Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


miércoles, 20 de abril de 2016

Inolvidable


Laberinto de seducción


Laberinto de seducción,
escondite secreto,
puertas levadizas,
trancas con cerrojo,
que no conducen a ninguna parte.

¿Es que acaso no existe
el sendero que me libere
de este juego de seducción
que me conduce tan sólo a envolverme
en un manto de lágrimas?

Delicadas,
ardientes,
nuestras almas se buscan
por un laberinto de soledad,
en una melodía que acaricia los sentidos,
instintos que convocan arrebatos de pasión.

Laberinto de seducción,
mi camino fue hacia tu plan
que me condujo
en un extraviado concierto
a que mi alma se rindiera
y la copa de mi sentimiento
se volcó íntegramente hacia ti.

En este paraíso
de los tiempos del alma,
voy intentando alejarme,
recorro senderos,
tupidos follajes,
sendas inconclusas
y no encuentro la forma de alejarme de ti,
tú, el que traes a mi mundo
tus misteriosos artilugios
para enredarme en hilos de tristeza
y sed de sollozos.

Negarme a vivir
quisiera en las sombras del olvido
pero la vida me declara
todo tu amor vivido.

Laberinto de seducción,
donde tu sombra vive de eternidad…
Enciendo velas para encontrar
el lugar donde el viento
sacude su negra soledad.

Ayer acaricié el pétalo de tu sombra
¡Qué extraño fue!

Tú,
el que me llevó a caminos demolidos,
quitando los pasadizos
del incierto vespertino
pero no puedo apartarme de ti,
la música de tu voz
me lleva a un júbilo nuevo,
pleno de placeres
y gozos inesperados,

Perdidos entre los recodos del laberinto
nos buscamos a tientas,
seducidos por nuestra pasión.
Nos abrazamos en el aire del mundo
y nos volvemos a alejar.

Laberinto de seducción,
en ellos se estrenan los gozos primeros,
los sones del amor nuevo,
las huellas de un vivir
transido de un querer.

Déjenme salir,
procelosa y airada,
sin destellos de penas ni de dolores,
desaparecer en la quietud de la noche
para ser tan solo un recuerdo
en el tiempo vivido,
en el ayer,
sin esperar un retorno
al laberinto pasional
que nos imprimió marcas
sobre nuestro anhelado futuro.

Laberinto de seducción,
en el que las presencias de siempre,
no bastaban
y no nos hallamos con las manos,
con los gritos clamando,
con las bocas sin besos,
¡ya no más,
sólo nos quedan cicatrices
dentro del alma
por toda la eternidad!

Tejiendo la vida


Así tejemos la vida
entre nuestro diálogo de miradas atentas,
sorprendidas, milagrosas,
sorpresivas,
consuelos y bálsamos de nuestras almas
que nos unen en un alianza continua,
permanente,
constante y sentida.

Tejiendo la vida sin palabras mutiladas,
sí, con rumores de amor
en noches de espera,
cantando sin tristezas ni penas.

Soy la viajera con el corazón pleno de amor
y la sombra de tu sombra
quien teje palabras de amor,
frases, versos,
entre hilos de seda y plumas
haciendo un nido cálido de caricias.

Sensación de ser dos voces
en la noche unidas por lazos estrechos
y entretejidos de recuerdos.

Tejiendo la vida en un vivir juntos
el hasta ahora esperado,
trémulo y jubiloso de promesas unidas,
ya que la vida es la sorpresa
en que nos suelta desnudos,
inocentes,
en un mar inmenso.

Tejiendo la vida,
los dos al unísono,
para que en nuestros días de tormenta
sólo haya claridad
que atraviese las nubes oscuras y tristes.

Tejiendo la vida
comenzaste a quererme
porque me convertí,
sólo para ti en ese sueño
de cuento de hadas
que todo lo llenó con su magia
atrapando tu corazón y a la vez,
haciéndolo libre.

Mi pasión fluye al recordarte,
te tengo prendido en mi corazón
y una catarata de gozos
fluye desde mis entrañas.

Tejiendo la vida,
los poemas van destilando cada día,
ilusiones, rosas,
fantasías,
que llenan mi alma de alegría,
sueños que despertarán
algún día mientras vivo
y respiro tu sonrisa.

Tejedora de versos y rimas,
tejiendo momentos trenzo la vida.

Eres mi amor cada noche,
mi eterno enamorado
que calla y mira.

Tejiendo esperanzas y sueños
con la madeja en mis manos,
el corazón,
el papel y una pluma,
hilo y deshilo
la ilusión de estar contigo.

Para que me sirve la vida
si ya tejida en un hilo,
perece,
aunque de su esencia
brota mi vida en un verso.

Ya no sueño con tus ojos,
ahora quiero tu regreso,
ya te tejí toda la vida
y ahora en versos te quiero para mí,
quiero estar contigo siempre.

Sueño con estar a tu lado,
tendidos sobre nuestro lecho,
recordar las horas pasadas
en unas sábanas de tejidos blancos
sobre la aguja de tu amor soñado,
tejidos en letras de sueños
y tiernos besos palpados
sobre este gran poema de amor
que es la vida.

Poemas que viajan


Poemas que viajan,
vuelan lejos,
muy lejos,
en instantes,
apenas,
recorren el cielo cruzando vastos océanos,
llevando su mensaje de amor
a los corazones que los reciben
palpitando de emoción
en invisibles instantes de felicidad plena.

Poemas que viajan
sembrando amor ya que el mundo,
desesperadamente establece
a través del vínculo de la vida
una alianza considerada.

Cumplen su misión de amor
para lo que fueron creados:
inundar las almas de sentimientos puros
y en forma sencilla,
no extensa,
clara,
entendible para que cada uno
las interprete en su búsqueda de la paz
y del amor deseado.

Están en el aire,
el sol les da triunfales signos de libertad,
se apoyan en el agua,
sin guijarros,
sin cuestas y ya libres
se vuelcan en páginas en blanco
que los espera con ansias y alegrías
al saber que no se marcharán.

Poemas que viajan,
como tibios presagios con rumbos conocidos,
corren pero sin prisas,
disfrazados de ardores,
sin motivo a dejar su amor
inolvidable y perdurable en papeles,
a veces lisos y brillantes,
otras en trozos desmenuzados
que no se pierden nunca.

Poemas que viajan,
en tiempos de paz y de ventura,
como dulces recuerdos
que se elevan al infinito
para desvanecerse donde los esperan
con ansias los llamados de las almas
que necesitan encontrar fuerza y alegría de vida.

Poemas que viajan,
vuelan en las serenas tardes
o en las oscuras noches
y sienten el llamado
¡vengan!
los necesitamos,
los estamos esperando
con deseos de inundarnos de amor,
buscando ese sueño que sí,
¡existe!

Y van, paso a paso,
llegando por la soledad
avanzando llenos de encanto y dulzuras
y entre notas musicales caen
en los corazones abiertos que los esperan,
necesitados de palabras,
colmados de risas,
júbilo,
alegría,
amores.

Poemas que viajan,
van solos,
no son llamados sin razones,
caen como aves alegres
y juguetonas y revoloteando,
luciendo su gracia,
su ilusión florecida en aquellos lugares
escondidos donde su ambrosía
es esperada con fiestas de almas.

Paisajes que viajan,
poesía inspirada en amores presentes,
entre temas de nostalgias,
como diminutas corolas puras
que se columpian en sus leves tallos,
se inclinan cual rocíos de color.

Sueños de astros
que las luces del alba volcaron en el papel,
se funden con el todo
entre anhelos de ternura en bóvedas azules
donde las nubes,
eternas mensajeras,
tejen guirnaldas de blancos copos
para que viajen por el mundo
a tierras lejanas ofreciendo
sus versos por doquier.