Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 1 de septiembre de 2015

Ruptura sin palabras


Al son del juego


Un gnomo
con pasión de adelantado
en su corcel de vidrio
rosa y muselina
sorteó los parapetos de mi rutina,
asaltó mis defensas de virginidad
y me retuvo en tus cálidos brazos.
                                                                                                          
Sentí tu querer en mi boca
y mi sed no se apaga,
dejaste fuego en mí
para que en cada beso
quisiera beber entera tu alma.

Al son del fuego
se siente la sangre
corriendo por mis entrañas,
quisiera ser el aire
que todo entero te abraza.

Al son del fuego del amor
estamos unidos
somos un cuerpo
que solo se agita y se estremece
entre quejidos y suspiros.

Son las líneas de tu cuerpo
el modelo de mis ansias,
el camino de mis besos
y el imán de mis miradas.

Al son del fuego,
canciones de amor me colman
y sin siquiera saber el por qué
como ninfas tus manos recorren
cada poro de mi piel con luz cenital
en una perfecta geometría.

Al son del fuego
tu acompasada respiración
es melodía en mi cuerpo deseoso de ti,
de tenderme a tu lado
dejando una huella indeleble
que el tiempo no esfume.

¿Por qué llegaste a mí?
No lo entiendo,
nos miramos
y ya nos amamos.

Este amor perdurará
hasta la hora de los cielos,
estaremos viviendo
un Paraíso sólo nuestro.

Llévame a la claridad de lo incognoscible,
Paisaje dulce y sensual
con vocablos tuyos,
nuevos para mí.

Tómame con todo tu ser,
envuelta en tus brazos.

Al son del fuego,
ven a mis brazos,
suelta esa felicidad indescifrable
con su misión de fuego puro
nos abrazaremos sin movernos
y así haremos temblar
el témpano del mundo
por vez primera.

Sueños nuestros
eternamente duraderos,
de dos seres
que han encontrado el nido del amor
en este mundo que nos rehuía
con tu palabra última
-       ¡Adiós!

Ayer encadenaste la noche a tu silencio
pero el primer rayo de sol en tus ojos
me hirió
con su ciega evidencia
de que me amas.

No te irás a la nada secreta
ultraterrena,
nunca más…

Déjame amarte


Déjame amarte,
amor, que tengo el universo para darte
y todo mi ser para acariciarte con una ternura infinita
que se hace más grande cada vez.
Amor, déjame encontrarte,
déjame descubrirte,
déjame ser de ti
como la luz del sol,
como la flor y su aroma,
como una paloma y el cielo azul.

Déjame amarte,
enseñarte a amar,
ser la sangre en tus venas.
Déjame ser una delicada cadena de flores
que aten nuestra libertad y seamos el uno para el otro.

Déjame amarte para toda la eternidad.
Soledad no más,
tú me acompañarás
y de mi propia pena me libertaras.
Sólo quiero oír tu voz,
aquí a mi lado
y si una boca en la boca me besa
la felicidad ligera me inundará
déjame amarte.

Llévate mi tristeza por la noche,
esa, la que era mía,
bien mía, pensaba decirla en versos
darle forma como dan las lágrimas,
forma tibia al dolor de adentro…
Pero estaba clara la noche
y el papel esperó en vano
anduve pensado en ti por las estrellas
y el aire y el olor de acacia,
todo era como un corazón tendido a la confidencia.

Déjame amarte
como tu secreto divino, ansioso
y torpe, a tu vera me quedo esperando
que tú me enseñes el lenguaje de tu amor
y me lleves a la claridad de lo incognoscible,
paisaje dulce pleno de vocablos de amor.

Déjame amarte con todo mi corazón
latiendo por ti
y espérame allí en ese refugio tibio
que son tus brazos
donde allí me esconderé  de por vida.
Déjame amarte,
¡serás feliz por siempre
con  mi amor intenso, ingenuo y verdadero!
Tu recuerdo serás tú mismo,
ahora ya puedo olvidarte
Porque ahora, estas aquí a mi lado.

Torrente de amor


Torrente de amor
mis besos te buscan si cesar
y mi cuerpo anhela tus caricias, tus abrazos
te amo si saber quién eres
y cuando te acerques
rodará en mi rostro
la enternecida claridad que sueñas.

Por mirarte, amado,
en mis ojos hay público de estrellas.
Cuando sea tuya
y me tomes, trémulo,
habrá lirios naciendo en mi tierra.
Y el amor al sentirlo
besa, abraza si término,
buscado tras otro cielo en su cielo.

Torrente de amor.
Soy feliz en el aire,
buscando tus brazos,
volar donde ellos vuelan a sus rumbos,
sin clave, mejores que mis pasos.
Me ciñes a la distancia,
me arrebatas desde el más allá,
sin sentir que casi no estas a mi lado,
porque el aire lleva al colmo
las ternuras del tacto.

Torrente de amor.
Es que acaso no sietes huestes de besos,
de bandadas de porvenir en las manos,
de arrebatos y de calmas.
Te espero, necesito tus besos,
gozos y miradas,
esperados, esperado.

Nuestras almas, como ávidas gaviotas
se tenderán al viento de la entrega
y yo, fuete de olas,
te haré cósmico…
¡Hay tanto mar nadando en mis estrellas!
En cada alba, cuando estemos juntos
este poema exaltando la espera,
detendrá de emoción al mundo,
al regalo nupcial de auroras nuestras.
¡Qué caricia larga de acción me sube por las venas
anchas de recorrerme pensando en ti!

Torrente de amor.
me despierto cubierta por tus caricias lejanas
y siento que por mi cuerpo corren tus abrazos.
Estremecida y tenue, sigo pesando en tu imagen.
¡Fue tan hondo de instintos mi sencillo reclamo!

Torrente de amor
que recorre mi vida, mi voluntad, mis anhelos,
ya no sé de edades ni reflexiones yertas.
¡Yo soy tu vida amor lejano!
Torrente de amor, de luz,
no puedo dejar de pensar en ti ni un instante
¡te deseo tanto!