Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 22 de junio de 2018

La luz de tu soñar


La esencia de tu ser


La esencia de tu ser bien oculta
 en el rojo silencio de tus ríos interiores
duerme tu espíritu en una fugaz luz,
estalla en la mañana
como amor retenida en pimpollo.

Mi alma, cercada de tinieblas,
al infinito se alarga
 cuando tú como bálsamo tenue
me haces perder el miedo
en tus brazos que me estrechan
 poderosos y frágiles
con la fuerza de tu amor,
plena magia
que suena como dulce melodía.

La esencia de tu ser me inunda
cual hiedra de amor,
con tu sangre vibrante
que forma raíces profundas y enlazadas
en mi mundo interior.
Naciste como perfil modelado
en blanda cera en los duros biseles del silencio,
estás inmóvil como águila en espera,
con el calor de tus hombros
enlazo la cima de los cielos con la tierra.

No se cuando empezamos a conocernos,
cada mañana nos empezamos a encontrar,
cada nuevo beso es para mí,
mi primer beso,
mi verso debía decirte
lo que para mí has sido,
tú tenías la palabra exacta
con ternuras compartidas.

La esencia de tu ser,
 mi corazón palpita deseoso
de poder llegar a tenerte en mis brazos,
sentir tu sutil aroma,
con el solo anhelo
de llegar a reflejar tus ojos en lo míos
 haciendo que mi alma se sumerja
en un éxtasis infinito.

Así esta pequeña ideología tuya
provoca en mí los sentimientos más profundos
ideando tu figura
mientras nuestros corazones
siguen bebiendo de la misma fuente
como en la hora tiernísima del juego
y de la leyenda,
regalándome primaveras inagotables de tu alma.

La esencia de tu ser,
esa materia que se presenta
como un himno favorito
entre notas que suben en números acordes
de tu pecho a mi oído
y despiertan una viola celeste
 llevándome al cielo como las alas de un ángel,
armonizando su son con tus cantares y tus risas.

Siempre amparándome en tu ser
 y se asoman a mi pecho tus sentidos,
temblando mi cuerpo
al sentirte cerca de mí.
La esencia de tu ser,
 principio de un amor sin tregua,
así voy por veredas de la tarde perdida
para siempre en tu embeleso.

Mi rostro feliz,
mis brazos libres,
recorriendo mis sentidos sin orillas,
vuelvo a tu boca olorosa,
quedándome en el deseo creciente de las aguas,
 jugando con tus sueños y mis anhelos.
La esencia de tu ser,
es mi paz intacta
del manantial de mi dicha.

Noche larga


¿Por qué la oscura noche es tan larga?
¿Cuál es el misterio
de que nos inunde
la tristeza y la soledad?
En la noche larga
la sombra de los cipreses
es como un grito en la niebla.

Se alzan al cielo
sin saber la razón
coro de voces descalzas
que se posan
sobre las copas oscuras de los árboles.

Yo sueño contigo, amor,
con que tus manos
se van perdiendo a lo lejos
como dos trémulas alas
tras la negrura del cielo.
Noche larga,
sin ti mi vida es soledad de soledades,
mi corazón está solo
como un rosal sin colores.

Si viera tus ojos
en esta espera apesadumbrada
 volcaría la alegría
con canciones de primavera
y se trocarían en lumbres
mis soledades en sombras.

¡Cómo sueño las horas azules
que me esperan
tendida a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
 sin más lecho que aquel de tu brazo!

Noche larga contigo a mi lado
sintiendo a mi amor florecer
 en la mística voz de tu canto:
notas tristes, alegres y hondas
que unirán mi emoción a tu rapto.

¡Oh! Noche larga, regada de estrellas
que enviará desde todos sus astros
la más pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo.

Noche larga
que con un velo de recuerdo
se enlaza, apretado
y nos mira en estrellas dormidas
desde el cielo en nosotros rondando.

Se ha callado la idea turbadora
y me siento en el sí de tu abrazo,
ya la noche no es tan larga
porque convertida en un solo murmullo
se interna en mi alma cantando.

Es la noche una cinta de estrellas
que una a una a mi lecho han rodado
 y es mi vida algo así
como un soplo ensartado
de impulsos plenos y pasionales.

En esta noche larga, mi amor,
se han unido nuestras risas
 más blancas que el blanco
y ¡oh milagro!
en la luz de una lágrima
se han besado tu llanto y mi llanto…

Se ha quedado tu vida en mi vida
como el alba se queda en los campos
 y hay mil pájaros vivos
en mi alma en esta noche larga de amor
entre cantos sin tristezas ni pesares.

Ya la noche no es tan larga
tendida a tu lado,
entre tus caricias
y el gesto de tu abrazo,
en tus palabras cuelgan rumores
parecidos al lenguaje
que llevas en tu boca de agua,
desde el más quieto charco
al más agreste risco.

Esta noche se ha ido casi aurora,
casi ronda de luna entre montañas,
noche rasgada al tiempo repetido
entre esencias altas y claras,
 circundando de emoción
mi espíritu todo.

Recordándome


Recordándome
(Desde un olvido lejano,
 viniste tras el viento,
buscándome)
no quise escucharte.

Recordándome
(Llegaste a mí
cantando sueños
que volvían de los tiempos de antes
porque en tus estrofas amantes
querías que mi voz
te acariciara)
no quise escucharte.

Recordándome
(Traías en tus palabras
 el pasado compartido,
 entretejido con latidos de amor
 entre inquietudes
de momentos pasados juntos)
no quise escucharte.

Recordándome
(Querías que volviéramos a estar juntos
prendidos a los restos del silencio
de este tiempo ya pasado
y del que escapamos
por milagro)
no quise escucharte.

Recordándome
(Esperabas mi pura promesa
de volver a estar juntos,
pero al despedirnos de lo gozado,
lo sufrido quedo atrás)
no quise escucharte.

Recordándome
(Pensaste
que nuestro sueño de amor vivido
aún persistía
y que nuestra ansia de vivir,
amándonos,
latía,
aún,
en nuestros corazones)
no quise escucharte.

Recordándome
(No te diste cuenta
que estamos al otro lado de los sueños
que soñamos,
a ese lado que se llama la vida nuestra
que ya se cumplió)
no quise escucharte.

Recordándome
(Me dices que me quieres
y es como un despertar
de un no decirlo,
sin designio de lo que lo sepa nadie,
ni tú siquiera)
no quise escucharte.

Recordándome
( me dejas el mensaje
de tu gran querer callado
que sólo tú crees sentir,
 lo que fuimos,
ya no somos,
son sólo imágenes pasadas
de ti y de mí)
no quise escucharte.

Recordándome
(Rompes mi mañana
que es de cristal
por esperar
y apareces cuando tu quieres
para volver a ser lo que fuimos
y ya no somos)
no quise escucharte.

Recordándome
(Sin vacilaciones
creíste volverme a tener,
 abrazarme sin término,
 pero me heriste
en lo hondo
al buscar tú,
otros ojos,
otros cuerpos)
no quise escucharte.

Recordándome
(Después de vivir
 tus breves amores,
 quisiste estar conmigo
otra vez
pero nunca supiste
que ya no estabas más
en mi vida,
sólo eras una huella
que se desdibuja en el aire)
no quise escucharte.

Recordándome
(Tu sensación de retorno
que te estrecha el alma,
 déjala ir
tras el más allá
porque ya nuestra realidad,
 la ya vivida,
 no existe más)
no quise escucharte.