Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 3 de febrero de 2017

¿y yo que?


Un Nuevo Amanecer


Un nuevo amanecer
para el amor.
Quererte
como las amapolas al viento,
quererte
en un compás de espera incierto,
como letras de poesías
 nacidas desde mi alma.

Existe un nuevo amanecer
donde no hay lugar
para el dolor ni la mentira,
donde la armonía
se estremece con mi sentir,
donde cada momento
es una caricia.

Acércate
en este nuevo amanecer
y sentirás la paz en mi alma,
se ha iluminado mi día
con una nueva ilusión,
con mi corazón dispuesto
y libre
de temores
para volver a amar.

Mi vida
con una agitación creciente,
un festivo clamoreo de relumbres,
de fulgores,
proclama
que está queriendo otra vez,
no era aquella paz
 la última
y estoy alegremente vibrando
ante una nueva pasión,
 más perfecta,
más verdadera,
más plena.

Un nuevo amanecer
está inundando mi vida,
con colores sin fin,
con claridades repiqueteantes,
arrebatadoras,
encendidas.

El amor
es el amanecer
en la libertad del ser.
Cuando los ojos del amor
atraviesan la luna,
 los ojos de los sueños
 alcanzan el horizonte
en un nuevo amanecer
y en mi regazo algo nuevo,
más pensado,
más hermoso,
se proyecta
 hasta lo hondo de mi alma.

Un nuevo amanecer,
 ¡qué delicia tocar la hierba fresca
 en un bello amanecer otoñal!
y hasta detrás de la luz,
veladamente
secretos aguardan
por si los quiero
escuadrones de luceros.

La luz del amanecer
abre la ventana de mis sueños
y mi poesía canta alegre,
 baila con frenesí
 y con sus ágiles
y armoniosos pasos
que adentran dentro de mí
para despacito,
sin apuro,
legar a las hojas vírgenes
 que las esperaban ansiosas
para dibujarlas
con arabescos
como centellas.

La luz del amanecer nuevo
 espera al amor verdadero,
al sentido
desde lo hondo
¡qué bella sensación
riendo las dos luces unidas!.

Abro los ojos
en este nuevo amanecer
y contemplo junto a ti,
tiernamente abrazados
y unidos
el nuevo Sol
de un nuevo nacer.

Te miro,
te pienso,
te amo
y al abrir los ojos
sonrío
 a mi despertar,
 cual rocío
despierta con la sutil mirada del sol.

¡Qué gozo intenso
y resplandeciente
es este nuevo amanecer
 a tu lado!.
El amor,
igual,
igual,
 de tanto ardor
se va en sosiego.

Desaire


Desaire,
palabra despectiva,
arrogante,
que no significa nada
si uno la encuentra
y no sufre por ello.

Pero de pronto
aparece en un poema,
en un verso de amor
y esto confunde mi pensamiento
porque aunque en mis prosas
la verdad encuentro miles de objeciones
resuenan en mis adentros.

Es verdad que en muchas estrofas
las palabras con desaire se claman,
más en el fondo
se sabe que son nubes de humo
para ocultar los verdaderos sentimientos.

Sentimientos que están llenos de dolor
por el desdén recibido,
el desgaire que nos llega,
la indelicadeza que nos roza,
perdemos lo más preciado:
el amor que nos rodeaba
y a pesar de que los versos
nos hacen pensar que lo que se
ha perdido no debe doler
ni llorarse amargamente.

En realidad
las frases que resuenan en mi mente
gritan lo contrario
porque encontrar en el camino
desatenciones no merecidas,
no es un instante para recordar ni sufrir.

Lo que se siente duele
tanto que es mejor convertirlo en coraje
para que el daño desaparezca,
se disuelva en la nada
hacia lugares recónditos del alma.

Voy tras el camino
tras una libertad absoluta,
allá voy con mis delirios
como una ciega luz
de una noche oscura.

Desaire,
enredado en hilos con el viento
para que deje de existir en mi vida.

Voy en búsqueda del amor
con miedo a amar
y dejarme amar,
miedo a pasión desbocada,
miedo a besos furtivos,
miedo a ser ramas entrecruzadas
bajo las ramas confundidas
de los ligustros anhelantes.

Miedo a ser naturaleza viva
en la naturaleza real que me rodea.

No quiero avanzar contigo en tinieblas,
sí claridades buscar juntos,
a ciegas
y nos hallaremos envueltos
en redes de preguntas
y ecos que contesten
en una entrega total,
en una plena donación de vida.

Desaire que se ha ido lejos,
sólo busco claridad
a través del misterio
nunca bastante claro por desnudo
que esté en las tinieblas sombrías.

En este tiempo medido con ensueños
¡al fin! te veo llegar,
vienes de la nada tormentosa hacia mí,
colmadas tus manos de ansias y caricias.

¡No más se acerque a mí el desaire!
en oleadas de vientos y nieblas
la esperanza de que vienes
se vislumbra y ya estás conmigo,
tu sonrisa,
tu mirada,
tus caricias que corren
hambrientas sobre mi piel dormida.

Me niego a despertar,
no quiero ver la soledad
detrás de tu perfume
que se negó a partir.

Pienso en ti


Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.

Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.

Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.

Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.

Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y poéticos.

Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.

Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me desconcierta.

Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.

Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.

La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.

Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?

Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.

Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.

Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.

Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.

Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.

Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.