Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 10 de septiembre de 2012

Un secreto…



Un secreto amarte de esta manera extrema en la que te quiero.
Un secreto en mi pecho que guardo en lo más recóndito de mi ser, abrumado de amor por ti.
Un secreto… para el mundo, un anhelo para mí, el poder crear poemas para ti.
En mis sueños, en secreto, puedo darte más de mí y la gente no sospecha, no advierte que te miro sólo a ti porque en secreto puedo amarte sin barreras ni tapujos.
Detrás de cada mirada, de nuestras manos entrelazadas, lo que nos queda palpita en lo mismo que nos damos en secreto.
En secreto puedo amarte, allí detrás de los besos, de las miradas, del deleite, están seguros nuestros sueños de amor.
Al abrir los secretos en la noche no es mi faz lo que veo, es un deseo de tenerte.
¡Cuántos papeles en blanco, queriendo decir te amo!
En secreto, duele, duele amarte, porque fuimos y nadie lo supo, ya no somos y nadie lo sabe.
Mi corazón te dejó parado allí, en el olvido, ¿quizás? no lo sé.
Pero quiero encontrar otro amor que me llene la vida y el ser con aire nuevo, para respirar otra vez y feliz saciarme de vida con él y olvidarme por siempre de ti, que le diste a mi vida secretos y unos ojos llorando el ayer.
Te amo, pero en secreto, te extraño,
pero en secreto, soy tuya, pero en secreto, fui tuya, pero en secreto:
te voy a olvidar
Déjame ir a la dicha futura que clama por mí y así la vida se sentirá un sueño sin sobresaltos ni miedos.
Podré gritar otra vez: ¡te amo! y para el mundo no habrá secretos.
Y ya no en secretos ni en penumbras ni en sombras escribiré frases de luz que mi nueva vida hacen que surjan del fondo del alma.
Nuevos alfabetos se hacen y se deshacen, rápidas palabras atravesarán como saetas el aire puro y mi canto de nuevo, ya no en secreto, guiados por los luceros del que me quiere bien, serán una verdad escrita a pleno.


Añorando tus ojos



Un secreto amarte de esta manera extrema en la que te quiero.
Un secreto en mi pecho que guardo en lo más recóndito de mi ser, abrumado de amor por ti.
Un secreto… para el mundo, un anhelo para mí, el poder crear poemas para ti.
En mis sueños, en secreto, puedo darte más de mí y la gente no sospecha, no advierte que te miro sólo a ti porque en secreto puedo amarte sin barreras ni tapujos.
Detrás de cada mirada, de nuestras manos entrelazadas, lo que nos queda palpita en lo mismo que nos damos en secreto.
En secreto puedo amarte, allí detrás de los besos, de las miradas, del deleite, están seguros nuestros sueños de amor.
Al abrir los secretos en la noche no es mi faz lo que veo, es un deseo de tenerte.
¡Cuántos papeles en blanco, queriendo decir te amo!
En secreto, duele, duele amarte, porque fuimos y nadie lo supo, ya no somos y nadie lo sabe.
Mi corazón te dejó parado allí, en el olvido, ¿quizás? no lo sé.
Pero quiero encontrar otro amor que me llene la vida y el ser con aire nuevo, para respirar otra vez y feliz saciarme de vida con él y olvidarme por siempre de ti, que le diste a mi vida secretos y unos ojos llorando el ayer.
Te amo, pero en secreto, te extraño,
pero en secreto, soy tuya, pero en secreto, fui tuya, pero en secreto:
te voy a olvidar
Déjame ir a la dicha futura que clama por mí y así la vida se sentirá un sueño sin sobresaltos ni miedos.
Podré gritar otra vez: ¡te amo! y para el mundo no habrá secretos.
Y ya no en secretos ni en penumbras ni en sombras escribiré frases de luz que mi nueva vida hacen que surjan del fondo del alma.
Nuevos alfabetos se hacen y se deshacen, rápidas palabras atravesarán como saetas el aire puro y mi canto de nuevo, ya no en secreto, guiados por los luceros del que me quiere bien, serán una verdad escrita a pleno.


TU MANO EN LA MÍA


 

Mi corazón da un vuelco al sentir tu mano en la mía, sólo tú puedes concebir en mí, reacciones como ésta.
 Cada vez que puedo sentir tu mano en la mía, tengo un pedazo de cielo en mi vida.
 Nada más necesito, sólo tenerte y abrazada a tu pecho ser libre para quererte.
 Tu mano en la mía me dice tanto, puedo viajar a través del cosmos.
 ¿Hay cosa más maravillosa que sentir tu mano en la mía?
 Tu palma recorre mi piel, ardo por ti y me estremezco, descubre mi esencia de mujer apasionada y expectante.
 Abraza mi cuerpo con lenguas de amor, con lenguas de fuego.
 Te entrego mi amor, mi cuerpo, mi todo, excita mi aroma, enséñale a buscar el tuyo.
 Reconozcamos cada fragancia de este amor, prueba el sabor de mis besos, son para ti, sabor a mango y papaya, coco y aguacate, piña y guayaba.
Guajira de amor, vivámosla toda, dueños y señores de esta pasión candente.
 Te invito a viajar tu amor en mi vida, te puedo llevar a ese lugar recóndito donde los amantes vibran y se brindan sin medida al éxtasis de dos cuerpos desnudos, silentes, dándose el todo por el todo…
 Se para mí columna y también arco, se para mí la flecha  que del arco hacia la luz del  infinito parte.
Se, mi numen, inspiración, mi pasión creadora, se por la cima a donde llegar para gozar la excelsitud de logros de vida.

Quisiera decirte



Quisiera decirte todas las veces que mi corazón quiso gritarte
¡TE AMO!, no puedo explicar el afán que tiene mi alma de verte.
 Estoy alienada de mi amor por ti. Quiero darte el alma y si pudiera despojar el corazón de mi pecho también lo haría.
 Quisiera decirte tanto y mi élan se comprime, no puedo hablar, no puedo decir más que te amo.
 Viene Dionisios a invitarme a su celebración, no puedo ir, debo quererte, mandato divino, te quiero y me duele.
 Quisiera decirte, mi piel se agosta pidiendo el roce de la tuya.
 Mis labios te gritan ¡ámame! porque solo un beso necesitan.
 Quisiera decirte, quisiera explicar, pero el amor no se explica, sólo se puede dar
 Por gracia tuya ya no soy silencio, inspiraste mis poemas, mi vida toda.
 Me brindo a ti sin condiciones, tómame, no me dejes ir, siente el deleite que puedo darte.
 Seré como Palas Atenea para ti, mi regalo de amor, mi dilección virgen, sólo para ti Zeus intangible, frío como el hielo, mis ojos te buscan pero no me miras.
 Mis manos quieren acariciar tu cuerpo todo.
 Quisiera  decirte todo, mi todo, que fueses mi amor de invierno sin días ni horas.
 Déjame con mi imaginación poder hacerlo, ya estoy a tu lado, puedo sentirte, mi corazón se acelera y quisiera decirte ¡te necesito!, ¡te necesito!...

Amor en vuelo


Amor en vuelo, extendiste tus alas emplumadas de seda áurea y comenzaste tu búsqueda desde las altas cimas tratando de encontrar el amor, el verdadero, el sentido, el profundo.
Avanza por los cielos, acortas distancias, viajas con el viento en total silencio, a veces cantas canciones de ensueño, brotan de tu alma poemas dejando puertas abiertas para que yo entre en tu corazón de almizcles y dulces.
Amor en vuelo, te busco en el horizonte grave, oteo distancias para encontrarte y así abrazados guarecernos en nuestra cueva de amor.
Prometo no esconder mis alas, con ellas cubriré tu cuerpo amado haciendo un nido cálido y pleno de amor.
Nos encontramos en las cimas del beso sin dudas y sin mañanas.
En el vértice puro de la alegría alta, multiplicando júbilos por júbilos, por risas, por placeres.
Apuntando en el aire las cifras fabulosas, sin peso de tu dicha.
Amor en vuelo, a ti se llega por ti.
Te espero.
Yo sí que sé donde estoy, mi lugar, mi lar de por vida, pero no sé donde estuve contigo, allí me llevaste tú, eres de otro mundo y en tu devenir e ir me buscas con febril ansiedad y me depositas sin yo mirar nada ni aprender el camino, sólo estar contigo, mi andar es el tuyo y cuando tú partas otra vez ¿Qué puedo hacer yo sin tan sólo verte partir?
¡Qué desterrada, qué ausente, es estar donde uno está sólo.
No quiero cielos nuevos, yo quiero estar donde estuve contigo, volver a tus brazos.
Amor en vuelo y mientras no vengas tú en mi búsqueda yo me quedaré en la orilla de los vuelos, de los sueños, de las estelas, inmóvil.
Porque sé que donde estuve, ni alas ni ruedas ni velas, llevan.
Todavía van extraviadas porque sé que donde estuve, sólo se va contigo.
Sola en mis noches escribiré para ti mis versos, los compilaré quizás en un libro que tú nunca leerás porque no llegará a tus manos.
Cuando repaso algunas de mis estrofas, el corazón se asombra de tanto amor que ofrece, las quiero por ingenuas, piensan que vuelan solo porque mi frente rozan sus alas de mirlo.
Las quiero por audaces, vuelan altos, yo sé que en sus anhelos hay horizontes para los mundos y los cielos.
¡Llevan todas mis ilusiones, volando como insecto de luz  en sus canciones!
Amor en vuelo, búscame siempre como alma sonora de armonía de flotantes alas, tráeme silencio azul en tus etéreas alas que descienden hacia mí por diáfanas escalas entre ecos halagadores y música de ritmo sin fin entre inspiración única y sagrada.

El tercer beso

                  
El tercer beso, el que se desliza sin saber a dónde, suavemente, como una leve caricia tibia y cálida, lleva entre sus labios el mensaje secreto, único, de tu amor por mí.
Entre tu verdad más honda y yo, me entregas siempre tus besos.
La presiento cerca, ya, la deseo, no la alcanzo, cuando estoy más cerca de ella, me cierras el paso, tú, te me ofreces en los labios y ya no voy más allá.
Tú triunfas, olvidas, besando tu secreto encastillado.
Y me truecas el afán de seguir más hacia ti, en deseo de que no me dejes ir y me besas.
El tercer beso en la frente, es más seguro, los labios ceden, rinden en forma al otro labio que lo viene a besar.
Mientras me mirabas y yo te miraba, se detuvo el tiempo en medio instante, el amor me llamaba y yo le obedecía.
Mientras me susurrabas y yo te amaba se alzaron los sentimientos, mandó tu voz, el cielo se hizo visible en tus ojos y yo renuncié el querer en tus labios.
El tercer beso, preámbulo de una mirada, para llegar como lluvia a un frenesí de besos, una lujuria de sentimientos.
Fue un instante sin fin, sin tiempo para soñar.
El tercer beso, es el que trémulo y ansioso, vacilante es el que quiere besarme en tu ausencia sin labios.
Besos me entregas, sin ruido, esquivos a veces, dulces otras, como un gran fruto redondo aquí en mis labios.
En el paraíso de tus ojos me pierdo porque estoy perdida, en la paz de tus labios, me encuentro porque estoy contigo, en el universo de tu alma vivo con mil sentidos, en ti, vivo, amándote.
El tercer beso, el que sabe a silencio y a sueños, con melodías de ternuras y tacto de deseo, sabes a mi mundo, a todo lo que anhelo, sabes a amor, a mi amor.
Ten presente que un día el beso tuyo de tan lejos, de tan hondo, te va a nacer de lo que estás escondiendo detrás de él y te salte todo a los labios.
Y lo que tú me negabas, me lo entregas, me lo das sin querer, donde querías negármelo.
El tercer beso, despacito, sonrosa la piel, disfraza levemente la defensa absoluta del ser último.
Besas mi rostro, mi frente y me siento la más amada, la más distante, la más última, ésa que ha de durar, secreta, cuando pasen mis labios, tus besos.
Quiero el amor, libre, suelto, sin sombras, sin puertas con trabas ni cerrojos para vivir en ti sin temor a lo que yo más deseo, a tu beso, a tus abrazos, a tu solo cuerpo posible, a tu dulce cuerpo pensado.
Dime, ¿por qué tarda tanto en llegar ese tercer beso, el anhelado, el sólo mío, el que mi corazón espera porque sabe que hay algo en él que es saber que tú quieres dármelo?

Temor fugaz



Temor fugaz, breve, vacilante, me enfrenté a él reconcentrada y penetrante, sola, muda, predestinada, esclarecida, en mi aislamiento profundo, en mi hondo centro.
Mi sueño errante y mi soledad hundida se dilataban por lo no existente, hasta que vacilé cuando la duda oscureció por dentro mi alma.
Temor fugaz, que entre dos tinieblas me perdió y me cobijó entre turbas alas, sin riesgos ni desafíos en una lejanía sin memoria de encanta, sin una presencia de deseo alejándome por un instante de ti.
Temor fugaz, como un aterciopelado telón se entreabre y deja pasar una sombra oscura, de duda, de inquietud.
¿Por qué aparece de esta manera misteriosa y solapada?
No quiero sentirlo, trato de no sentirlo, tengo la leve sospecha de que me avisa que en mi vida el amor se alejó despacio, dejando tan sólo un rastro de recuerdos, un indicio de imposibles que me fustigan la piel con una impaciencia dominante, con un hervor que calcina mi corazón desenfrenado a encender nuevas fogatas de amores renacidos como las estrellas cuando brillan con intensidad en el azul cielo.
Temor fugaz, me hace perder en el medio de palabras diferentes, el sueño por sí solo no es suficiente, no deseo dentro de mí la ilusión de la incertidumbre, la inconsistencia.
Deseo una nueva estación en mi vida, el viento del amor golpea a mi puerta pero la pasividad me impide abrir.
La prevención de un torbellino de emociones como una tormenta puede lavar las heridas más profundas.
Temor fugaz, pasó y no dejó huellas, ahora revivo, canto, creo en el amor que me espera renaciendo en mi vida la alegría de vivir con emoción, desorden, ligereza.
Necesito todos esos sentimientos que vienen con sabor, con una cierta mezcla de un pedazo de soledad sediento de amor.
Temor fugaz,  se que nunca será demasiado tarde el dolor y el miedo, nunca son mortales, hasta la herida más profunda se cura en el mismo lugar que una nueva piel se forma.
El amor puede tocar en cualquier momento. ¡Estoy aquí! ¡Siempre voy a estar aquí para siempre, esperándote, amor, sin dudas ni sombras titubeantes!
Surgió la luz y me elevó al cenital esplendor donde todo está claro, no hay dudas ni temores.
Ya no estoy dentro de la niebla, el tiempo eleva las anclas, el silencio pleno de amor echa al vuelo enmudecidas campanas y cumplen su juramento los horizontes del alba, la vida toda de día, pura, flota en el agua, en el aire, en la nada.