Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 1 de abril de 2015

Me momrias del viento


Alegrías y pesares


¿Por qué en nuestras vidas
las alegrías y los pesares
nos inundan en momentos imprevistos,
dejando nuestra alma exhausta
y a veces triste y otras sonriendo?

¿Cuándo la luz,
unidad del alba,
se multiplicará en destellos
y lo que fue calma en profunda alegría,
será fervor de innúmeros pesares
que agitan nuestras mentes?

¿Cuál es la razón
de que hay días, horas, segundos
que en nuestro vivir nos alegran
 en festivo júbilo,
instantes plenos de luz
y en otros la pena y la aflicción
nos inundan
 como mantos de lloviznas de lágrimas?

¿Por qué ocurrencias fugaces,
chispas, sonrisas,
se inician y terminan
en breves espacios
surgiendo luctuosos presentimientos
en tristes instantes de desazón?

¿No es este instante,
 en esta aurora henchida de hermosura,
el extremo de mí misma,
la plenaria realización de mi sueño
que alterna entre alegrías y pesares?

¿Qué amor me quiere?
 ¿Qué amor me inventa caricias,
escondido entre dos aires fingiéndose brisa?

¿Por qué las alegrías son tan efímeras,
diáfanas y los pesares, oscuros,
plenos de pesadumbre?

¿Cómo debo hacer
para conducir mi resplandor de amor
 hacia ti entre dichas, alegrías,
dádivas de tu espacio,
sintiendo como un milagro
 la paz de estar contigo
y no la entrega sombría
de no estar a tu lado?

¿Por qué estoy yo
entre mantos de neblinas,
sin vislumbrarte ni un resquicio,
viéndote tan sólo de lejanías profundas?

¿Cuál es la razón
de que tarde más en envolvernos la alegría
que el pesar y nuestra alma grita
por el anhelo de que la felicidad
con brillante luz
nos inunde pronto, sin tardar?

¿No sientes, amor mío,
inmensas huestes de besos,
de resistencias,
bandadas de porvenir en las manos,
de arrebatos, de pasiones y de calmas?

¿Cómo hacer para derrochar
alegrías, dichas, en el aire azul
para que vayan en volandas por el aire
 y haciéndolas de agua
para llenar los cauces del mundo,
 hundiendo en abismos profundos,
 secretos oscuros los pesares
que nos abrumen
y nos hacen incapaces de volar
en campos de esperanzas?

Alegrías y pesares,
espejos con igual azogue
que coexisten en nuestra vida
sin poder mirar atrás.

Desnúdame


Desnúdame mi amor el alma toda,
hurgando en mi interior.
Rasga las vestiduras
de redes y dolores que me envuelven
y forman parte de mi ser.
Navega en el mar de mi sentir.

Desnúdame y descubrirás
nuevos horizontes dentro de mí,
compartiendo contigo
mis fracasos y mis triunfos.

Desnúdame,
desnuda mi alma
más allá de besos,
caricias y palabras.
Estoy fiel y sumisa a tu amor
en la alborada,
a que desnudes mi alma
y encuentres todos mis sentimientos,
mis anhelos,
mis suspiros en la nueva aurora boreal
del nuevo día.

Desnúdame
con los ojos del alma del amor
navegando en el río y en el mar de la vida,
en el agua del manantial,
en las fuentes y arroyos cantarines
donde se refleja toda la luz
de nuestra esencia pura de amor.

Llévame contigo a gozar de la vida
para crear poemas nuevos,
audaces, con ritmos,
en un conjunto mágico
de letras y palabras.

Desnúdame,
acércate a mi alma,
juntándome en las sombras
con danzares sonoros y graves
cual canto y trinos de aves.

Desnúdame y bajo riendas frágiles,
cruza mi alma como un corcel indómito,
abriéndose paso
entre los sentimientos profundos y plenos
fascinando mi espíritu
con tu algarabía de estrofas,
tiernas y sutiles.

Desnúdame
y hazme llegar tus estrofas mágicas,
bordadas en frases de amor
con extrañas músicas
de acordes lejanos
al compás de la orquesta
que la vida nos ofrece.

Desnúdame entre tus versos,
tú el poeta,
ocultándome en un velo de palabras
con sentimientos verdaderos
y místicos.

Desnúdame en dulces sueños
y en noches jamás olvidadas
y seremos por siempre
soñadores de infinito
entre sombras vagarosas
en espejos inciertos.

Manantial del amor


Manantial del amor hecho realidad,
del mundo real me llevaste al mágico.
Tú, el innombrable,
el diferente,
el ser con alma de sabio
que lleva al éxtasis con su ternura.

Manantial del amor,
eres la bondad y la dulzura
que resuma su néctar
en la esencia de mi alma.

Manantial del amor
hecho realidad humana
entre almas puras
y auras blancas y brillantes.
Sin edades,
irradiando luz y vida,
inquietud y sed de aventuras,
sin motivos ni explicaciones.

Manantial del amor,
déjame vivir pensando en ti,
desde esta lejanía,
valorando el momento
que se está viviendo
hasta la eternidad
rejuvenecedora de las almas inmortales.

Manantial del amor,
enjambre creador
con conciencia limitada,
reconociendo los límites del amar
en lejanía,
sin apegos ni vivencias compartidas.

Manantial del amor,
con señales cercas,
causalidades no fortuitas,
imprevistos inesperados,
ni dogmas con estelas
vivas y serpenteantes.
Sí con fluidez de palabras
dadas a través del tiempo.

Déjame en sosiego
en mi esfera feliz,
esperando la llegada de lo increíble,
ligero y sin raíces
que me llevará por caminos sinuosos
al descubrimiento del amor.