Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 30 de abril de 2017

Amor nuevo


Palabras al viento


Palabras al viento,
se fueron tras la cálida brisa,
dejando en su eco,
susurros en mi alma.

Palabras al viento,
se llevan mis monosílabos,
mis frases, mis palabras quedas,
mis versos de amor,
 ¿a dónde llegan?
¿qué buscan?

Se maduran los mundos a su llegada,
nada se puede ver ni tocar,
sólo están arremolinadas,
sueltas, desmadejadas,
deshilachadas, destejidas,
pero aún frente a todo,
son Amor, Amor único
que recorre el orbe,
dejando estelas
y perdurando en corazones
puros y embelesados.

¡Santas palabras!
Bajan por los tiempos milenarios,
necesitadas por almas
como tenues alas
viniendo del ayer hasta el hoy
 y yendo al mañana.
¿De qué lejos, misterioso su vuelo arranca,
nortes y sures, orientes, horizontes sin fin?.

Palabras al viento,
como innúmeras sombras calladas
llegan a ti, mi amor,
cada día más sentidas,
cada día trasmitiéndote más
 mi todo entero,
nunca desaparecen
ni se escapan.

Y entre temblores de risas,
como voz de vigía gritando
 ¡Tierra!
llegan una a una
a acariciar tus labios,
tu rostro, tu cuerpo
que siento ya mío.

Palabras al viento,
 todas en un sol tras otro
se vuelven claras, soñando,
cantan delante, detrás de ti,
ofreciéndose sin guardarse nada,
onda tras onda,
 rompiéndose en mil,
cien sílabas en tus brazos.

Palabras al viento,
se esfumaron de mi vida
como la niebla al amanecer,
para llegar a ti, mi amado amante,
así es su destino y
¡qué confusión,
sin ellas me siento perdida,
mis sentidos se bloquean
y mi cuerpo empieza a temblar!

Pero… sueño o realidad,
las palabras no se han perdido,
 fueron hacia ti, en secreto,
en suaves movimientos,
llegando a tu mundo interior,
 bloqueando tus sentidos
y haciendo que tu cuerpo temblara
tan sólo de escuchar sus susurros.

Palabras al viento,
 libres, airosas, juguetonas, necesitadas,
atraviesan cielos y cantos,
mares y horizontes,
ecos y silencios,
fronteras y murallas,
van a encontrarse,
a inquietar o a asombrar
al revelar lo sentido y expresado
 en todas las emociones
que ellas conllevan
pudiendo fundir tu corazón
en un profundo acto de amor.

Palabras al viento,
en volandas te envían belleza,
alegría, paz
que trasmiten en su canto
 la verdad de nuestro existir.
Palabras al viento,
 vírgenes, radiantes,
van como fulgores en monosílabas,
 trisílabas, frases
 en busca de la aventura
de estar en ti
entregadas una a una
en tu corazón apasionado.

Amor fugaz


Amor fugaz, breve pero intenso,
 profundo pero adolorido
conmigo a tu lado
pero pronto sin ti.
Yo sola con la verdad
de sentir la angustia,
el tormento, el cielo negro
de lo que pudo ser
y se perdió
en la oscura inmensidad.

Duró un efímero momento,
pleno, vibrante
y como pluma leve
que se lleva el viento
cambió mi vida
al no estar en tus brazos,
llevándome a un gran mundo a oscuras.
Amor fugaz,
como un latido acompasado,
todo trémulo de besarme o no,
 está la certidumbre: tu ausencia sin labios.

Fue un susurro sin luz,
 un suspiro silente
que como gasa de amor
pasó a mi lado dejándome sola
con la verdad de no tenerte más.

Amor fugaz,
 duró tan solo un instante,
ahora es tan solo un recuerdo
de haberte sentido,
casi en secreto,
pasar los labios sin tus besos.

Salvación, fría, dura en la tierra,
 del gran contacto ardiente
que esta noche está ausente,
mi cuerpo te busca
y mi frente quiere tocar tu frente,
necesito ser amada
aún en la distancia.

Amor fugaz, fue tan solo un instante
 cuando el destino
nos cruzó a los dos,
como transcurre el tiempo de un momento,
cuando lo que dura es un tan solo adiós.

Llegó el amor de pronto
y se marchó de prisa
pero punzó mi corazón
con una espina
pero lo que dejó en mi alma
no termina.

Amor fugaz,
no pude retenerlo,
sólo me dejó
unas cuantas caricias apuradas
y ninguna promesa de regreso.

Nuestras tardes, nuestras noches
 fueron sólo breves horas
de dichas compartidas,
las manos no eran tocar
 lo que hacían en nosotros,
era descubrir;
los tactos nuestros cuerpos inventaban,
nuestras miradas
no se detenían entre nosotros,
pasaban a través de nuestros anhelos.

Amor fugaz,
¿cómo sabré de tu boca
si tus susurros ya mi alma no tocan?
Las palabras brotan de mis dedos
a las hojas que las esperan,
 alegrando mis tristes pensamientos
que visten la nostalgia
de lágrimas por éste,
mi fugaz enamoramiento.

¿Es que fue fugaz
o existe hasta este hoy
en el que te añoro?,
sí, te añoro, mi eterno amor fugaz,
aunque tus susurros
ya mi alma no toquen,
mi deseo por ti se apaga
y mis ojos que iluminaban
tu rostro con mi deseo,
éste se extingue, lánguido, derretido.

De a poco,
 en breves períodos de mi vida sin ti,
convertí el olvido en poesía,
convertí el dolor en poesía,
quedando una herida
que sangra a veces
y a veces se me olvida.
Pido amar de nuevo,
sin dolor, sin heridas, sin olvidos
y así, así,
convierto mi ruego en poesía,
viviendo un esperar con rumbo cierto.

Lejanía sin distancia,
ansiedad de amar sin ansia,
sin tormentas en mi alma,
sólo gozos de saber que existes
y que me estás buscando
entre horas del vivir
que vuelan alto,
esperando que me beses
y me ciñas entre tus brazos por siempre.

Mis huellas en tu mar


Mis huellas en tu mar,
 mis marcas en tu piel,
entre estrías de luces,
entre maravillosos perfiles
que rutilan por el agua
entre festejos y júbilos
al velar el ardoroso buscarte
 en la plenitud del acierto
de este amor por ti.

Dejé mis huellas
en tu cuerpo de mar,
 entre un oleaje
 resplandeciente de ardores
que te recorren
como finas plumas del aire,
cubriéndote de besos, caricias,
en las puntas de las olas
 intentando cubrirte
con mis ansias locas.

Mis huellas en tu mar,
iluminan mis intentos
de que no me olvides nunca,
entre clamoreos festivos,
jubilosos, inocentes,
plenos de relumbres, de fulgores,
proclamando cómo te estoy queriendo
 y dejándote ante tu orilla
 mi cuerpo virgen y puro
que alegremente se te entrega.

Las olas van formando
con monosílabos
palabras de amor
que te susurran entrecortadas
 para que las descubras,
 sirviéndote a tus deseos
de que tú y yo formemos
un doble espejo
donde nos refugiaremos
para amarnos.

Mis huellas en tu mar
casi desaparecen,
se desdibujan,
 las olas en la arena
 las van llevando
entre la espuma hacia la espesura del mar,
donde tú me esperas,
ansioso y desesperado
por tenerme entre tus brazos.

Mis huellas en tu mar
se adentran entre las aguas
en una actividad a veces frenética
y a veces pausada,
fluyendo hacia ti, mi amante,
porque eres amado.

Muestra en tu hacer,
¡que eres un afluente
del gran fluido que es la vida!
Mis huellas en tu mar,
 como magia de amores,
viviéndolos, sintiéndolos
en grandiosos momentos de belleza
y gozo sin par,
entre imágenes de desbordantes fantasías
 y percepciones en torno a lo Divino.

El mar nos ciñe, más y más,
como un cerco de alegría,
colmándonos de asombro
al mirarnos entre espumas
que desfallecen en la orilla.

Mis huellas en tu mar
se hunden de a una,
de a cien, de a mil,
 las incontables pisadas cristalinas,
que como figuras de blanco mármol
quieren estrecharte entre sus senos,
de una  en otra,
evadiéndose ligeras
y permaneciendo siendo ninfas.

Son juego de raudo amor,
entre tú y esta ninfa rápida
que apenas erguida cae
entre tu espuma desfalleciendo en tu orilla
 entre verdes curvas,
con luces vagas
en un gran hervor
de cuerpos en proyecto.

Se enlazan en las ondas
en altas quejas estremecidas
de gozos y placeres,
entre deseos que se alzan
 en ligeras crestas de ondinas,
entre ansias
que se mueren
en blancuras de amores nuevos.