Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 12 de noviembre de 2015

La lluvia y el desamor


Desdén


Desdén,
palabra no pronunciada
cuyo significado hace estremecer mi alma,
nunca lo sentí
en ningún momento de mi vida
hacia nadie,
pero en este instante
surgió en mi mente,
¿cuál es la razón?

Desdén,
es lo que conmueve las fibras
más íntimas de mi ser,
es el desaire que a veces por instantes
inunda nuestras almas
por el dolor que alguien nos provocó.

Si se acerca el desdén
muestro desprecio poniendo a prueba el ingenio
con sagaces aforismos
que me llegan subrayados
con significativas miradas de envidia,
celos, menosprecio,
a los que respondo
con total indiferencia
sin inquietarme un ápice,
sin juzgar actos y pensamientos malsanos,
me inunda una tolerancia objetiva
hacia su existencia
y por segundos me invade
un profundo desagrado.

Frío desdén,
mi rostro llevado del desprecio
y la diversión esboza
una expresión de ira y amargura
que dura tan sólo un instante
ya que vuelvo a ser yo,
la pura mujer poeta
que es totalmente ajena
al mundo material que me rodea.

Mantendré con aguas descendidas
por las fieles veredas de mi pecho
todo el amor que me inunda
cuando el cielo se afila
al conjuro de un sutil cosquilleo
de flautas que alejan
de mí sentimientos malvados.

La última estrella remisa
abandona su puesto de guardia
desde donde los ángeles
me protegen y cuidan
para que mi alma encendida y liviana
lleve su amor por doquier.

Desdén,
no estás en mí tratando
de sacarme de mi vida casta
para arrástrame con sed de verme
en el silencio del mundo
de las sombras miedosas,
delgadas, oscuras,
para que me interne en el inframundo
de lo desconocido.

No lo lograrás,
la luz brillante me envuelve
en el gran aire vacío de dudas,
dolores, penas y soledades,
entre azares sin respuestas.
¡Qué gran plenitud vivir en paz y armonía
desoyendo las palabras sin color,
tan vagas como las sombras!

Entre jazmines,
rosas, azucenas, alelíes,
están los nombres de los que no mienten
ni hacen daño ni te hieren,
mientras haya cantos en la oropéndola,
la vida es felicidad plena.
El futuro es distancia,
no deseo perderme en lo venidero,
quiero acercarme a mi presente
sin desdenes que me acosen
en las largas dulzuras del minuto
de tiempo al tiempo,
sin torpes atropellos,
entre quietudes y calmas,
el alma se enaltece
en búsqueda de la verdad.

Mi recuerdo eres tú


Mi recuerdo eres tú
(parece que flota…
es tan suave su ir y volver
bajo el fanal errante de la luna
confidente del bardo peregrino)

Mi última esperanza
(irradias en la sombra
todavía siguiendo un ideal
que no se alcanza,
merodeando en la sombra
la ilusión perdida que fue mi guía)

Mi recuerdo eres tú
(y hoy,
en este otoño que estoy viviendo
y que la vida empieza a declinar,
se encuentra mi corazón
solo y cansado,
sólo me hace feliz tu recuerdo
turbando el nocturno desasosiego)

Mi última esperanza
(tú, mi todo,
eres el que despiertas
con cada triste sonido,
lento toque de notas vagas
que el viento lleva
a flotar como doliente gemido
y de la noche en calma,
tú mi melancólico
me haces estremecer el alma
en vibraciones impredecibles)

Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza
que me llevó a la plácida nota larga,
tu voz me sigue acariciando
y como un suave reproche
se desgrana en la calma noche
las perlas de las delicias vividas a tu lado)

Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos?
Quiero flotar en el éter la aúrea nota
que nos unía en un bálsamo efluvio
de noche primaveral.
¡Ven a mí!)

Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces
vivimos tú y yo!
bajo cielos escarlatas
que se extendían inflamando mantos
sobre nuestros cuerpos)

Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total
en un viaje completo de la vida,
te quiero en su trayecto en bacanales,
algazaras, proezas musicales,
en una gesta al abordaje de la felicidad
y de la paz eterna)

Mi recuerdo eres tú
(por ti anduve en el mar,
altiva como una ola,
una ola desnuda y sola estallando
en cada cabriola y desgranándome
al recordarte en cada instante)

Mi última esperanza
(por ti,
un hondo estremecimiento
se aquerenció en mi interior
y destelló en derredor,
un símil del paraíso
al pensar en ti)

Mi recuerdo eres tú
(serás siempre
un horizonte plomizo en mi vida
quedando siempre
un goce en mi corazón
y en mis manos desoladas,
entristecidas, marcadas,
donde mi piel te recordará siempre)

De nada me arrepiento,
pues la verdad de un momento
se grita como absoluta
aunque al final de la ruta
otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre,
ardida en ardientes lumbres,
en un eterno recomenzar.

Mar de lágrimas


Mar de lágrimas,
inunda mi rostro frío
colmado de sal,
tristeza infinita
que se arraiga en mi alma
porque tú no estás a mi lado.
¿Cuál es la razón de llorarte tanto, amor?
La desazón de mi espíritu
me lleva a llorar
a orillas del mar
en noches serenas y cálidas.

Y lloré un río de lágrimas
hasta quedar exhausta
y sin sollozos.
Mis heridas y dolor
se han ido ya
con las lágrimas,
me siento vacía
esperando el mañana
que me traerá un nuevo amor
verdadero,
pleno de cariño
y ternura.

Mar de lágrimas,
en mi corazón todo lo que existe,
ahora,
es sólo el dolor del duelo
basado en la nostalgia
de un amor pasado
como humo en el viento
por el amor perdido.

Mar de lágrimas
que como gotas de sangre
migran a mi corazón
fluyendo
a través de la ventana del alma
con mis rotas emociones.
Son sollozos de un sueño
de un amor perdido
y que nunca pude encontrar
en una búsqueda eterna de ti,
mi amado,
mi pasión única.
Mar de lágrimas,
mensajes silenciosos de esta vida,
columpiándose en un dulce retraso
de un morir que no perdona.

El destino se estremece
en la punta de una rama
cuando al pesar de la gota
hace inclinarse a la hoja
ya casi rendida.

Mar de lágrimas
en un puro silencio
se deslizan suavemente
con su gran menuda carga,
de tanto y tanto cristal celeste,
de gotitas de dolor
y aflicción.
Mas no me doblego,
no me rindo,
me yergo
y me alzo entre luces de diamantes,
en volandas me voy
en búsqueda del amor soñado.

Morir, vivir,
equilibrio estremecido,
son pausas entre vida y muerte
creando en mi entorno
ondas de paz.
Tantas lágrimas perdidas,
tantas huellas en mi piel,
ya no rompes mi silencio,
nada es igual que ayer.

Mar de lágrimas
no puedo permitir
que el mundo gire
en el recuerdo,
puedo desafiar la oscuridad
y vivir entregando mi corazón roto
a quien no cree en el amor.

Volveré a pensar en el sueño
que por ti abandoné,
en un renovar de alegrías
y gozos
mi vida se tornará feliz
y placentera
entre soplos de aires cálidos
en torno a ondas de calma.

Mar de lágrimas
entre brisas frescas,
el alma siente
que pasa por ella algo nuevo,
es el sendero a un nuevo cauce
con un gozo nunca sentido,
un verdor,
una alegría,
unas estrellas
y un río
que me lleva
a un nuevo mundo de amor.