Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 22 de septiembre de 2016

Celos no compartidos


Luna


Desciende serena, de la luna llena.
La luz blanca y buena,
blanca y silenciosa, buena y dolorosa,
espectral y hermosa, en las nubes vuela, en el río riela.
En las cunas vela,
dilata el paisaje y un temblor de encaje pone en el follaje,
astro sin ventura, copa de amargura y luz de sepultura.
Esa antorcha incierta, de la luna yerta,
errabunda muerta.
Luz fría y extraña que embruja a la araña y a la telaraña.
Luz de pesadilla que en los ojos brilla, del búho que chilla.
Está en el sendero que del hormiguero va hasta el jazminero.
Y alumbra un camino vago y blanquecino para el peregrino.
Luz exangüe , telar que devana la tristeza humana.
Luz que el cielo envía como poesía de amor de la noche fría.
Donde los enamorados bajo su luz serena se abrazan y acarician,
con ternuras y cariños.

“Y yo soñaba… soñaba
que hoy… tal vez mañana…
quizás un día… yo sería tu amante”

Lágrimas


Lágrimas saladas inundan un mar en mi pecho,
te has ido y no te encuentro
ni en un resquicio de este mundo
pequeño y frágil.
Estoy llorando espinas al amanecer,
cabalgando en vientos y huracanes, la lluvia golpeando mis mejillas,
sólo pensando en ti.
La piel de tu costado se me enciende sobre  el ojo cautivado,
de deseo y flota tu cintura sobre el agua,
que manan mis recónditos adentros.
De lágrimas de amor estoy sedienta de tanto que yo por ti concibo,
que me provocan un dolor tremendo al no verte,
en el amor que anhelo.
Lágrimas que angustian mi alma que una muestra de amor,
por ti clama, suplico
, por una huella que de ti añoro.
Tan de cristal y oro perfumado el aire que me cerca los ojos
lloroso,
que temo despertar en tus pupilas por no apoyar,
mis ojos en el aire.
Mis pestañas con gotas de agua rizan el viento y mueven el follaje.

“Enciendo velas
 donde el viento sacude
 negra soledad”

Recuerdo mágico


Recuerdo mágico, el nunca olvidado,
el instante de que tú y yo entre el follaje de umbríos bosques de sauces llorones y ceibos florecidos,
nos vimos por primera vez.
Tú mirada azul intensa y llameante
iluminó mi alma que estaba desprotegida y asfixiada
por la pena y anhelos no cumplidos.
Pero de pronto, en ese preciso momento,
nos encontramos en un entorno pleno de ruidos no escuchados,
de conversaciones amortiguadas,
de complicidades no deseadas,
fue la magia pura que ángeles, duendes o gnomos ,
no lo sabremos nunca el por qué nos hizo encontrarnos.
Nuestras mentes se hablaron,
sentía tu voz cálida y tibia en mi corazón
y tú recibías mi alma pura y casta
que nunca había conocido al amor.
Sorpresivamente el aire se pobló de arrullos,
derramando el fulgor de luciérnagas
y de miles de aves que nos llevaban lejos,
al lugar nuestro, sólo nuestro.
El instante fue el Hoy esperado desde nuestro eterno pasado.
¿Cuál fue la causa de este recuerdo mágico?
Ser tu amante de siempre
en la hiedra de los besos apasionados, placenteros.
Tú me llamaste sin sonidos
en un blanco sendero pleno de besos de nieve
que en tus manos portabas.
Y me apoyé en tus hombros de juncos
hasta pasar de una vida sin destino
y pleno de sombras que me habían herido con feroz lanza
a esta luz nueva contigo
en nuestra, sólo nuestra alta morada.
Recuerdo mágico, con los ojos nos buscamos, penetrantes,
en un instante preciso y único en el que ambos estábamos viviendo una vida traicionera y falsa.
Ahora la blancura vacía se puebla de recuerdos no teñidos,
la recorren presagios sonrosados
y brota en ese lapso inmortal
una masa de sueños que inventa tu figura
que esperé en vano.
Recuerdo mágico que jamás desaparecerá entre nosotros como una siembra soterrada y suave en nuestros instantes del existir.

“Allí en la oscura noche
cuando el silencio lo permite todo
aparece la vida
como suspiro en eco”