Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 15 de octubre de 2018

Tu luz fascinante


Cómo decirte


¿Cómo decirte
que te busco en el más allá,
en horizontes,
en el orbe todo?

¿Cómo decirte dónde estás,
tú, el ausente,
el inquieto peregrino,
el aventurero,
buscador de amores ocultos?

¿Cómo decirte
que espero que vengas a mí,
despacio,
en silencios umbríos?

¿Cómo decirte
que te busco en cada sombra?

¿Cómo decirte
que en el bruno rincón
veo tu figura esbelta
como esencia luminosa rodeándome
en su cerco de amor?

¿Cómo decirte
que te bebo con mi aliento,
que te acuno con mis labios,
que te trizo con mis abrazos?

¿Cómo decirte
que me abraces para susurrarte,
suavemente,
que eres el amado esperado,
el misterioso ser que inundó mi alma?

¿Cómo decirte
de mi vacío encendido
en los espejos rotos
de tu espíritu desdibujado
que me ahoga desde tu distancia?

¿Cómo decirte,
al fin,
que te amo más allá del amor,
que te deseo más allá de tu cuerpo,
que dominas toda mi razón,
desgranando mi piel?

¿Cómo decirte
que te quiero mío
y me quiero tuya
hasta la eternidad?

¿Cómo decirte
que extraño tus caricias leves y suaves,
tus abrazos de silencio,
mi imagen en tus recuerdos?

¿Cómo decirte
que extraño tu voz,
ese bálsamo errabundo
que me busca en la oscura lejanía?

¿Cómo decirte
que mi angustia espera tu presencia
para seguir existiendo para ti?

¿Cómo decirte
que si no te encuentro mi pasión
se convertirá en polvo de cenizas
y tendrás que armarme
buscándome con tus besos
intensos y furtivos?

¿Cómo decirte
que necesito tus labios
y tu aroma de amor en flor
para que no exista más en mi vida
esta ausencia tenaz?

¿Cómo decirte que añoro
tu presencia para sentirme
como naranjal en flor
donde los azahares
me hacen temblar de felicidad?

¿Cómo decirte
que extraño tus manos ruborosas,
plenas de caricias y calor?

¿Cómo decirte
que me ames para que sea mi piel
de abeja tibia palpitación
cerca de tu corazón?

¿Cómo decirte
que cerca de ti,
tus ojos con sus fuegos de amor,
de cálido verano me atan a ti
en cada mirada errante?

¿Cómo decirte,
amor,
que al estar junto a ti,
una música áurea del éter,
lejano,
colma mi alma en plenilunios
no más solitarios?

¿Cómo decirte
que te ruego que me ames
como un narciso
bebido por el sol de la tarde
mientras mis manos buscan
el agua de tu manantial?

¿Cómo decirte,
ya ahora,
en este instante,
entre canciones
y leyendas que tejen nuestro amor
que lo nuestro perdurará por siempre?

Hoy te siento


Hoy te siento,
aquí cerca mío.
La ternura de tus caricias
y tu mirada
es una franja azul y verde
entre el cielo y el agua.

Es una estela dejada en la piel.
Tu ternura es energía
transformada en besos.
Es un ave coqueteando con las olas.
Es una hoja balanceada por el viento.
Es un rosal floreciendo.

Tu ternura la percibo
en el abrazo cálido y sensual,
en el poder escribirte
a través de ella las poesías,
las palabras que nacen del alma para ti.

Hoy te siento
en el gesto delicado
que sale del alma,
en la forma en que me llamas.
La ternura es el suspiro del amor.

Hoy te siento
a través de tu calma
con que has sabido llenar mi alma
y hasta el menor de mis pensamientos
inspirando hoy cada letra
de cada poema que te escribo.

Es bella y verdadera tu esencia,
le escribo a lo que tu presencia
en todo mi existir genera.
Cuando un día
mis poemas lleguen a ti
entenderás que te amé así,
por no saber amar de otra manera.

Percibo tu ternura
y mi corazón infinito
como el cielo se convierte en volcán
cuya hirviente lava,
llega hasta el alma,
es como un dulce poema
que alegro mi triste razón,
eres una luz en mi alma
me alumbra
en todos los caminos de mi vida.

Hoy te siento
en una noche muy obscura,
noche de eclipse de luna,
la estrellas a mi alrededor
tiñen el cielo de color.

Tiemblo de amor
cuando se anuncia
la inminente llegada de mi amante,
a quien espero despacio
igual que un fruto colgado
sobre el fresco de la grana.

Y viene hacia mi
desprendido y risueño,
eterno signo de bondad y ternura
y nos encontramos en el cenit,
yo inocente y pura,
él noble y único.

Hoy te siento.
Desde lejos,
ya en el umbral del encuentro
y mi voz leve como un hilo
que sale de su noche,
trémula lo llama
¡Ven!
¡Te espero!
¿Desde dónde?

Es entre ondas sucesivas
de un querer al otro,
de ternura leve,
luminosa por el sol,
purísima y diáfana,
de blancura total y mi trémula espera
avanza soñando,
se acerca y las almas
se reconocen radiantes
en el camino que las esperaba
y en el papel amanecen
unas palabras
¡Amor,
hoy te siento!

El arte de amar


El arte de amar
consiste en vivir
y el arte de vivir
consiste en amar.

Cuando la palabra brota
refulgente del corazón
 trae suspiros hondos cuando florece,
 es cuando en los ojos
nace la estación
en que las pupilas se iluminan de amor.

Nacen de mi alma versos y estrofas,
 formando caricias en mis manos
y enamorada, fascinada totalmente
hago del amor un sublime placer.

Siento que mi corazón
me exhorta a actuar
 como su emisario
y mi voz te susurra dulcemente
 mis sentimientos cándidos
en la luna frágil
 de la tarde nuestra.

Sin hablar, en un silencio distante,
nuestros labios temblorosos de tentación
sentían los latidos en ansias
verdes, azules,
en ondas para rendirse
en las mieles de la pasión.

El arte de amar nos eleva
 a la cima más alta del más allá,
al momento tan perfecto, tan sin par,
imposible en lo mejor del placer
de estar tú y yo juntos.

La esencia del amor
está en los ideales de la paciencia
entrelazando mieles, pasiones intactas
 como tejidos de hilos.

Es un don, un diseño ideal,
 meditando juntos
aprendemos a amarnos más.

El arte de amar
es saber proteger y cuidar
esa ilusión nacida sin saber
por qué, frágil y perfumada
sin atrevernos a tocarla
por miedo a que desaparezca en la nada.

Amar es una mirada que se enciende,
una voz que penetra,
una necesidad de caricias,
un mundo de dulzura,
una sed de ternura, es cantar y bailar,
 respirar y sentir, abrazar y mecer.

Mirar juntos esa puesta de sol,
escuchar el murmullo de las olas,
volar alto en el cielo
mecidos por el suave viento.

El arte de amar
es proteger la vida,
vivir momentos únicos e inolvidables,
compartir alegrías y tristezas,
luchar juntos siempre.

Quiero llevarte en mis pensamientos
y sentir tus brazos rodeándome
cuando cierro los ojos,
diferenciar tu aroma
y saber que eres tú
quien está aquí a mi lado,
demostrándome que amar
es un arte
que llevamos siempre con nosotros
 pero que tan solo desarrollamos
cuando hallamos a ese ser mágico
que nos arrebata una ilusión
 para convertirla en realidad.

El arte de amar
es poder volar sin alas
y sentir en el pecho perfumado
con rosas y calas,
es abrir un fino abanico
y desplegar sensaciones
y perderle el miedo a las emociones
cuando los suspiros se vuelven canciones.

El arte de amar es saber besar,
 acariciar y encender la pasión,
es la gloria a alcanzar
y eso ¡amado mío!...
eso… eso es celestial,
en el cielo monosílabo
de ser dos queriendo vivir.