Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 20 de mayo de 2017

Herida en el alma


Perspicacia


Perspicacia palabra sutil,
misteriosa,
necesaria y fundamental
para sobrevivir en este mundo competitivo
y muchas veces con dolores
y sufrimientos.

Mi existir transcurre
en la senda del amor a la vida
y por ello mi alma lúcida e instintiva
sortea todo los obstáculos que me rodean
para vivir en paz
y con todo el amor que me embarga.

Entre penetrantes pensamientos
y fortuitas clarividentes ideas ,
voy buscando con clamores y anhelos
lo único lo veraz lo verdadero
y poco a poco la paz inunda mi corazón
en lo hondo de mi sangre.

Yo detenida en el grave concierto del otoño
escuchaba cómo los violines agitaban
un mar de amapolas en el verde follaje
y te vi llegar astutamente despacio
pleno de sentimientos,
de añoranzas vividas e ingenioso,
con dulzura disipaste
para siempre las neblinas que envolvían
tristemente los muros de mi dormida alma.

Tú el perspicaz ,
el intuitivo,
el inteligente,
con bravura y valentía
hiciste que la luz inundara el polvo
en que me había perdido
por las nubes custodiadas.

Hoy frente al mar embravecido bailé,
mis brazos se movieron con ramos de agua
y de mi cuerpo brotaban
melodías sólo por mí escuchadas.

Perspicaz ,
ser sensible,
¡ acércate!,
¡ dame de beber de tu sabiduría!.

Aprieto los puños
para que ya no te escapes en el aire
y en los sones en que el amor salta
y vuela por el aire.

Y con mis senos levantados,
mis elásticas caderas bailan frente al mar,
llamándote y hacia el horizonte
vislumbro tus formas ondulantes
con perfume de árboles
de otros lugares lejanos del mundo.

Ser perspicaz ,
necesito toda mi intuición
para no equivocarme y darme toda a ti
el que espero desde siempre
o desde nunca
y mi rostro se torna feliz,
mis brazos libres
y todo cuanto tengo,
trigo,
flores,
cielo ancho es para ti.

Tú el perspicaz ,
inteligente y pícaro
no juegues con los sentimientos,
yo buscaré al hallarte
entre el misterio de las sedas de algas,
al ser único que no puedo alcanzar
porque se está yendo a las fronteras lejanas
y yo como corcel y gaviota ,
corro y vuelo en la pradera,
sin medida de las verdes aguas
buscándote por doquier
con afán y ruego
con todo el amor de mi pecho,
todo el cielo en mi alma.

Mi vida eres tú





Mi vida eres tú
(porque a tu lado,
río, canto y sueño)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(contigo aprendí que mi felicidad
está a tu lado)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(cada dia quiero más de ti)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(transición de tu mente en la mía,
en cuerpo y alma)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(deslumbras mis cielos
y mis crepúsculos)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(eres mi barco de rumbos dulces)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(eres la flecha quemante
clavada en mi alma)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(eres el lucero
que guía mis pasos)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(apuras en mí la breve llama
la inmensidad del tiempo)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(ahuyentas el miedo de mis ojos
como palomas del suelo)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(sostienes gozosamente
sobre los lotos del olvido
mis ayeres de dolor)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(mi rosa en el rosal,
mi tibieza en el viento,
se comparan con el estar a tu lado)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(con corona de jilguero
sonreímos al amor
guiándonos en la barca de los cuentos)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(en la tarde de pausadas
lluvias juntos,
muy juntos,
nos amamos)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(en los bosques floridos del sueño,
contigo quiero siempre estar)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(bajo la esmeralda
temblorosa de los parrales
nos amamos con pasión)
Soy feliz

Mi vida eres tú
(amor total hay entre tú y yo,
abrazada a tí,
vuelo)
Soy feliz

¡Qué cosecha de flores y frutos
de tu regazo dejaste caer
por mis senderos,
para que mi amor fluyera
a las cumbres rojas del lucero!




La espera

 

La espera,
con infinita calma y paciencia,
expectante,
te busco como a una flor,
no lejos de la noche,
mi cuerpo mudo se abre
a la delicada urgencia del rocío.

Hay en la espera, un rumor a lila,
rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol
con pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
 una tribu de palabras mutiladas,
 busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
 los funestos, los dueños del silencio.

La espera,
en ella he dado el salto de mí al alba,
 he dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.
Soy la silenciosa en el desierto,
la viajera con el vaso vacío,
 la sombra de mi sombra.

Sin desesperación ni ahogos,
sólo con penas profundas,
 te espero tan sólo por un minuto
de vida breve, único,
de ojos abiertos
que te ama en su mirar,
danzando de alegría entre flores pequeñas
como palabras sentidas y dulces.

La espera,
desnuda en el paraíso de mi memoria,
sin conocer el destino de mis visiones,
 tengo miedo de no saber nombrar
 lo que no existe.

Salto de estrella a estrella,
de sombra en sombra,
muero de muerte lejana,
la que ama al viento.

La espera,
 mi memoria iluminada
es como una galería
donde vaga la sombra de lo que espero.
No es verdad que vendrá.
No es verdad que no vendrá.

La espera,
 no quiero ir tras tu búsqueda
como sonámbula y transparente
en nuestro nido de hilos que tú dejaste
y ahora rígido sólo me danzo
y me lloro
con tus recuerdos
doblemente sufrida
en la memoria de aquí y de allá.
Y en la noche un espejo de cenizas
 como una visión lejana
refleja tu amado rostro,
en mi corazón de medianoche.

La espera interminable,
pasa lenta, con pausas dolorosas
y en un canto arrepentido,
vigía detrás de mis poemas,
 me amordaza, me quiebra,
me inunda de llantos largos.
La noche que fue de los dos,
se dispersó con la niebla
y quiero mirar tu rostro una vez más
 hasta que se aleje de mí
 el miedo
como un pájaro al borde filoso de la noche.

Pero el silencio sin ti es cierto
y por ello mis palabras vuelan en el aire
porque estoy sola y escribo.
No, no estoy sola,
hay alguien junto a mí que tiembla.
Delicia de perderse en la imagen presentida,
voy en busca de quien soy,
peregrina de mí,
 voy hacia la que duerme
en un país al viento.