Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 1 de marzo de 2017

La noche venuciana


El néctar de tu amor


El néctar de tu amor,
lo necesito sentir para vivir intensamente
entre gozos y placeres la vida del Hoy.

Quiero despertar todos los días
con el calor de tu piel
y alimentarme de tus melodías,
junto a tus dulces labios de miel,
libando el néctar puro de tu amor
y beber tu fragancia en la aurora
de tus estallidos seductores de anhelos esperados.

Esa fragancia que me quita la sed
al intercambiar miradas los dos penetrados
y encarceladas en una red.
Tímidos, felices y encerrados
más aún con tu sonrisa seductora
me elevo con ímpetu al paraíso,
cada segundo, minuto y cada hora
con el néctar en el tiempo preciso.

Soy feliz en el aire,
dejándome en tus brazos
volar donde ellos vuelan
a sus rumbos, sin claves,
que mejoran mis pasos.

Me ciñes, me arrebatas,
sin sentir casi por que el aire
lleva al colmo las ternuras del tacto,
envolviéndome en tu amor
con el mayor arrebato.

El amor es el perfume y el néctar.
¿Como no sentir tu suave calor?
¿Como no respirar el mismo aire perfumado?
¿Como no besar tus labios con ardor?
¿Como no estar profundamente enamorada?,
al sentir tu aroma tal cual aroma de flor
y respirar tu aliento tal brisa de mar
que me embriaga y hechiza su calor,
al igual que una canción al cantar.

El néctar de tu amor,
hace que penetren mis ojos en los tuyos
y besar tus labios mientras palpitan.
Mis pupilas se mezclan entre las tuyas
hasta que las tuyas se lo permiten
para entonces abrirte cada mañana
la más hermosa ventana angelical.

El néctar de tu amor,
necesito tu cuerpo sobre mi lecho
y mi ser gime deshecho
rompiendo todas las dudas.
quisiera pintarte con caricias
el paraíso de tu ser
haciendo poemas con mis besos en tu piel
desde el ocaso del sol hasta el amanecer
el tiempo contigo es eterno.

Mi viento eres tú


Mi viento eres tú,
el que me hace temblar,
estremecer entre tus brazos.

Me llevas flotando a la orilla del nacer,
al lecho virginal y pleno de candor.

Y lo que ha sido ya,
los años,
las memorias llamadas nuestra vida,
tú, mi viento,
las alzas y las llevas
en vuelos ingrávidos
a lugares remotos como sombras,
dudas de existencia.

Mi viento eres tú,
tú me meces con amor,
me acunas y ante mi sorpresa
no me sueltas y suavemente me izas
entre brisas inocentes
como en un mar inmenso.

Mi viento eres tú,
me llevas a lugares lejanos,
tembloroso de que la vida nos separe,
retrasando desesperadamente
con abrazos apretados
la caída al borde del existir.

Mi viento eres tú,
el hacedor del milagro
de buscarme entre alharacas y estrépitos,
hurgando entre los bosques tupidos,
entre los campos florecidos,
entre las lianas de las selvas tupidas.

Me encuentras y esa noche,
gran madre de nosotros
vamos hacia el nacer del amor.

Mi viento eres tú,
me envuelves,
me haces ir contigo
por encima del cielo y del suelo,
buscando el lugar exacto
en el fondo escondido del horizonte,
en esa grieta exacta
donde sólo los dos,
alma contra alma nos amaremos
con pasión desbordante
que hará temblar al mundo
como estrellas puras y rutilantes.

Mi viento eres tú,
escóndeme,
cubre mi vida con tu amor,
desbordante de huracanes de besos,
ciclones de ternura,
brisas de cálidos abrazos
y caricias sin fin.

Paradoja del amor


Alguna vez,
aunque tarde,
mi verso debía decirte
lo que para mi has sido,
inseparable amor de mis pensamientos
y a la vez al que le hago llegar
mis palabras, sueltas,
juguetonas de vida,
mis versos más sentidos.

Paradoja de amar
de dos maneras diferentes,
no contradictorias,
sino compartidas
en una ternura insólita,
delicias de amar
entre locuras disímiles
y verdaderas.

Ayer tan cerca y hoy
¿porqué tan lejos?
Paradoja de quererte,
eres tan lejano,
tan inalcanzable.

Yo soy sólo un silencio
en tu recuerdo.

Paradoja del amor,
sentimiento incierto
que te lleva a flotar
entre las nubes o te desliza
a lo profundo del amor.

Mar de tristezas o alegrías,
de lágrimas o sonrisas,
de ilusiones y de quebrantos
que se fortalecen con la tormenta
y se quiebran con la risa.

Paradoja del amor,
eres el espejismo que da de beber,
eres el agua que no sacia la sed.

Única con el inaudito
poder de producir en el corazón
un ocaso y un atardecer.

Paradoja del amor,
eres el mantra de la humanidad,
sólo tú puedas hacer convivir
en una sola alma
dos sentimientos tan diferentes
como son la angustia
y la calma en un solo latido.

Tus recuerdos
arrancan sonrisas y lágrimas,
haces fuerte al más débil
y débil al mas fuerte,
sólo tú puedes desbordar de pasión
al más frío corazón.

Paradoja del amor,
tan volátil como una llama,
tan constante
como la salida del sol cada día.

Eres un vacío
que sólo puede ser llenado
con tu presencia,
tú mantienes la distancia,
yo me acerco muy despacio
y al sentirte cerca de mí,
la felicidad buscada se acerca,
me roza, me da alas al corazón
y me lleva con el viento hacia ti,
con mil jugarretas y piruetas
para que la paradoja del amor
llegue a su fin.