Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


lunes, 2 de enero de 2017

Llueven mis ojos


Amor sin dueño



Amor sin dueño,
quiero que mi alma se eleve hacia lo alto
entre suspiros entrecortados y anhelos de amar
con total intensidad haciendo palpitar el corazón
con ritmos placenteros
y sin ansias ni afanes,
sin que un ser me esconda entre sus brazos
y no pueda sin límites amar hasta el infinito.

Necesito que mis armoniosas
y pequeñas risas y lloros en flor
se congreguen al son de las alas
de mis sueños.
Mis frases,
mis estrofas de amor,
son nubes que flotan
y para ello hay que tener luz de estrella
para iluminar mi vida
en silencio plácido y sin fin.

Amor sin dueño,
quiero ir por veredas
de la tarde perdida y sola,
sin sentir el cercado de ramas
que quieran encerrarme
con trabas ni cerrojos.
No quiero que nadie pase por mi mente
como un aire domado con ramas verdes
que cercan mi sosiego.

Amor sin dueño,
no se atreva ningún ser a entrar
en el plato sonoro de mi silencio
queriendo quemar
la llama hirsuta de mi frente
como un ave de marfil en primer vuelo.
No quiero ser un pentagrama vacío,
me quiero llena de notas
que palpiten en mi alma
encontrando los versos,
las prosas,
que abren las alas y vuelan
levantando un remolino de cadencias
que como ecos lejanos llegan
a horizontes cercanos.

No deseo que mi corazón de poeta
sea un rojo sol prisionero,
quiero sentirme libre para amar
con todo mi espíritu por doquier,
aquí, más allá, lejos,
en infinitos espacios.
Necesito cruzar el éter
dormitando en el silencio blanco
de la luna llena
o como en potros de llamas
cabalgar en los cometas.

Hundirme libre en el mar
o bajar libre al abismo
donde la luz no penetra
y donde millones de ojos me sorprenden
y contemplan,
son los diamantes
que el gnomo amontonó
en sus cavernas.

Amor sin dueño,
vuela, corre, descansa,
se lo coge a puñados como al mar
y cae sobre las almas que me rodean
en un sueño eterno sin despertar ya más.

Suelto, escapado va,
sin que se sepa dónde,
sí pisando los cielos que miramos
o bajo el techo que es la tierra nuestra,
inasequible, incierto,
eterno jugando a existir siempre
y a su paso en las altas madrugadas
unas alas invisibles lo golpean,
lo llaman, lo necesitan,
es el amo seguro que se cierne
volando a ras de tierra
para todos en un enamoramiento total de la vida.



Sedúceme


Sedúceme
Sedúceme, conquístame con tu voz
profunda y única
y tus palabras colmadas de amor
que llegan a lo profundo de mi alma
dominando mi razón
y rasgando mi piel.
Aún en tus silencios tu voz
me acaricia, me subyuga,
me estremece en un letargo impreciso
que el tiempo desgrana.
Sedúceme, sin siquiera tocarme,
haz que mi deseo tiemble entre delirios, ilusiones, incertidumbres.

Necesito vivir en un rincón de tu presente y
que mi imagen la guardes
atiborrada de recuerdos.
Sedúceme tan sólo con tu voz en un aire
silencioso que como bálsamo errabundo
me busca en la oscura lejanía.
Te siento pero no te tengo,
mi cuerpo mudo de cariño
necesito ser pasión en polvo de cenizas
para que me armes con tus besos redentores.
Sedúceme, tendrás que hacerme hoy y fuego,
vivir presente en mis formas afiebradas.

Necesito reír contigo,
escuchar con tu voz de horizonte
tibias de palpitación tus palabras de amor.
Enséñale a mi boca a que te busque
en la intimidad del silencio,
en la compañía del pensamiento.
Sedúceme
poco a poco, despierta todo lo que en ti provoco
que me hace pensar
que necesito tu risa y alegría cada vez que me llamas.
Estás lejos, lo sé,
pero te siento tan cerca

que me llega tu sabor
a gloria de tu alma
y tus coqueteos me hacen
estremecer de placer.
Sedúceme con tacto como si fuera
seduciendo al viento o
como deshojando una rosa
y dime como enredarías tus dedos
entre mis cabellos, hoy los he peinado con perfume de sándalo.
Dime lo que quieres con mezcla de ternura
y de ansias locas que penetren
en mi alma que te está esperando.

Sedúceme como distraído,
respira profundo, acércate a mí
con tu voz serena, con tus palabras
que como caricias
hacen vibrar
mi cuerpo y sentir ese
tu aroma de flor de azahar sobre mi cara.
Quiero sentir cerca tu aliento
cálido y dulce,
que no se apague la débil flama de
este amor febril recién iniciado.

Sedúceme con tu encanto,
átame con tus deseos desde tan lejos,
confiésame tus anhelos y
déjame vivir en tus sueños.
Te nombraré en mis suspiros,
te dibujaré en el pensamiento, te querré con los
sentidos y te entregaré mis sentimientos.
Sedúceme hasta en mis sueños, que tus dulces
palabras de amor repiquen como ecos en mi alma
que te espera ansiosa con deseos de
compartir contigo todos esos distantes
de estar juntos con gozo y placer.

Mar de lágrimas


Mar de lágrimas,
inunda mi rostro frío
colmado de sal,
tristeza infinita
que se arraiga en mi alma
porque tú no estás a mi lado.
¿Cuál es la razón de llorarte tanto, amor?
La desazón de mi espíritu
me lleva a llorar
a orillas del mar
en noches serenas y cálidas.

Y lloré un río de lágrimas
hasta quedar exhausta
y sin sollozos.
Mis heridas y dolor
se han ido ya
con las lágrimas,
me siento vacía
esperando el mañana
que me traerá un nuevo amor
verdadero,
pleno de cariño
y ternura.

Mar de lágrimas,
en mi corazón todo lo que existe,
ahora,
es sólo el dolor del duelo
basado en la nostalgia
de un amor pasado
como humo en el viento
por el amor perdido.

Mar de lágrimas
que como gotas de sangre
migran a mi corazón
fluyendo
a través de la ventana del alma
con mis rotas emociones.
Son sollozos de un sueño
de un amor perdido
y que nunca pude encontrar
en una búsqueda eterna de ti,
mi amado,
mi pasión única.
Mar de lágrimas,
mensajes silenciosos de esta vida,
columpiándose en un dulce retraso
de un morir que no perdona.

El destino se estremece
en la punta de una rama
cuando al pesar de la gota
hace inclinarse a la hoja
ya casi rendida.

Mar de lágrimas
en un puro silencio
se deslizan suavemente
con su gran menuda carga,
de tanto y tanto cristal celeste,
de gotitas de dolor
y aflicción.
Mas no me doblego,
no me rindo,
me yergo
y me alzo entre luces de diamantes,
en volandas me voy
en búsqueda del amor soñado.

Morir, vivir,
equilibrio estremecido,
son pausas entre vida y muerte
creando en mi entorno
ondas de paz.
Tantas lágrimas perdidas,
tantas huellas en mi piel,
ya no rompes mi silencio,
nada es igual que ayer.

Mar de lágrimas
no puedo permitir
que el mundo gire
en el recuerdo,
puedo desafiar la oscuridad
y vivir entregando mi corazón roto
a quien no cree en el amor.

Volveré a pensar en el sueño
que por ti abandoné,
en un renovar de alegrías
y gozos
mi vida se tornará feliz
y placentera
entre soplos de aires cálidos
en torno a ondas de calma.

Mar de lágrimas
entre brisas frescas,
el alma siente
que pasa por ella algo nuevo,
es el sendero a un nuevo cauce
con un gozo nunca sentido,
un verdor,
una alegría,
unas estrellas
y un río
que me lleva
a un nuevo mundo de amor.