Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 3 de marzo de 2013

Todo está escrito


Lluvia de amor


Lluvia de amor que va cayendo en mi corazón, lluvia que resbala por los cristales en gotas de agua dulce que recorren hasta el último de los rincones, provocando divinas sensaciones que se estancan en mil sentimientos interminables.
Se convierten en un vuelo de palabras blancas que mojan, lentamente, el alma.
Lluvia de amor, eres el espíritu de mis amores, eres esperanza y razón, eres lluvia fresca en mis manos, eres quien busca los sueños vestido de estrella, eres lluvia frondosa del cielo, sol que irrumpe detrás de las montañas, aire que levanta, que da fuerza y vida al amor.
Tan convencida estoy de tu gran transparencia, en la que vivo, de que la luz, la lluvia, el cielo, son formas en que te esquivas, vaga interposición entre tú y tú.
Nunca estoy sola mientras la luz del día ilumina tu alma o cuando al encenderse las estrellas me van diciendo palabras que tú piensas.
Esa gota de lluvia que cae sobre el papel es como una difusa flor de azahar que tú me envías desde donde vives.
Eres esas pequeñas gotas de sentires y relámpagos que poco a poco va calmando en finos diamantes la tormenta del alma, empapando cada espacio de los corazones enamorados.
Eres agua pura cuya presencia engalana, caricia divina salpicada de sonrisas.
¡Qué siempre llueva, lluvia fresca del alma y al final deje un arco iris!
Lluvia de amor para el corazón, lluvia fresca de brisas y amores, en besos ardientes y caricias suaves.
Lluvia frondosa convertida en amor.
A través de la lluvia me llegas tú, entre gotas frías que acarician mi rostro, llenas de armonías las siento, cierro mis ojos mientras lentamente te pienso y lentamente te siento.
Románticos pensamientos llueven en mi mente, atrapando la lluvia un sinfín de sensaciones.
Yo sólo te sueño, amor mío y te siento conmigo mientras la lluvia cae… en su húmedo y romántico velo que me suaviza… como brisa de terciopelo recordándote y haciéndome feliz en este ensueño bello como las gotas que caen en el cristal de mi ventana.

Tus ansiadas caricias


Tus ansiadas caricias, cuantas veces he estado, espía del silencio, esperando tus dulces ternuras aunque tan sólo a través de tu voz.
Añoro con los ojos cerrados el recorrido de tus tiernas pruebas de amor, de tu ser ascendiendo por escala de tactos, de besos, de abrazos, de palabras con las que decías: te quiero.
Tus ansiadas caricias, puro milagro en mi, dentro de tu querer y ahora, confusa, las busco al formarse el día en la gran duda oscura.
Y agoniza esta criatura que tú dejas atrás, inútil ser de antes que entre auroras seguras te espera por siempre.
Tus ansiadas caricias, suaves como el transcurso de cada día pleno de amor, no fluyen hacia mí, las nostalgias de sentirlas invaden mi piel.
Reclamo con desesperación, con urgencias tus besos furtivos, extraño los goces robados, el fuego inminente desatado por la pasión.
Exigente mi cuerpo y mi alma murmuran a los vientos tu nombre, imploran a los cielos el diluvio divino de tus abrazos y el torrente de tus besos.
Tus ansiadas caricias, colmadas de placer que existen en la profundidad de mi amor, ansío tus suaves toques entre suspiros de ilusiones refugiados en mi piel. Fueron el reposo en mis sueños y revivieron mis despertares con sentimientos encontrados en la distancia que destruye el pesar.
Tus ansiadas caricias, al no sentirlas, la incertidumbre me invade y en esta ingrata lejanía la inquietud por no tenerte me destroza muy dentro al no estar tú cerca de mí.
Tal vez el tiempo me traiga con la noche la esencia de tu cuerpo sin prisas envolviendo mi entorno de fragancias mágicas de eternas esperas.
Mis ilusiones vagan sin rumbo buscando tu destino como versos, como prosas.
Ocupan parte de mi vida, inconclusas e incoherentes frases por ti acalladas, razón de más para seguir amándote en mis sueños de noches estrelladas.
Ahora que ya no puedo dejar de amarte cómo dejar caricias olvidadas.
Tus ansiadas caricias, sutiles estelas en mi piel dejaron, reclamando tu amor para calmar mi sed de enamorada.
Desearía si pudiera, sentirte cerca de mí, disfrutar de tus abrazos y tu presencia, estar a tu lado y sentir que soy todo en tu vivir.

Alegrías y pesares



¿Por qué en nuestras vidas las alegrías y los pesares nos inundan en momentos imprevistos, dejando nuestra alma exhausta y a veces triste y otras sonriendo?
¿Cuándo la luz, unidad del alba, se multiplicará en destellos y lo que fue calma en profunda alegría, será fervor de innúmeros pesares que agitan nuestras mentes?
¿Cuál es la razón de que hay días, horas, segundos que en nuestro vivir nos alegran en festivo júbilo, instantes plenos de luz y en otros la pena y la aflicción nos inundad como mantos de lloviznas de lágrimas?
¿Por qué ocurrencias fugaces, chispas, sonrisas, se inician y terminan en breves espacios surgiendo luctuosos presentimientos en tristes instantes de desazón?
¿No es este instante, en esta aurora henchida de hermosura, el extremo de mí misma, la plenaria realización de mi sueño que alterna entre alegrías y pesares?
¿Qué amor me quiere? ¿Qué amor me inventa caricias, escondido entre dos aires fingiéndose brisa?
¿Por qué las alegrías son tan efímeras, diáfanas y los pesares, oscuros, plenos de pesadumbre?
¿Cómo debo hacer para conducir mi resplandor de amor hacia ti entre dichas, alegrías, dádivas de tu espacio, sintiendo como un milagro la paz de estar contigo y no la entrega sombría de no estar a tu lado?
¿Por qué estoy yo entre mantos de neblinas, sin vislumbrarte ni un resquicio, viéndote tan sólo de lejanías profundas?
¿Cuál es la razón de que tarde más en envolvernos la alegría que el pesar y nuestra alma grita por el anhelo de que la felicidad con brillante luz nos inunde pronto, sin tardar?
¿No sientes, amor mío, inmensas huestes de besos, de resistencias, bandadas de porvenir en las manos, de arrebatos, de pasiones y de calmas?
¿Cómo hacer para derrochar alegrías, dichas, en el aire azul para que vayan en volandas por el aire y haciéndolas de agua para llenar los cauces del mundo, hundiendo en abismos profundos, secretos oscuros los pesares que nos abrumen y nos hacen incapaces de volar en campos de esperanzas?
Alegrías y pesares, espejos con igual azogue que coexisten en nuestra vida sin poder mirar atrás.

Poder olvidar


Tal vez mejor soñar


Tal vez mejor soñar que vivir entre húmedas neblinas en las que ningún árbol, ni una nube se destaca, en esta blanquecina cerrazón que me entristece y no ilumina débil la luz crepuscular y opaca.
Soñando voy por senderos luminosos, hadas y gnomos iluminan mi camino, floto en la brisa fresca y pura del espacio de la nada, ingrávida y suelta sin pesares ni dolores.
Tal vez mejor soñar y no vislumbrar desde la invisible altura bajo la luz que, demacrada, brilla a través de la niebla del vivir que es un velo todo impregnado en llanto.
Soñando soy como un ave que, con su ímpetu de vuelo, su canto lanza por campos en flor.
¡Qué bien se respira, gozan mis anhelos, canto en la lira y en el alma que sueña, vuelos vibran sin par, en un fragante edén!
Tal vez mejor soñar que vivir en la ardua lucha diaria, de cada instante, que nos desgasta, nos produce sufrimientos y dolores entre tan pocos instantes de amor y alegría que como un millón de notas nos subyuga y en un millón de arpegios nos eleva a vivir la realidad cruel a veces una y otra vez.
Tal vez mejor soñar con todo un paisaje que canta y nos conmueve con notas misteriosas en fantásticos pentagramas plenos de dicha y luz, en un alado idioma sin palabras que vivir instantes presurosos de amores fugaces o de recuerdos nuestros.
Tal vez mejor soñar con el númen del estío donde se vierten en llanos y bosques, campos de girasoles, alelíes, azucenas que como arcos de violín, resbalan hacia el río entre el cordaje del juncal sonoro.
¡Ya no caben más notas en el viento, en mi sueño azul y mágico!
Tal vez mejor soñar, no sentir el dolor frío de la realidad que golpea a veces nuestro corazón llevándonos a pesares de remotos ayeres,
Soñando melodías de lejanas orquestas nos invaden y nuestra alma feliz clama ante la esperanza deshojando flores entre dichas y placeres sin fin.
Tal vez mejor soñar y no vivir fugazmente momentos breves como gotas de rocío a quien le da la aurora para vivir su hora morada en una flor conociendo las espinas que defienden su fragante palacio de color.
Y así la vida pasa pensando en tener un mañana como no tuvo un ayer.

Soñar y recordar


Recuérdame siempre
(Entre las alegrías y las tristezas, mi alma te busca y te encierra como el vuelo del ave encierra el suyo preferido en una red de ansiosas idas y venidas en su entorno)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(No puedo olvidarte, fluyes dentro de mí, vas por mi ser entero, por mis venas hasta mi corazón, aún hoy en la fervorosa negación de tu ausencia)
Sueña conmigo.
Recuérdame siempre.
(Quiero estar junto a ti, acunarme en el cansancio y en él, tenerte entre mis brazos aunque no nos toquemos, sólo con nuestras miradas)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Mi amor inmóvil, flor sin otoño, está siempre presente en un frenesí de quererte, seguro de no acabar cuando terminen los besos, las miradas, las señales)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Mis palabras te llegan en un eco, buscando tu ser y no te encuentran, retornan al silencio esperándote para cumplir el anhelo impaciente de esperar tus tibios besos)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Deseo que tu ausencia termine para tenerte a mi lado, muy junto a mí en nuestro mundo de lo prometido que enternece el alma donde oscilan los imposibles, tan trémulos como cañas en la orilla de los ríos)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Eres mi ser amado, necesito el ritmo de tu cuerpo cuando respiras cerca de mí, tendidos juntos en nuestra noche, alargando nuestras manos para sentirte a mi lado)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Vamos sin prisas a nuestro paraíso celestial, iluminado ya para que nuestro paso, al fin del día, gane la orilla oscura donde la felicidad nos inunda y nos colma con júbilos, con besos, con placeres infinitos)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Apenas te has marchado y yo ya te espero, anhelo todos tus movimientos, tus pasos, tus latidos, tus caricias, sé que volverás, que una nueva aurora brillará en mi existir sin vagas sombras ni infinitas distancias)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
Todo sonido en eco tuyo me lo convierte mi alma que te espera, sé que vienes hacia mí y tus pasos se sienten aún en ese largo rodeo que das para volver. ¡Qué dicha sin sonrojos la que corre por mis venas al sentirte llegar! 

Laberinto de sentimientos


Laberinto de sentimientos, me condujiste con tu mirada ardiente y tu voz susurrante, con arte y embrujos al sendero sin salida, atrapando mi corazón.
Trazaste muy bien la ruta a mi alma con tu sonrisa única que me dejó sin aliento ni respiración y tus palabras dulces, colmándome de amor.
Laberinto de sentimientos, tus ojos atraían los míos como un imán y al hablarme me hacías temblar como pájaro herido y con gestos desprendidos en tus manos acompañaste tus miradas y en tu pícara sonrisa mecías mi alma.
Laberinto de sentimientos, me cercaste, me atrapaste, sabías lo que hacías, integraste las palabras a tu plan de seducción y como en un extraviado concierto mi alma se rindió.
La copa del sentimiento se volcó al acercar tus labios y un escalofrío profundo y lento casi me consumió.
Laberinto de sentimientos, me conllevan a sonidos que acarician, instintos que convocan, arrebatos de emoción, aromas que iluminan, fulgores que cautivan, cuando estoy junto a ti.
Quiero que seas mi verso, mi númen, mi inspiración, quiero que seas estrofa armoniosa en este laberinto de ilusión.
Me has conducido a escondites secretos, puertas levadizas, trancas con cerrojos.
Nos hemos perdido entre el laberinto de la esencia y la luna nos conduce en esta extraviada espera, afanados por encontrarnos, nunca para salir, siempre para quedarnos.
Laberinto de sentimientos que en una eterna quimera despistando la vereda de los labios, del beso perfecto que rasgue de la soledad que se reboza en el desierto de lo incierto.
Así es el laberinto de los romances, siempre presente, nunca al alcance de quienes no suelen perseverar el verdadero tesoro del amor al que nos lleva a la alegría, a la esperanza, al despertar de la vida.
Laberinto de sentimientos, me haces volar la imaginación, me provocas placer, dulces anocheceres, sonrisas en mis sueños al sentir el calor de tus besos.
El mundo nos inunda con su luz en la alegría dúctil de la vida en nuestro laberinto, sólo nuestro que recorremos unidos entre crepúsculos y auroras vislumbrando naufragios de silencios.
Más allá de los círculos del tiempo en relojes atávicos, renacen las campanas de la bruma que nos conduce atravesando espacios a nuestro nido de amor.