Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 7 de abril de 2014

Mi recuerdo eres tú


Traición Inesperada


Traición inesperada,
que raya el silencio del espacio,
confié y amé
con alegría y felicidad
pero un viento huracanado,
violento,
azotó mi alma,
era la mentira,
el engaño
de tus palabras.

Como en una inmensa alfombra
de esmeralda,
el mar se ensanchó del espeso espacio
que cubría mi cuerpo
rodeando con caricias falsas
 las que creí verdaderas.

Inútil te busqué
y te perseguí
debajo de la piel
de mis sentidos,
te entregué mi espíritu
abierto a esperanzas
que tú hipócritamente
despertaste en mí.

Traición inesperada,
 te fuiste sin decir palabra,
moviendo la distancia
como las alas
batiendo por detrás de mis oídos,
fatigando mi corazón
y mi respiro
entre tus cantos de notas aterciopeladas
y poemas de amor
que me entregaste
con mentiras
ciertas y dolorosas.

Traición inesperada,
parecías un guerrero
de indomable valentía
pero al falso golpe
de tu lanza
al polvo rodaste
detrás de mi camino.

Fuiste para mí,
 en un primer momento
un bizarro caballero
pero atacaste de frente,
a la perfidia a la traición.

¿Dónde,
dónde se han escondido,
 en que lugares secretísimos
la sinceridad,
la bondad,
 la solidaridad,
 la ayuda mutua,
 el frescor de las almas?

Busco
y vuelvo a buscar
y sólo se asoman
entre ramas oscuras
las mentiras,
las falsedades,
los malos
que acosan
a los seres buenos.

Traición inesperada,
lentamente
me sumerge en la nostalgia
de tu ausencia,
me ahogo en tu silencio,
 respiro esa presencia
 esquiva
que me niegan
tus manos
y tus ojos.

Extraño tus palabras,
tus canciones
y veo en el recuerdo
 tu imagen juguetona
 recorriendo mis cabellos
con tus dedos
 y haciéndome promesas
 vanas de ilusiones
que no ocurrirán nunca.

Traición inesperada,
 traición al fin,
desapareciste
ocultándote en la nada,
ya no eres nadie,
ya no eres nada.

El verso ahora
me hace resurgir
de las heridas
que tú causaste
 y mis pensamientos puros
afloran y bullen
como hirvientes imágenes
con esperanzas nuevas
y continúo
luchando en este mundo frío
que tú dejaste.

Renazco del orbe
donde me sumergió
la nostalgia de tu ausencia,
respiro en un nuevo aire
perfumado
seduciéndome en un arco iris
de sueños ocultos,
renovados,
donde hay mil caminos
para recorrer con pasos firmes
y agigantados,
sacudiéndome
con el aliento de su brisa azul
 y ágil,
naciendo amaneceres
con canto de besos
en brazos,
danzando un ritmo anhelado,
sin culpas ni desasosiegos,
sin rutinas,
sin miedo a amar
y ser amada.

Donde habitan los sueños


Donde habitan los sueños,
en lugares recónditos,
en praderas florecidas,
en mares embravecidos,
en cuevas hondas,
en follaje verde y tupido,
los busco.

Donde habitan los sueños,
los de amor,
se sienten en el corazón arrebolado
y trémulo de dos
almas que se aman.

En esta vida,
los sueños nos columpian
en dulces momentos
que nos estremecen al recordarlos
como en la punta de un ramo
cuando el peso de la gota
hace inclinarse a la hoja
ya acaso rendida.

Donde habitan los sueños,
en un puro silencio,
se transforma en un escenario
del drama del vivir.

Son una pausa
entre la vida y la muerte,
sin aliento nos lleva a la mañana
entre sueños y nada se mueve,
se crean en torno nuestro,
ondas de calma.

Donde habitan los sueños,
recorriendo senderos
y esteros buscándolos en estrellas,
las que iluminan nuestras vidas,
bajo una luna que atestigua nuestro amor.

Donde habitan los sueños,
las hadas y los gnomos
van tras ellos,
perdiéndose en noches eternas,
caminando sobre el mar
o sobre el tupido verde del prado,
dejándose llevar por el aire
que dispersa el amor
que nuestras almas sienten.

Donde habitan los sueños
se siente el ruego de amar
que delira en murmullos
junto con tu nombre y el mío,
esos sueños perdidos
entre ráfagas de besos y miradas profundas,
como el inmenso océano
donde viven escondidos
y unidos los paradisíacos recuerdos
de nuestro amor.

Donde habitan los sueños,
allá en los límites del tiempo,
donde las puertas
a nuestros corazones
se abren en un sinfín de sentir,
maravillando al amor verdadero.

Quisiera más que nada,
más que buscar nuestros sueños,
ni hondos signos por celestes
mundos supremos,
ir tras ellos,
donde habitan,
para sentirlos latir
y vibrar con ellos
entre luceros remotos.

Mágico embrujo


Mágico embrujo se despertó
en la intimidad junto a ti,
misterio en tu cuerpo,
seducción que me lleva a volar
a cielos infinitos.

Vigilia de besos,
abrazos, palabras,
deseos, delirios,
ensueños…

Mágico embrujo,
aquieta la noche a orillas del mar,
entre tu mirada y la mía
llenas de deseo
juntos a la luz de la luna
donde se refleja en el mar
y danza la divina magia.

Entre música de violines
y tenues luces de velas,
divaga mi mente
imaginando toda tu piel.

Desnuda mi alma
en un mágico embrujo,
abrázame y sentirás mi corazón latir
y tendrás de mí el gran amor.

Mágico embrujo,
no me olvides,
que mi recuerdo no se pierda
en el ocaso junto al sol,
haz que mi corazón suene
como un cascabel,
remóntame siempre
y llévame contigo por aire,
por tierra,
entre sueños y anhelos.

En el dulce embrujo de tus ojos,
danza mi alma enamorada
y si me sonríes me apasiono
ansiosa por dejarme acunar
por tus palabras.

Y te veo,
mi poeta-navegante
que por un mágico embrujo
recorres los mares de mis horas,
capaz de romper cualquier escollo
que quiera apartarme de mi sombra.

Me entrego a la magia de tu vida,
que dibuja en mi piel,
caricias que antes no tenía,
segura que al beber de la miel
de tus secretos,
renaceré como tierno bambú
en agua quieta.

Tan convencida estoy
de tu gran transparencia
en la que vivo de la luz,
la lluvia, el cielo,
son formas en que te escondes
para aparecer en un mágico embrujo,
al encenderse las estrellas
casi en silencio.

¡Aquí estoy,
a tu lado siempre!
Mágico embrujo,
olvido de yo en tú,
recuerdo de tú en mí.

Sólo los dos,
universo infinito de amor y placer,
seré viento que ágil disperse
tus doradas palabras.
Seré vida en tu noche
y luz en tu silencio,
seré todo yo en ti,
fuente de juventud eterna
que perpetúe tu risa en mis labios,
tú y yo
en el embrujo inmortal de la mirada
y te seguiré diciendo
con mágicas palabras,
susurrando o en silencio un
¡te quiero!.

Mágico embrujo del amor
que nos lleva en blanca espuma
del gran querer callado,
mar total flotando
en el paraíso que anhelamos ser.