Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 9 de enero de 2016

Verdades amargas


Demostración de amor


Demostración de amor,
te quiero tanto,
que tan solo pensar en ti
mi corazón late,
palpita en tonos cada vez mas subidos.
Acaríciame lentamente,
entrelaza mis cabellos,
mándame con amor
mis ojos tuyos,
que yo mirándote con plena ternura
los adoraré.

Demostración de amor

Denoto cuanto te amo.
Dejare mi soledad
bordada sobre tus labios.
El corazón,
desafinado instrumento de la tristeza,
marcara el ritmo de la luna,
desasiéndose gota a gota,
sobre tu cuerpo
y un beso de plata
recostaran las nubes,
sobre tus párpados.

Demostración de amor

Mis dedos navegaran entre tus pelos,
como sirenas naufragas
en un mar de sueños.
El deseo se posara en tu hombro,
paloma de seda y rosas,
nos mirará volar
envueltos en perfumes y suspiros.

Demostración de amor

Gotearán las estrellas de mis sienes
para hundirse en tu fértil surco de ansias,
borro dulce esperanzas calvas.
Temblor de hojas de adolecente sauce
asomará por tus pupilas aladas
una canción susurrara tu piel
instrumento solista de la nostalgia.

Demostración de amor

Amame, seré la sal de tu camino
del verde de tu sombra acogedora.
Y aquí, ahora, mientras se expande
la fantasía azul de la aurora
brotes primaverales
nos suscriben una pasarela
hacia la escalera del cielo.

Demostración de amor

Cuando estás conmigo
siento en mí
la inquietud del agua
al amanecer
queriendo descubrir
que hay tu ser al despertar.

Demostración de amor

El no - saber,
el no – poder,
el no – vislumbrar,
el no – solución,
el no – retorno,
la vacuidad,
la nada,
el cero absoluto
si no te tengo a ti.

Amor sin dueño


Amor sin dueño,
quiero que mi alma se eleve hacia lo alto
entre suspiros entrecortados y anhelos de amar
con total intensidad haciendo palpitar el corazón
con ritmos placenteros
y sin ansias ni afanes,
sin que un ser me esconda entre sus brazos
y no pueda sin límites amar hasta el infinito.

Necesito que mis armoniosas
y pequeñas risas y lloros en flor
se congreguen al son de las alas
de mis sueños.
Mis frases,
mis estrofas de amor,
son nubes que flotan
y para ello hay que tener luz de estrella
para iluminar mi vida
en silencio plácido y sin fin.

Amor sin dueño,
quiero ir por veredas
de la tarde perdida y sola,
sin sentir el cercado de ramas
que quieran encerrarme
con trabas ni cerrojos.
No quiero que nadie pase por mi mente
como un aire domado con ramas verdes
que cercan mi sosiego.

Amor sin dueño,
no se atreva ningún ser a entrar
en el plato sonoro de mi silencio
queriendo quemar
la llama hirsuta de mi frente
como un ave de marfil en primer vuelo.
No quiero ser un pentagrama vacío,
me quiero llena de notas
que palpiten en mi alma
encontrando los versos,
las prosas,
que abren las alas y vuelan
levantando un remolino de cadencias
que como ecos lejanos llegan
a horizontes cercanos.

No deseo que mi corazón de poeta
sea un rojo sol prisionero,
quiero sentirme libre para amar
con todo mi espíritu por doquier,
aquí, más allá, lejos,
en infinitos espacios.
Necesito cruzar el éter
dormitando en el silencio blanco
de la luna llena
o como en potros de llamas
cabalgar en los cometas.

Hundirme libre en el mar
o bajar libre al abismo
donde la luz no penetra
y donde millones de ojos me sorprenden
y contemplan,
son los diamantes
que el gnomo amontonó
en sus cavernas.

Amor sin dueño,
vuela, corre, descansa,
se lo coge a puñados como al mar
y cae sobre las almas que me rodean
en un sueño eterno sin despertar ya más.

Suelto, escapado va,
sin que se sepa dónde,
sí pisando los cielos que miramos
o bajo el techo que es la tierra nuestra,
inasequible, incierto,
eterno jugando a existir siempre
y a su paso en las altas madrugadas
unas alas invisibles lo golpean,
lo llaman, lo necesitan,
es el amo seguro que se cierne
volando a ras de tierra
para todos en un enamoramiento total de la vida.

Te estoy queriendo


Te estoy queriendo,
casi sin saber cómo
ni por qué.

Mi tierra estaba yerma,
resquebrajada,
seca,
sin vida,
muerta,
esperando torrentes de gotas simientes
y apareciste tú,
en silencio adormecedor,
con un atisbo de amor.

Te estoy queriendo,
antes era yo una mitad,
una sola, vacía,
restellante de luces,
con tan sólo medio abrazo apenas
y apenas medio beso
y sólo tú
eres quien puede completarme.

Te estoy queriendo,
tu risa como diablillo
que en mis venas pirueteas,
hace latir mi corazón a prisa
y en mi mente fluye y refluye tu voz
cantarina y risueña.

Te estoy queriendo
y soy feliz,
la alegría en mí
parece ser un remolino de sol
corriendo por los campos.

Y te aguardo,
sin magia y sin milagro
ya que un dorado vórtice
inundará el cauce de mis noches
que ya no serán solitarias.

Te estoy queriendo,
despacito,
sin apuros ni desgastes
sólo mi amor se va asomando en tu horizonte
ya no tan lejano.

Cuando el cielo se afina
al conjuro de un sutil cosquilleo de flautas
y la última estrella remisa
abandona su puesto de guardia,
me gusta perderme en mis pensamientos
teniéndote a mi lado
como un reportero del alba.

Te estoy queriendo,
naciste al son de mis deseos
viola de amor,
entre cánticos y risas
modelados en nácar verde.

En los duros biseles del silencio,
inmóvil y solitaria te esperaba a ti,
mi señor de la risa.

Crecías hacia adentro de mis dedos
cuando tocabas desde lejos mi piel
y al rose y al llamado de tu voz
se alza mi sangre con poemas.

Te estoy queriendo,
te imagino apoyado en la mañana
circuida de luz en primavera
ascendiendo la vida de tus hombros
y en tus manos
temblando una estrella.

Tu risa, ¡oh, tu risa!
Es eco de alegría desdibujada
desde la distancia.

Tu voz ¡ah, tu voz!
Suave,
tierna,
con inflexiones espléndidas de sabiduría.
Tú, el único.

Te estoy queriendo,
imagino el pálido rocío de tus ojos
y mi corazón impulsa por mis sentidos
sangre nueva,
¡loor a la risa y al amor!