Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 3 de mayo de 2013

El Solitario


Después de ti, todo


Después de ti, todo, eres mi rincón de sueños y de anhelos, eres mi remanso en las tempestades y estás en mi pedazo de cielo, eres mi aliento, eres mi verdad…
Contigo ya no tengo miedo ni temor a la realidad.
Después de ti, todo, mi amor está contigo en todo momento y en todo lugar, eres mi razón de ser, no navego más entre la bruma de la soledad ni entre las nubes del olvido.
Tú eres mi todo, eres cada estrella que titila en la noche oscura, eres ese rayo de luz que entra por mi ventana, eres mi respiración, eres mi ángel, eres tú mi todo.
Después de ti, todo, nos rodea el aire como una llama azul y como en el campo una esmeralda ardiente en la que ondula el vago tul de una humareda transparente.
Tú, mi todo, secas las fuentes del llanto e inundas las fuentes de mis deseos, te presiento antes de tu llegada, percibo el aroma de tu cuerpo fuerte, vigoroso, viril.
Después de ti, todo, franqueaste las puertas de mis expectativas, lograste que tocara el cielo con las manos sintiéndome plena en cuerpo y espíritu.
Eres mi todo, con sólo mirarnos nos escuchamos sin hablar, el silencio nos rodea y nos une.
En un minuto sólo el pacto se siente total, nuestra dicha se desliza por nuevos caminos, así se calma la furia de la pasión, en un instante.
¿Por qué eres mi todo? Porque en una larga noche con luna que no censura nos permitió fulgurar en el centro del Universo.
Tu voz se acerca y con ella tu esencia del amor, la percibo, tus rasgos, tus manos finas, tus besos cálidos: eres mi todo.
Después de ti, todo, no puedo olvidarte en ningún amanecer, te necesito cerca de mí, no hay soledad, ya es todo compañía y en tus brazos dejaré el cimiento de mi plasmada memoria, despertando con el trinar de los pájaros y el perfume de las caléndulas
Necesito encontrar en la inmensidad, en el silencio de mis versos tus sentimientos que me inspiran y envuelven mi vida entera.
El todo es nuestro, explosión de placer y gozo, imposible escapar  a tanta dicha.
¡Eres mi todo! 

Ansiado encuentro


Ansiado encuentro, esperado desde siempre, gozando mis anhelos en la espera con cantos en la lira y en el alma vuelos.
¡Oh ansiado encuentro! ¡Mi fragante edén! ¿Qué bien a tu bien se puede igualar?
Ansiado encuentro, en la amable brisa que besa mi frente oigo muy cerca tu sonrisa fugaz y clemente y pensando en ti tu donaire llena mi corazón.
Ansío verte, estar entre tus brazos, todo en ti es calma, suavidad, como la luz del rocío, el azul del cielo, el cantar del ave.
Ansiado encuentro porque no hay duda ya de que nosotros somos los dos llamados, posesión lenta, al fin, del paraíso.
Pero aún queriéndote encontrar el miedo me inunda, temblor en mi cuerpo, estremecimiento me recorren poco a poco y quedo inmóvil y quieta porque la felicidad se acerca, está ya cerca, me busca en su gran marcha subceleste, hollando nubes, cruzando espacios.
Ansiado encuentro, antes remotísimo, se acerca aceleradamente a una velocidad de luz de estrella y tarda todavía en llegar porque procede de más allá de las constelaciones.
Ansiado encuentro, clamo ser tuya y ya lo soy antes de tu llegada y con los ojos bien abiertos pienso, adivino, por cual lugar llegarás, tú, mi dicha.
No quiero el hueco de tu ausencia y me estremezco en un gran temblor de víspera y de alba porque vienes hacia mí y ya comienzas a desatar sin prisa mis quebrantos y mis desasosiegos.
Ansiado encuentro, contigo desaparecerán mis amarillentas pesadillas, mi cansancio, mi desencanto, mi llanto, mi tristeza.
Y en el aire, contigo iré, acompañaré a tu lado al viento en su caminar siguiendo tus pasos, escuchando tu voz a mis ansias de amarte bajo un cielo, cenizo que como testigo alumbrará nuestros cánticos de amor.
Ansiado encuentro de amor, dos almas fundidas entre caricias leves en lugares secretos donde todo es nuestro, íntimo, sólo de los dos.
¡Oh gloria de nuestro hallazgo! ¡Juntos en oleaje de pájaros al vuelo!
Desnudando los ríos a nuestro paso, movemos las selvas inefables, deshacemos el otoño de sus plumas, cubrimos con nuestro calor, inviernos cándidos.
Contigo a mi lado voy al río en busca de mi sombra, dejo mi soledad de luna fría y recojo mis ojos abandonados en la orilla del río de la vida.
Ansiado encuentro, aquí estoy, estoy esperando, expectante, asustada, dormida en mi ser desde épocas lejanas pero de pie, vacante, suelta, tensas mis fuerzas vírgenes para ti, mi amado.

Susurros

 Susurros, leves, misteriosos, acariciantes, que llegan a lo profundo de mi alma.
¿Qué trasmiten? ¿Por qué aparecieron en mi vida?
Me inspiran ansias de que estén siempre cerca aunque en mi mundo interior llegan palabras sin sentido, sí con sentimientos de amor.
Susurros, apenas audibles, sus colores brillantes iluminan mi mente, los necesito, son parte de mí, me estremecen, me acarician por dentro, me hacen cosquillas y mi corazón late más aprisa.
Murmullos sinceros que inspiran instantes de felicidad, puros y mágicos, no existe el tiempo ni la distancia.
Susurros que como bocanadas de aire diáfano penetran en mi cuerpo, se traslucen en mi piel, en mi sonrisa espontánea y única.
Son como gota a gota que caen bajo un sol radiante iluminando ampliamente y con rítmicos latidos mi corazón de agua y miel.
Musitas a mi oído como si estuvieras escondido detrás de mí, entre sombras claras y crepúsculos ardientes. Susurros encantados como temblores de alas que me buscan y se posan despacio, muy  despacio en mi espíritu.
Y entre esos balbuceos de siempre, en tiempos sorpresivos, constantes, lentos, a veces dadores de armonía, a veces  dispensadores de amores pero nunca los mismos. Me hacen estremecer entre músicas de  cascabeles y cristales como pájaros colgados, con olores inefables, frutales, a uvas cortadas o a café recién molido.
Susurros inquietos, a veces suaves, a veces calmos pero siempre con un mensaje de amor, como una caricia que me lleva a esperarlos con ansias de besos, ternuras.
Rumorean cerca de mí, me llegan como de lejos, como viento entre tallos de mimbre o entre nenúfares flotando en el agua, me cercan, me rodean, bordan en mi interior cuartetas que sólo yo podré escuchar.
Susurros dulces, ¡no se detengan! cual extrañas partituras contrapuntean en mi alma deseos inconfesables, íntimos, muy íntimos y río de felicidad cuando oigo su mágica brisa en las madrugadas albas de mis despertares ansiosos de tenerlos cerca de mí.
Son los susurros de amor que me inspiran a volcar en mi poesía todo lo que siento siempre, desde lejos, siempre desde cerca.
Líricas de respiración como notas azules en mi corazón, melodías que resbalan en mi sangre como visiones de ti que se posan en una mirada fija en la vida de dos muy nuestra.