Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 22 de diciembre de 2018

El desafío


Penas por tú pérdida


Penas por tú pérdida,
¿Por qué siguen lastimando,
las que ya sucedieron hace mucho tiempo?
¡afuera, afuera ya, lo soñado, flotante,
marchando sobre mí,
sin poderlo pisar porque no tiene sitio,
¡desesperadamente!
Para quedarme sola, inventaré,
selvas vírgenes,
con árboles de metal y azabache,
iré hacia ellas
y veré que de sus puntas cuelgan,
papeles apergaminados,
con mis poesías que creía perdidas,
eran para ti, no las leerás
y menos las cartas que te escribo.

Penas por tú pérdida,
cada mañana tu aliento de cigarra,
anuda mis ojos abiertos,
en la penumbra quieta.
Te fuiste, pero aún estás conmigo.
No estás. Y estas en mí como una lluvia,
de suavidades indefensas,
que braman por sacarme de la rutina muerta,
para arrastrar tu sed de verme en el silencio,
de tus miradas grises.
¿Por qué para poder tenerte en mí,
no debo tenerme para mí?
¿Será mi culpa?
¿Toda mía es la culpa de tu ausencia?
¿y tu miedo a amarme y ser amado?
yo soy tu amante.
Esa es mi culpa.
Penas por tú pérdida,
y una vida ¿ Es la vida un hábito de vida,
entretenido en una aventura corporal,
mientras las penas y el dolor entretejen mi destino?
Me fui a tu encuentro por el dolor.
Tú no venias por allí.
Me metí en lo más hondo por ver si,
al fin estabas.
Por la angustia desgarradora, hiriéndome,
tú no surgías nunca de la herida.
y nadie me hizo señas
un jardín o tus labios,
con árboles, con beso,
nadie me dijo,  por eso te perdí-
ya que tú ibas por las ultimas terrazas,
del recuerdo, del gozo, de lo cierto.
A ti solo se llega por ti,
te seguiré esperando.

Vientos de ira


Vientos de ira,
Turbulentos, huracanados, terribles,
que derrumban barreras, muros, arboles,
que nos separaban y nosotros elevados por el aire,
no nos veíamos más.
Se rompió nuestra relación,
que iba a hacer que las almas en un gran,
proyecto iban a ser una y una,
unidas por siempre.
Coronándonos el dolor, nos escoge,
nos declara capaces de crear,
tristeza, desolación, la nada.

Vientos de ira,
el mundo cansado de ver,
 que tú el amor de mi vida se iba lejos,
creo una gran ola gigante
que te aisló de todo más acá
y te llevo más allá,
para evitar que yo sufrirá,
sin el gran amor que nosotros labramos.
¿Oyes la ira desatada, el fervor envolviéndote?
Y yo inundada con gran pena en un mar,
de lágrimas saladas, te veo irte envuelto,
en cenizas de niebla y lluvia.

Vientos de ira,
¡Lástima de que nuestro amor acabara así!
Como se quedan las rocas indiferentes,
al agua que las rodea,
la luz se va a pagando, y yo huyo
y voy tras ella y me aclaro.
No quiero ser feliz en besos, en los labios,
sin cesar inventores de esplendidos engaños.
No quiero que mi alma sufra por todo esto.
Hay almas torpes como la tuya
y yo ahora me voy retirándome ya de mí,
hacia el azul cielo, al aire, al agua ,
sabias de la naturaleza y
Feliz me siento  que abran mi camino,
que cerrados estaban, lo que yo no acerté,
otros me lo acertaron , las aves, las flores, toda la naturaleza.

Vientos de ira,
Y en la oscura mirada de frondas exuberantes,
tú el inolvidable se va a apagando,
extendiéndose, como semilla en tierra seca.
antes me arrebatabas, llevándome al colmo,
de las ternuras del tacto, ahora no siento casi nada,
soy feliz  sin estar presa e tus brazos
y siento que la paz me inunda.
huyo, salgo de mí y la dulzura de mi misma,
me envuelve y en el gran aire vacío,
limpio, sé que lo nuestro fue un encuentro fugaz,
en las luces distantes, azares sin respuesta.
No, ni carnes estrechadas, ni alma juntas,
no más cuerpo, besos sutiles, sin color,
 vagando como sombras a mi alrededor.

Silencio en tus recuerdos


Silencio en tus recuerdos,
recuerdos de un tiempo,
en el que todo era como había sido,
pero en el que empezamos, casi sin saberlo,
al separarnos despacio, de a poco,
un completo silencio nos inundó.
Tiempo pasado y perdido de lo que en un punto fue y ha sido,
porque aunque se guarden las imágenes,
los archivos sonoros, es un tiempo que se fue,
es un tiempo ya muerto,
es un tiempo que sólo se puede aprender,
mediante un silencio, hueco, frio, gris.

Silencio en tus recuerdos,
te fuiste de mi lado por un apartado sendero,
lentamente, caminando y nunca supe si te fuiste de verdad,
O si estaba soñando
Y empecé en silencio total a escribir poesías,
para tener recuerdos de las cosas,
de las que vinieron y se fueron,
de las doloridas,
de las que me hicieron llorar
y aún de las hermosas.

Silencio en tus recuerdos,
la eternidad es inmensa,
sólo hay silencio, me invade el miedo
y me desespero al gritar sin que nadie escuche,
suplicar y sufrir es mi destino.
pero es mejor estar aquí amándote en silencio.

Silencio en tus recuerdos,
siempre amaré en silencio,
a este amor que dijo ¡adiós!
amarte así en silencio y sólo llevarte aquí en mi pecho.
amarte así frenéticamente y así en mi soledad serás mío.
Amar en silencio…
es permitirle a mi pensamiento,
cabalgar en haras del viento

recrearte en cada mañana gélida o tibia alborada,
en la que vislumbro tu figura.

Silencio en tus recuerdos,
a veces me digo “Pasó por aquí”,
pero tú no sales al exacto centro puro de ti mismo,
son los rumbos confundidos los que te voy buscando.
Con la risa o con las voces, ambos juntos,
descabalamos en silencio que no duele,
que no se siente, creemos que sigue entero.
Si por los días te busco o por los años,
no salgo de un tiempo virgen,
¿fue ese día?
¿fue ese año?
que fuimos felices  tú y yo,
pero no hay señal, porque no dejas huellas detrás de ti.

Silencio en tus recuerdos,
trataré con toda mi pasión de no recordarte más,
ni en silencio pronunciare tu nombre,
ni evocaré los momentos de gozo que juntos, muy juntos pasamos.
Estamos juntos ya siempre por la despedida, inseparables,
al borde mismo del abismo del silencio,
en despedida que ya no olvidaré.