Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 22 de octubre de 2015

Locura seria


Manto De Flores


Manto de flores,
me envuelven
con su fragante aroma
y su cadena de colores,
rojos,
amarillos,
blancos,
 lilas
y su dulce perfume
perturban mi alma plena de amor.

Entre rosas,
nenúfares,
amapolas,
azahares,
 azucenas,
almendros en flor,
dalias,
tulipanes,
calas,
aterciopelan mi cuerpo
y me inundan de dulzura y paz,
aureolan mi ambiente.

El amor es como la flor
 todavía en capullo bello
donde ha brotado pureza,
suavidad,
delicadeza,
pasión.
Manto de flores
que a su través
me lleva al mundo de tus brazos,
me siento cobijada,
amada
entre colores y perfumes.

En el aire sensual
y tibio de la tarde
me acarician sus pétalos,
es un manto dulce,
mágico,
 luminoso,
que nunca se olvida.

Como el arco de los cielos
sus olores llegan
 y crecen
y luces me envuelven
y el ángel verde
de la esperanza
me llena de alegría.

He perdido el miedo
en tus brazos
que me estrechan poderosos
con la fuerza del amor.

Manto de flores,
 el lirio de la ternura crece
en la pradera celeste
 del agua
como los nenúfares en flor
 quietos y anhelantes
que parece que esperan las canciones
que alguien los acompañe
en su danza de círculos.

Los camalotes cándidamente se asoman,
castos y libres
y las aguas nos brindan
 sus vestiduras de melodías
haciendo que nuestra total entrega
sea duradera y dichosa.

Mantos de flores,
 la lluvia se inicia ya,
 las nubes
en su tránsito lento
hacen brotar los retoños luminosos,
que crecen libres
en las ramas perfumadas
haciéndonos sentir
entre vergeles floridos,
caricias nuevas.

El radiante césped trémulo
 se viste de perlas de agua,
dando a nuestro amor
frescura
que espera botones,
capullos
y tenues lazos
que entre grises y rosas
se entrecruzan.

Manto de flores,
en la calma
de unos pétalos
nuestro amor resurge,
se retrata fiel,
entre rosales
y madreselvas
con comunicativa ternura.

Olor de nube en la flor celeste,
en la tierra verde,
en tus brazos
mis manos leves
encuentran los carmines que busco.

Manto de flores,
 feliz la nube de mayo,
que es ésta
o aquella rosa,
déjenme vivir feliz
con mi amado
entre guirnaldas florecidas,
 límpidas y libres,
y entre enredaderas
de campanillas azules
aquellas que allá se asoman.

Bajo la esmeralda temblorosa,
amado mío,
te veo
y te siento
con corona de jilgueros
y pétalos de amapolas,
siguiendo yo
alegre tus pasos
 hacia las islas
y los bosques florecidos
 del sueño.

Soy feliz,
estoy en el valle perfumado 
de tu ágil cuerpo
y en tu regazo
me dejo caer
cual frágil flor
recién nacida.

El fuego que soy hoy


Hoy soy fuego,
estoy viva
y mis manos
abrazan la verdad
y baño el aire
con mis sonrisas
al pensar
cuanto me abrazan
tus labios
al besar
como la boca derretida
de un volcán.

Tarda noches
la noche en ser auroras,
 la luz se hace despacio
 porque es tu centro
una fuerza sensitiva.
El fuego que soy hoy
mi cuerpo y alma
se abrieron
ante tu magia sensorial.

¡Triunfos, revelación!
Hay fulgores brillantes
en mi alrededor
y me llega el goce
como espuma sin prisa,
en impolutas láminas
de sentimientos intensos
y deseos
de que aquel pensamiento
nacido oscuro,
con mi sol,
a tu cuerpo
he de bañar.

El fuego que soy hoy
es luz
que traduce incógnitas lejanas,
a gozos inmediatos,
 a placeres sentidos
hasta los más íntimos.
Inconcientemente,
en mis sueños estás,
donde no mando yo,
 sino sólo mi corazón
y allí
tuya por siempre
puedo ser por una eternidad.

El fuego que soy hoy
no se apagará,
es un misterio velado
que la mañana que asciende
hacia su colmo esplendor,
 paso a paso,
en contornos
 se goza aún más
y en perfiles
rechaza lo desconocido,
lo no sentido con intensidad.

La hoguera de mi interior
se enciende
sólo en pensarte
y se alza arrebatadora,
velocísima,
como alas
en el confín del mar.

El fuego que soy,
está encendido
en mi corazón para tí,
sólo para tí,
eres mi milagro de amor
y cada vez que pienso en tí,
 siento un cosquilleo
 por todo mi cuerpo,
te necesito a mi lado,
sin tocarnos siquiera,
estremecidos
tan sólo con mirarnos.

El fuego que soy hoy
 es un sortilegio de amor
 y mis versos,
vibran,
al volar
al papel que los espera
con ansia
para que lleguen a tí
mis palabras de amor.

Soy tu amante escondida
que alisa la arena,
bien lisa,
para que en rasgos levísimos
 la mano escriba
lo que siento por ti
entre pudores de espuma
mensajes de ondina son,
 soy tu amada total,
 te ofrezco mi vida.

El fuego que soy hoy
alumbra la marina,
 en una noche estrellada
entre abrazos truncos
y besos
que al aire
fueron entre deseos
que se  alzaron
y altas quejas de espuma
que se llevó el viento.

Sin ansias
y sin prisas
espero el amor
que se inicia como idilio
estrenado
en fábulas no escritas.

Y tejiendo y destejiendo,
el fuego que soy hoy,
los versos
permanecen entre hilos de luz
de este raudo amor
que se inicia
 para siempre.

Contra viento y marea


Mi vida se mece entre rencores,
falsedades,
 traiciones,
saliendo airosa,
 flotando sobre el mar
limpio y puro,
derramando con ansias
y anhelos,
 amor por doquier.

Me siento vapuleada,
zarandeada,
movida
a lugares siniestros
donde los celos,
las envidias,
los terribles males de espíritus torvos
 quieren hundirme en la oscuridad
 pero contra viento y marea
saliendo a la luz de horizontes rojizos,
me elevo
 colmada de amor
 a mundos lejanos
donde la esperanza
y la felicidad
me esperan.

Contra viento y marea,
 vivo deshilachando dolores,
furias,
desamores.
¿Por qué vivir
sembrando amor por doquier,
desafiando la sombra de una idea
con el alma encendida
por anhelos y esperanzas?.

Contra viento y marea,
voy hacia ti
en volandas de luz,
entre las luces brillantes
de las luciérnagas
que iluminan el sendero
donde nos encontraremos para mecernos,
acariciarnos,
amarnos.

La pasión y el deseo
 surgen como llamaradas vivientes
con chispazos rojizos
que nos unen
y vertiginosamente
nos conducen a un mundo mágico
e irreal,
donde el amor imperioso
y exuberante,
escribe en el cielo azul
y abierto:
¡Vivir amando contra viento y marea!

Ya no nos separan
distancias ni falsedades,
ni envidia,
inagotables fuentes
que sin poder no nos rozan,
sólo nos acechan
 para desunirnos pero no lo logran.

Contra viento y marea,
nuestro amor abre sus alas
y se une en el lejano horizonte,
allá,
muy lejos,
 en un impactante vuelo de amor
 que con nuestra imaginación
recorre cielos recónditos
unidos en un abrazo sin fin.

Contra viento y marea
nos mimamos abrazados
en un profundo intercambio
de energía pura,
casta,
imprescindible
para nuestro existir,
nos recorren bailando
una danza inesperada,
leve,
ingrávida
 que nos deja exhaustos
 uno en brazos de los otros,
 como dos seres
en uno solo.

Contra viento y marea
 plenos de vida,
recorremos el mundo entre risas,
cantos
y lágrimas de amor.