,
te siento,
eres parte de las sombras
que me envuelve.

Escuchemos juntos
con la imaginación el ritmo de la lluvia
y así seremos esta tarde,
los dos,
un mundo aislado por el viento y la lluvia
entre la cuenca tibia
de nuestros abrazos.

Lluvia que penetra
en la bruma oscura,
grisácea,
arribas a los campos del alma,
levantas aquel grito de vida y esperanza,
ven a renacer en gotas de agua lo seco,
lo dormido,
yaciente en la calma.

Lluvia,
que en torrentes de cálida agua,
aviva el corazón,
el amor,
la llama,
vuélveme a la vida junto con mi amado,
empápame mi razón,
dale el color que extraña,
trae luces nuevas a esta tarde larga,
ilusiones,
sueños a la espera
del renacer del amor.

Estrellas peregrinas


Estrellas peregrinas
que como flechas perfumadas,
lanzarán mis palabras
y en poemas de amor
viajarán hasta tu alma.

Dulces estrellas de la pasión,
ojos de luna,
corazón suave y tierno
que te llama desde la lejanía distante
sin ver tus ojos de amor.

Primero fue un poema de amor,
luego otro y luego otro.

Sobre las costas de tu espíritu
se fueron amontonando mis versos.

Estrellas peregrinas,
que me llevaron hacia ti
y tu voluntad fue cediendo
como una ciudad asediada
y las venas de tus sentimientos
se abrieron como flores.

Estrellas peregrinas,
mágicas y maravillosas
que nos llevan al infinito
desde que aquel poema de amor
primero te colmó el alma
y como los poemas son cosa de magia y vida,
enamorarnos es lo insólito hecho realidad.

Estrellas peregrinas,
lleven mis poemas a las almas
que grácilmente las reciban y las amen
flotando liberadas por los anchos espacios
de todos los crepúsculos,
como si fueran nubes escritas por el viento.

Estrellas peregrinas,
despacio,
como soplo leve,
alterno,
entreguen a mi amante
mis palabras de amor,
escritas en un ritmo de mi vivir soñando.

Estrellas peregrinas,
que en el espacio inmensurable
llevan el mensaje de amor celestial
e intrasmutable e inspiran sublimizados versos
que con efluvios recorren
el orbe hacia ti
con sus luces brillantes

Estrellas peregrinas,
a las que llevadas por vientos cósmicos
les confié mis deseos de que mis versos
vuelen a mi amor plenos de esperanza
para que no sean sólo un sueño.