Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 13 de agosto de 2012

Desde el fondo de mi alma



Desde el fondo de mi alma escribo para ti, mi amado amante, siento fluir mis versos, mis frases, mis estrofas al pensar en ti, es un canto que perfuma y ese perfume canta todo el amor de mis sueños. Cada estrofa es una nube y para flotar en ella hay que tener luz de estrellas y corazón de querube.
Desde el fondo de mi alma tu sensualidad que me llega sin tocarme me despierta como gotas de rocío al amanecer.
La inspiración más pura, fluye para escribir ideas, frases, palabras, dando vuelo a mi todo.
Algunas estrofas que aparecen en esas hojas en blanco hacen que mi corazón se asombre, las quiero por audaces porque sé que en mis anhelos hay horizontes para los mundos y los cielos.
Desde el fondo de mi alma surgen los versos fugaces, cubiertos de diseños en las puntas de las olas alumbrando mis intentos entre curvas, más curvas, se inician dibujando mis anhelantes ideas. Desde el fondo de mi alma, los monosílabos van diciendo en la arena sin huella, más, más, más, más y el propósito se dibuja en prosas poéticas.
Los deseos de hacerte llegar mis versos convocan desde las honduras, descienden del firmamento, luces, sombras, brisas, vientos, cristales que son espumas surtidoras de amores y de palabras.
Como fugitivas centellas rebotando en sus reflejos, van cayendo de a poco en hojas sin estrenar, hojas de la orilla que se acercan con el seno de las olas, tiernas, llegan tibias al papel al gran taller del gozo, feliz, de hacértelos llegar a ti, mi amado amante.
Desde el fondo de mi alma, tan blanco como la espuma trabaja mi pensamiento, bosquejando entre haces de luces, entre resplandecientes afanes, los versos de amor que velando están en puro juego en un ardoroso buscar la plenitud del acierto.
Desde el fondo de mi alma, te busco a ti, mi inspiración. ¿Dónde vives, solitaria misteriosa?
Por hallarte mi alma no reposa, vuela y vuela bajo el cielo y sobre el mar.
Y tan solo como un sueño que se esfuma ve un revuelo de tu clámide en la espuma, ve en los astros tu dulcísimo mirar.
Pálidamente y en secreto los versos responden y aparecen desde lejanías o de frondas donde se habían guarecido y en las estrofas van los sones brotando como pasos de visiones que conmigo los estuvieron buscando.

Juego de besos



Juego de besos, entre luces opacas y brillantes, rondan entre nosotros, danzando, buscando la piel que los espera anhelosa.
Nuestros labios se rozan, se tocan, palpitan, prendidos a veces a restos de silencios.
El mundo seducido por el canto del gran proyecto en el alma se nos ofrece, nos da rosas, brisas, cielos, mares, con esperanza de que tú y yo labremos el gran amor de nosotros.
Juego de besos, rápidos, leves, a veces sin ruido, a veces esquivos, otros profundos, sumergiéndonos en hondas caricias en un abismo de placer y gozo.
La dicha nos escoge, nos declara capaces de creaciones alegres y felices, nuestro proyecto de amor cantante, irresistible, da embriaguez al alma, no se labrará en los mármoles ni con pétalos o sueños, se hará carne en nuestra carne.
Juego de besos, nos zumban en nuestro mundo interior como zumban las colmenas en la estación de las flores al sol de oro de la siesta.
El silencio azul del goce nos inunda y como etéreas alas descendemos por diáfanas escalas a vivir a pleno este lenguaje de placer armonioso y sin fin.
Juego de besos, son mimos flotantes en el viento y en la hora de recogimiento como brasas se encienden entre arrumacos y abrazos cálidos que con lentitud el placer despiertan.
Juego de besos, sorpresas y descubrimientos de este amor nuevo, llegan despacio, sorteando lugares íntimos y secretos en los que no llegan las palabras, sólo las caricias, llevándonos a la sintonía de lo Divino.
Nutren nuestra sensibilidad y nos conduce por senderos claros y puros donde festejamos con júbilo este querer tan nuestro.
Juego de besos, nos entregamos, nos damos mutuamente calidez, empatía, ternura, comprensión.
Cuando clarea, nuestro amor inquieto se llena de gozos y los besos revolotean como las hojas amarillentas, doradas, del otoño cercano.
¡Vivimos amando! Como ama cada gota de lluvia en la tierra seca que aguarda el suspiro, en la danza incomparable de un ensueño que sueña despierto.
Juego de besos, como canto de pájaros, revolotean sin cesar al estar juntos, tú y yo, como toque divino suspendidos en el aire como un bálsamo que calma.
¿Oyes al amor que se nos está ofreciendo en flores, lluvias, aires cálidos y serenos?
Nos entregamos como dos seres unidos, viviendo abrazados entre nubes lejanas, sintiendo en las palmas de nuestras manos, en los labios, la cálida huella del beso entre nuestros sueños que nos empujan a la vida desde dichas cumplidas ayer a dichas futuras que nos llaman entre sueños trémulos, derrochando alegrías, agitando como trigales, grandes campos de esperanza.