Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 14 de abril de 2014

La noche triste


Luz de esperanza


Luz de esperanza
es el mensaje de los plateados poemas
que ríen mudos,
surcando el viento,
llevando amor y paz
al mundo que lo necesita.

Luz de esperanza,
me das tú,
mi amor lejano,
en cada destello de tu voz,
en cada mirada luminosa,
en tus palabras que invaden
mi alma de gozo.

Luz de esperanza,
es mi camino hacia la pasión,
la aventura que emprende el corazón.
Llenas mi vida
de alegrías y sonrisas,
me devuelves la ilusión perdida
y sumerges mi alma en colores
que sólo nacen
de las más hermosas emociones.

No dejo un segundo
de pensarte,
desaparece mi pasado,
ya ignoto y olvidado.
Te vuelves cada día,
cada momento
el único y verdadero,
iluminando mi ser
y llenando mi vida.

Luz de esperanza,
eres la ilusión que mantengo encendida
eres la esperanza en mi sufrimientos,
el silencio de mi ansiedad,
el que colmó mis sentimientos
de paz y sosiego.
La luz nunca muere,
es eterna.
Llega allí donde los corazones tiemblan,
donde pirámides de cristal
anuncian la aurora.
La luz todo lo alcanza,
ilumina los abismos del mundo
en el aire de la inocencia.
Y desde aquí,
escribo,
desde esta cúpula transparente,
desde esta burbuja
en el espacio de lo que no existe.
Escribo poemas de amor
a la luz de la noche,
a tu presencia invisible,
imposible y deseada,
en el desierto de tu ausencia
en el jardín del mundo.

Y no puedes oírme,
no puedes oírme a la luz de la noche,
no hay palabras en mi voz,
esto es un campo hacia la nada,
una canción en el silencio,
un poema que escribo
entre las estrellas de tu ausencia,
entre los muros de este caótica laberinto
donde el amor es la vida.

EL silencio es el poema
en la luz de la noche.

Mi voz es mi palabra
en el tiempo de tu ausencia.

Iluminas mi mundo


Eres la luz que ilumina mi mundo,
mi vida cambió
cuando supe de tu existencia,
pude ver la luz de nuevo.

Iluminas mi mundo,
ya que todo era gris
cuando tú no habías llegado a mí.

El hoy y el mañana
eran inciertos
y llegaste como la lluvia
salpica al desierto.

Eres la luz que ilumina mis senderos
y en el silencio de la noche oscura
te siento a mi lado
como un gran secreto.

Hoy,
otra vez la vida acaricia mi sentidos
porque me buscaste
y yo fui hacia ti.

Eres del cielo
mi fiel estrella que ilumina mi alma,
eres el faro que guía la barca de mi corazón
hacia un puerto seguro.

Iluminas mi mundo,
porque eres el río de amor
que se une al mar de la pasión,
eres mi vida compartida
y mi silencio escondido.

Iluminas mi vida
con la luz de tu sonrisa,
con esa misma
que siento caricias de la brisa.

¡Cuánto daría por tenerte entre mis brazos!
¡Cuánto por sentirme viva con tu aliento!
¡Mi mundo por oír cerca el rumor de tus pasos,
por no tocar más tus labios desde lejos!.

Iluminas mi mundo con tu amor distante,
el que viene,
quiere estar donde nunca estuvo,
volar y posarse donde lo están esperando
como saeta siempre en un cielo distante
que está a veces detrás
pero vuelve en la noche mullida
de estrellas y luceros
para tenderse a descansar a mi lado.

Iluminas mi mundo,
con sólo pensar que allá arriba,
celeste un momento
la tierra es el cielo del cielo,
¿de que profundidad viene
este amor que nos une ya?
Ya sin ti no puedo vivir
aunque sean fugaces estos momentos
porque no se escaparán
guardados entre los besos.

Este amor que ilumina mi mundo,
a mi alma llega hondo,
que,
aunque vuele y huya
será siempre mío
y un momento de él,
si se cuela a hurtadillas
será la vida nuestra.

Luz en las tinieblas


Luz en las tinieblas,
 se asoma entrecubierta,
entre neblinas grises y oscuras,
en duras alamedas de cristal
donde el aire es triste,
me sigue y canta llantos de amor.

Necesito la luz,
el cielo amplio, el mar en calma
pero las tinieblas
como abismos sin fin
me hunden en tristezas y llantos,
me envuelven sin poder
ver ni un resquicio de luz
 aunque sea opaco y sin brillo.

Luz en las tinieblas, risas
y lloros sin flor, sin rumores
de alas en mis sueños.
Mis versos, mis poemas,
se esconden,
cada estrofa es una nube
y para flotar en ella
hay que tener luz de estrella
y corazón de amor.

¡Versos!,
 entre la luz en las tinieblas
con ímpetu alado ascienden
al ideal del alma enamorada
 y en las estrofas vierten el cielo
y la tierra cantando entre claros y oscuros
su canto de amor.

Luz en las tinieblas,
serenamente triste,
colmada de suspiros,
mi alma entre mantos de nieblas
y de misterios se viste
en noches solitarias
entre versos de angustia
 y fragosas tempestades
que el mundo me ha rodeado.

Luz en las tinieblas,
en la hora del recogimiento,
mi espíritu duerme
 en una duermevela sombría y torva,
sólo se apacigua
cuando ese pequeño rayo de luz
se asoma entre los acantilados oscuros.

Las nubes vespertinas se amustian,
los bosques tupidos se adormecen,
la humedad los torna grises
y en las colinas,
un vaho torpe y nublado
asciende hacia el más allá.

Luz en las tinieblas,
entre la azul altura del vasto firmamento
creo ver tu figura ágil y amada
llegar hasta mí,
asomándose entre los astros
cuyas luces divinas como miradas
pesan sobre mi pensamiento,
en mi corazón solo y cansado.

Y de sombras mi espíritu se anega
y entre las tinieblas
una voz se escucha que me dice:
¿Seguir? ¡Si no se llega!
Y seguir es luchar,
¡qué inútil lucha!
Ya sobre mi arpa,
ahogando sus rumores,
el tedio pesa y el silencio flota…

Ya no se escuchará
el reír de la vibrante nota.
Ya la luz de las tinieblas se extingue,
 la oscuridad total y absoluta
sólo me permite imaginarte a mi lado,
 ya nunca más
te besaré en la frente,
el sueño alado
no girará en mis versos.

Sólo aspiro a encontrar,
evitando el borde del abismo,
un noble amor sincero
que no me conduzca
a una realidad abrumadora.