Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 9 de mayo de 2017

Tus caricias


Mi recuerdo eres tú


Mi recuerdo eres tú
(parece que flota…
es tan suave su ir y volver
bajo el fanal errante de la luna
confidente del bardo peregrino)

Mi última esperanza
(irradias en la sombra
todavía siguiendo un ideal
que no se alcanza,
merodeando en la sombra
la ilusión perdida que fue mi guía)

Mi recuerdo eres tú
(y hoy,
en este otoño que estoy viviendo
y que la vida empieza a declinar,
se encuentra mi corazón
solo y cansado,
sólo me hace feliz tu recuerdo
turbando el nocturno desasosiego)

Mi última esperanza
(tú, mi todo,
eres el que despiertas
con cada triste sonido,
lento toque de notas vagas
que el viento lleva
a flotar como doliente gemido
y de la noche en calma,
tú mi melancólico
me haces estremecer el alma
en vibraciones impredecibles)

Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza
que me llevó a la plácida nota larga,
tu voz me sigue acariciando
y como un suave reproche
se desgrana en la calma noche
las perlas de las delicias vividas a tu lado)

Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos?
Quiero flotar en el éter la aúrea nota
que nos unía en un bálsamo efluvio
de noche primaveral.
¡Ven a mí!)

Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces
vivimos tú y yo!
bajo cielos escarlatas
que se extendían inflamando mantos
sobre nuestros cuerpos)

Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total
en un viaje completo de la vida,
te quiero en su trayecto en bacanales,
algazaras, proezas musicales,
en una gesta al abordaje de la felicidad
y de la paz eterna)

Mi recuerdo eres tú
(por ti anduve en el mar,
altiva como una ola,
una ola desnuda y sola estallando
en cada cabriola y desgranándome
al recordarte en cada instante)

Mi última esperanza
(por ti,
un hondo estremecimiento
se aquerenció en mi interior
y destelló en derredor,
un símil del paraíso
al pensar en ti)

Mi recuerdo eres tú
(serás siempre
un horizonte plomizo en mi vida
quedando siempre
un goce en mi corazón
y en mis manos desoladas,
entristecidas, marcadas,
donde mi piel te recordará siempre)

De nada me arrepiento,
pues la verdad de un momento
se grita como absoluta
aunque al final de la ruta
otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre,
ardida en ardientes lumbres,
en un eterno recomenzar.

Murmullos en la noche


Murmullos en la noche,
colmada de cálidas palabras
encendiendo velas donde el viento
sacude negra soledad.

Ayer en la noche,
entre los silbidos del viento
acaricié el pétalo de tu sombra.
¡Qué extraño fue!

Murmullos en la noche,
los dos quietos,
abrazados en un solo cuerpo,
sentimos en oleadas
de viento y agua
que la esperanza viene a nosotros.

Murmullos en la noche,
somos dos,
sólo dos,
con miedo a ser uno.

Miedo a amar y a dejarse amar
miedo a pasión desbocada,
 miedos a besos furtivos y deseados,
miedo a vivir entrelazados
bajo las ramas confundidas y anhelantes
de los ligustros.
Miedo de ser naturaleza,
viva,
en la naturaleza.

Murmullos en la noche,
delirios alucinantes
de saborear la paz
serena de tu amor
y cada mañana tu aliento
de cigarra anida
mis ojos abiertos
en la penumbra quieta.

Murmullos en la noche,
que mi alma juglaresca escucha
como fondo apabullado,
son murmullos que
como arrullos de horas muertas
nos nombran,
para unirnos con mil ojos
confundidos de caricias
en un viento indiferente
que juguetea con nuestros cuerpos
plenos de amor.

Murmullos en la noche,
quiero que tú
 con tus palabras y gemidos de amor
aturdas todos mis sentidos.

Comúlgate conmigo,
apagan los murmullos que deliran
desboca los temores indefensos
y sólo
¡ámame!
y será, entonces, el mundo nuestro.

¡Ámame!
Seré la sal de tu camino
y el verde de tu sombra acogedora,
seré tu cuerpo de perfumes
y aromas dulces,
brazos de estatuas,
esculpidas por la pasión fresca
de mis formas tuyas.

Al son del juego


Un gnomo
con pasión de adelantado
en su corcel de vidrio
rosa y muselina
sorteó los parapetos de mi rutina,
asaltó mis defensas de virginidad
y me retuvo en tus cálidos brazos.
                                                                                                          
Sentí tu querer en mi boca
y mi sed no se apaga,
dejaste fuego en mí
para que en cada beso
quisiera beber entera tu alma.

Al son del fuego
se siente la sangre
corriendo por mis entrañas,
quisiera ser el aire
que todo entero te abraza.

Al son del fuego del amor
estamos unidos
somos un cuerpo
que solo se agita y se estremece
entre quejidos y suspiros.

Son las líneas de tu cuerpo
el modelo de mis ansias,
el camino de mis besos
y el imán de mis miradas.

Al son del fuego,
canciones de amor me colman
y sin siquiera saber el por qué
como ninfas tus manos recorren
cada poro de mi piel con luz cenital
en una perfecta geometría.

Al son del fuego
tu acompasada respiración
es melodía en mi cuerpo deseoso de ti,
de tenderme a tu lado
dejando una huella indeleble
que el tiempo no esfume.

¿Por qué llegaste a mí?
No lo entiendo,
nos miramos
y ya nos amamos.

Este amor perdurará
hasta la hora de los cielos,
estaremos viviendo
un Paraíso sólo nuestro.

Llévame a la claridad de lo incognoscible,
Paisaje dulce y sensual
con vocablos tuyos,
nuevos para mí.

Tómame con todo tu ser,
envuelta en tus brazos.

Al son del fuego,
ven a mis brazos,
suelta esa felicidad indescifrable
con su misión de fuego puro
nos abrazaremos sin movernos
y así haremos temblar
el témpano del mundo
por vez primera.

Sueños nuestros
eternamente duraderos,
de dos seres
que han encontrado el nido del amor
en este mundo que nos rehuía
con tu palabra última
-       ¡Adiós!

Ayer encadenaste la noche a tu silencio
pero el primer rayo de sol en tus ojos
me hirió
con su ciega evidencia
de que me amas.

No te irás a la nada secreta
ultraterrena,
nunca más…