Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 21 de agosto de 2016

Sonidos


Caminante silenciosa


Caminante silenciosa,
mi paso leve, despacio,
viajando por la vida
va buscando el Amor que
anhelo tanto.

No me anuncian lúbricas ceremonias
ni sordas campanas
de ancestrales reflejos.

Mi ruta es la música salvaje de los pájaros
que sueltan a los aires
mi bondad en revuelo.

Caminante silenciosa,
en búsqueda, con sed ávida
y perenne del amante único,
y que también me busca sin denuedo.

Con gran esfuerzo tendida en playa firme
grita mi corazón vacío,
en la nave del mundo.

Caminante silenciosa,
elegante,
sobria,
aparenta calma,
 pero en su interior
bullen mil sentimientos
de nostalgias y desesperación
porque el amor no llega.

¡A veces, la vida me quiere estallar
en canciones de angustia inesperada!

Hay una sola puerta abierta
en mi camino silencioso,
¿A dónde va mi vida,
desconocida de sonrisas?

Busco su rastro,
como si el cosmos se hubiese concentrado
en su energía
y hasta ella fuese
mi emoción hecha pedazos
de mariposas destrozadas.

Caminante silenciosa,
con mi emoción que rueda ahora
por una de esas islas salvajes
de dolor y pena.

Me he sentido llegar allí,
donde se mueren las canciones felices
y el dolor se da cita
con la pintura transparente del cielo.

Sangra el dolor del atardecer
caído a mis espaldas,
la pena del crepúsculo que quizás
no podré encontrar el Amor
y seré como una margarita
pálida en el bosque.

Y de pronto, mi caminar se detiene,
porque vislumbro
vuelo de lirios estirando colinas,
llanto de arroyos enloqueciendo brisas,
furia de estrellas en un azul cielo,
El amor se acerca,
trae aroma de alelíes,
de azahares,
de junquillos,
trae un paisaje de un inmenso mar,
casi riachuelo.

Lo siento llegar,
mi corazón vibra, tiembla,
y mil poesías danzan en mi mente,
son para él, el esperado,
el que en una cita eterna
trae el beso enamorado.

En el pecho del viento
van diciendo los lirios
que en el horizonte del mar
dos auroras se besan.

Más allá de tus ojos,
mis crepúsculos sueñan
bañarse en tus luces.

Mi caminar en silencio
se hace más rápido,
va hacia ti
sobre un inmenso azul de sueños y alas.

Sin tiempo ni distancia


Sin tiempo ni distancia
estás a mi lado,
transmitiéndote todo
lo que necesita mi alma,
que me recuerdes,
que pienses en mi existir.

Me das tus sentires,
para que mi melodía sea
una melodía cuando te escucho
o leo tus palabras ciertas,
porque la vida no está hecha
para romperse en jirones
sino para vivirla sintiendo las pulsaciones
como latidos dentro de sueños.

Sin tiempo ni distancia
estamos juntos en el vivir
constante y permanente.

¡Vivamos la sorpresa
de pensar en encontrarnos
en cualquier instante,
en un minuto,
el claro y feliz!.

Sin tiempo ni distancia,
te estoy dibujando con mis palabras,
tu rostro, tus manos creativas,
tu mirada dulce y tierna,
con tu entrecejo fruncido
y tu ceño cerrado.

Sin tiempo ni distancia,
te entregas a través de la vida
trasluciendo la fuerza que te anima,
tú, el ser creativo,
el ser sensible,
el ser que vive la vida
con total intensidad.

Sin tiempo ni distancia,
en un mundo de lo ilimitado,
sin fronteras,
nos encontramos,
nos rozamos,
nos sentimos.

Las propuestas de encuentro son de futuro,
¡de promesas!,
¡de ilusiones!,
¡de fantasía!
pero para nosotros,
verdaderas y únicas.

En un conjunto de reacciones que aparecen
y cuya explicación no se sabe definir,
tú y yo estamos juntos,
palpitando entre suspiros suaves
de aceptación mística.

¡Ay! te quiero cerca,
con ternuras que la creación nos da,
cobijos en este lugar insólito del universo.

Después de mi amor


Después de mi amor,
oigo el soliloquio claro
que sin esperar el tiempo
se acercaba y nos unía
para que juntos tembláramos
en el impulso puro
que brotaba al estar juntos,
conquistando espacios
en motivos de vida.

Después de mi amor,
aún tengo sed de amarte
y la voz de mi pensamiento
va hacia ti
y no veo ni siento
que se durmió el viento,
se encapotó el cielo,
se inmovilizó el mar
y se apagaron murmullos
y colores porque todo mi ser
está contigo
aunque sea sólo
un hechizo de amor.

Después de tu amor,
no me hables de orillas ni de lados,
ni de proximidad para tenerme,
que aunque contiguos son distanciamientos.

Después de mi amor,
quiero el sosiego
que da el levísimo suspiro
que te está esperando,
el momento breve
donde encuentra el rincón del amor,
donde están susurrando palabras,
versos, estrofas que aguardan
el momento de llegar y caer
con un suspiro en las hojas
que las aguardan con ansia total.

Después de mi amor,
nuestra realidad es como un sueño,
indiscernible, cierta a la vez,
como el pájaro, el mar,
los árboles, las flores,
son un son,
un puro sentir casi invisible.

Y en la arena que llamamos tiempo
tu huella y la mía se unieron,
se marcaron en una sola.

Pero en la noche se empezarán a encender
las preguntas distantes, inquietas,
inmensas como astros,
siempre las mismas repetitivas
¿me amas? ¿me recuerdas?
queriendo saber recuerdos leves
y exactos uno del otro…

Y después de tu amor,
llegará el beso de la noche
que se posará,
curvo y recurrente
para que la hoguera de la pasión
se encienda, otra vez,
con lentitud y ternura
y luego el adiós,
sin nada más que liberar las manos...