Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


domingo, 12 de abril de 2015

Perdedor


Noche del adiós


Noche del adiós,
recuerdos dolorosos
de una noche a otra sombra,
llegando con cada paso
a ese otro lugar lejos de ti
al que te revolcaron todas las corrientes.

El viento me aspira lejos de ti,
me lleva al humo de la víspera del adiós
entre el aliento desvaído de la niebla,

Noche del adiós,
debo apresurarme
entre la oscilación y la caída,
debo atrapar la escarcha
que se disuelve en el jardín,
sometiéndome a un además tan rápido
que se asemeja a la quietud.

Noche del adiós,
último adiós,
no te veré más,
pliego mis alas para no verte,
para no resquebrajarme
y perder mi motivo de vida
en el polvo de mi nuevo camino.

Noche del adiós,
todo es posible
cuando nuestro entorno se desborda
y rehace un recuento la memoria.

Imprevistas alquimias,
Abrazos con el aire,
Peldaños que chirrían,
Cajones y puertas clausurados,
Carruajes en marcha.

Noche del adiós,
ya no sé quién soy
y a dónde me dirijo,
viaje a tumbos
en tu tablón precario
justo en el filo del marejada.

Tú te llevaste oculta
tu credencial de amor
en la noche cerrada,
no sé qué era,
sortija, perla, grano de sal, escapulario,
pero se fue contigo.

Y vas descubriendo
una parábola de brasas
a medida que te alejas.

Noche del adiós,
sólo recuerdo con ansias
tu cabeza reposada
de pronto junto a mí
entre los matorrales de la sombra.

Sigue esperándote la húmeda llanura
para tus pies desnudos y furtivos,
la aspereza del cardo,
la recordada escarcha del amanecer.

Te seguiré amando
hasta el fin de mis días,
recordaré tus besos cálidos y suaves,
tus manos acariciando toda mi piel,
tus besos recorriendo mi cuerpo.

Noche del adiós,
miraré mis manos siempre
para sentir que llegas otra vez
a buscarme.

Déjame en aire tu sonrisa
y  tal vez, cubras con tu piel,
noche tras noche,
la desbordada noche del adiós.

Realidad de un sueño


Realidad de un sueño,
 esperado, añorado,
esperanzado,
soy feliz,
mi piel y mi alma
 inundados de poesía de amor,
comprensión,
amparo.

El mundo gira y se mueve despacito,
poco a poco  y los que amamos la vida
a través de la poesía nos encontramos al fin.

Realidad de un sueño,
 el amor me rozó
con esperanza envolviéndome entre poemas,
 cuentos,
 prosas y sin darme casi cuenta
estaba sumergida en la poesía del mundo
en la isla del verso.

Vivir amando,
enamorada de la vida,
con fe en el ser humano
 hace soñar que el mundo cambia,
poco a poco,
reinando la paz,
la solidaridad,
 la unión de almas entre capullos de amor.

Mi corazón late
con ritmos sonoros de alegría incontable
 y como el viento que agita
 la fronda de hojas de mi otoño,
siento surgir sangre nueva,
renovada en mi cuerpo marchito
de tanto andar buscando
ese amor que espero con ansias
y deseos locos de encontrarlo
 y entregarle mi alma,
 toda yo,
en un acto sublime
 y largamente esperado.

Realidad de un sueño,
mi sendero colmado de sombras de abedules,
nogales, robles,
 hayas, flamboyanes,
me conduce a la verdad absoluta y total
de que sin amor la vida pierde su sentido,
 debo entregarme a él,
a mi esperado amado amante entre prosas,
frases,
palabras que vuelan
como las aves entre el cielo y la tierra.

Realidad de un sueño,
olvidé las heridas punzantes,
 los dolores agobiantes,
las ofensas sin sentido,
 no existen más,
desaparecieron en el ayer de los ayeres
 y en este Hoy
 sólo el amor mueve todo mi ser y me subyuga,
me fascina, me aturde,
sé que llegará, está cerca,
escondido en un lugar recóndito y secreto
del cual vendrá hacia mí de pronto,
 sorpresivamente y en ese momento
 la felicidad me elevará
entre las nubes al horizonte sin fin.

Realidad de un sueño largamente esperado,
 anhelado tiernamente,
estar a tu lado y besarnos con pasión,
locura total,
 nuestros cuerpos y almas en un mundo
nuestro iluminado con luces iridiscentes
 que brillan en la oscura noche estrellada.

El mundo entero de polo a polo,
 está cambiando despacito
 por el amor de la poesía y del arte,
 almas con almas entrelazadas,
buscando la unidad
 para la salvación de la humanidad
antes de que desaparezca
 en el caos de la sin razón.

¡Vivir la vida,
es un viaje maravilloso,
enamorados de la poesía
 y del amor total!

Alma errante


Alma errante.
Volando en el horizonte
de la noche misteriosa y oscura,
acariciando el día luminoso,
va por los caminos solitarios,
va desasistida,
de puerta en puerta,
entrando por ventanas entreabiertas,
de ojo en ojos,
errabunda y frágil,
vagabunda,
profundizando abismos.

Alma errante.
Por inercia ella cruza lentamente,
sin ánimo el sendero,
con la esperanza de hallar un cuerpo que a ella la habite.
Cualquier oreo la conmueve,
cualquier paja a ella la irrita,
está hecha de retazos,
de cicatrices,
de heridas punzantes.
Alma que anhela anhelos
que invisible te deslizas deseando
 que otros te mojen de miradas tus pupilas solitarias.

Alma errante.
Perdida en el sueño,
 dormida vas por la vida,
 fantaseando en tus míseras miserias
 volando entre la neblina.
Barco naufragando siempre en mares
 que no la invitan por eso navegante
 y sola vas deshojando margaritas.

Alma errante.
Triste y meditabunda en el vaivén de las horas,
en la brisa que musita en el canto del silencio,
en la soledad del día.

Alma errante.
Buscas el círculo que incluye los lugares,
mares, estrellas,
cielos, árboles,
flores, puede ser pequeño,
grande  infinito según el alma que quieres habitarlo.

Alma errante.
En lo triste de la noche,
 entre la densa neblina,
 golpeada por la lluvia interminable,
 envuelta en el mar salado,
en lágrimas se destila.
Hasta que se vuelve un cauce,
un torbellino de brisa,
una nota en el vacío,
 un eco que no termina,
un silencio atormentado,
un pentagrama vacío.

Alma errante.
Anda entristecida con la esperanza
 de darle reposo a su travesía.
Un alma que anda buscando en otra alma hallar vida.
Escala las altas montañas,
espera a que otras miradas surjan para verla de cerca
y descubran qué oculta su interior que sólo es amor y luz.

Alma errante.
Desgarrante e infeliz,
ten paciencia,
clama por la paz y la felicidad
y alguien con ligereza encontrará tu mensaje en el bosque,
en el cielo,
en el este por donde sale el sol
y con delicadeza te cubrirá en tu tierra herida
 a fin de que puedas renacer de prisa
 y encontrar por fin lo que tanto tiempo necesitaste para ser feliz.

Alma errante.
Distante,
ya casi la última,
sal de tu gran mundo a oscuras y trémula
y vacilante ve en un gran vuelo irreal en búsqueda de la verdad,
labra tu vida,
camina deslizándote para renovarte y vivir de vuelta a ti,
aumentada en tus dones sin fin.
Cierra las preguntas,
 húndete en tu querer,
llenándolo de síes,
 de gozos,
de algarabías y no vueles por el aire
 como las mariposas o las nubes flotantes,
busca donde te espera el amor total de otra alma errante.