Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Mi Verso es un Canto
Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.
La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.
Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.
Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.
Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.
Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.
La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.
De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.
Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.
Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.
Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.
lunes, 30 de julio de 2012
Cenizas de amor
La desconocida
Sinfonía en no
Amor compartido
El color de los sentimientos
La voz de olvido
Hoy
Hoy la palabra iba suelta, leve, suspirada en el aire, tan sin alma y sin cuerpo, sólo con color y besos que pasó a mi lado en el mañana.
¡Hoy!, palabra vibrante, tensa, de alma, cuerda de arco que se vive y aguda y veloz, cruza los minutos, segundos, de vida y como flecha segura rasga el tiempo en mil sutiles tules de aromas, tristes y desolados.
¡Ay! ¡Cuántos deseos guardados en este Hoy preciso y único!
Hoy, sola palabra que trasunta lo que se está viviendo, locuras, imposibles, lo callado y lo tantas veces dicho.
Seguros estamos por un día, hoy nada más que hoy, de los no apariencias, no retrasos, sí la inocencia que está madurando al compás de este ansia del hoy.
Vivo de la luz y por la luz y en ella el HOY me tiende su mano y el vivir es total y único, sin prisas, ni ansiedades.
Hoy, entre mi vigilia y el sueño, escribí líneas sin saber que lo había hecho, es que mi HOY está hecho de milagros, de fantasías, mis ojos brillan y buscan el disfrute pleno del instante, del HOY.
Vivo el presente, éste, el irrepetible, el que me acuna y me mece entre estallidos de risas y canciones, con músicas que me llevan al otro mundo, el revés de este HOY.
Siento que mi alma se fue a galopar en el viento, corriendo por llanuras, inmensamente libre en este HOY donde no hay muros, ni cadenas, ni cercas, no hay nada más que vivir este presente.
Vivir este HOY con afán, hasta el último instante.
Sólo un instante
Me queda poco tiempo, quizás sólo un instante, me estoy muriendo de amor y te necesito, siento la casa de mi cuerpo vacía, silenciosa, fría.
Sólo un instante te espero para que vuelvas a habitarla, sólo te veo en mis sueños, recorriendo las calles de nuestra historia, mirándome con una inmensa dulzura que hace destruir todo el miedo que hay en mis ojos, pero cuando me despierto me ahogo en un llanto que me recorre íntegra.
Como se hace en sólo un instante, arrancar este dolor que siento, para no querer sentir el sabor agridulce de tus labios, para tener de nuevo tus caricias o para no vibrar cuando te pronuncio.
En un solo instante, un día sin darme cuenta puse una barrera indestructible entre tú y yo.
Era lo esperado con miedo, lo inevitable y ahora me estoy muriendo de amor, la vida se me escapa, me siento asfixiada, y a pesar de todo me queda el último aliento para decir te amo.
En solo un instante, veo vagar sin rumbo y sin torpezas, caricias, largos goces iniciados, abrazos no dados como si aún no se supiera en qué lugar de los cuerpos el acariciar se acaba y anduviéramos buscándolo en lento encanto, sin ansia.
Te quiero y me lo digo y es como un despertar de un no decirlo, sin designio de qué no sepa nadie, ni tú siquiera.
En solo un instante, lo escribo en los papeles tan en blancos, inspirada por las músicas casuales que se encuentran al abrir los secretos de la noche.