Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 7 de febrero de 2012

Enigma


Enigma, mutación de sombras que borra las máscaras misteriosas del mundo y me hundo estremecida y trémula entre tus brazos.
Búsqueda eterna, esfinge que emana fanal de luz y música, déjenme llegar a mi amado cruzando las aves del tiempo en azules fosforescencias del orbe todo.
Enigma del olvido, gota a gota dura más en terminarse el amor y tarda más en llegar a las dudas eternas.
Quiero estar contigo, ir hacia ti, en un fuego fatuo, despacio sobre la cinta del eco que me lleva a tu nuevo amor.
Enigma, dudas eternas, del amor que ahuyentan las redes sutiles del sueño.
¿Qué haces alma cuando en la niebla te pierdes y no lo encuentras?
¿Vives entre las cuerdas de las ansias?.
Tu presencia se diluye a lo largo de mi existir y este nuevo amor plácido y sereno, se acerca a mí en secreto, dándome momentos breves de fresca brisa.
Camino hacia él eludiendo vanas incógnitas, arcanos jeroglíficos, voy pura, libre, luminosa, ya que desde las distancias clama por mí.
¡Ya no más palabras encubiertas, traiciones con interrogantes!. ¡No más enigmas a la vera, ni piedras que pesan sobre mis morrales, sí puentes que me lleven al infinito, hacia ti, el ser que me ama!
Y corro y vuelo hacia las fronteras lejanas, al cobijo de su pecho que tiene todo el cielo con una hoguera de estrellas en su alma.

Decepción


Arranca de mí este impuro deseo de justicia que aun me turba, la mezquina insinuación de protesta que sube de mi cuando me hieren. No me duela la incomprensión ni me entristezca el olvido de los que amé.
Déjame que alcance mi verso perfecto y mi penetrante melodía para cuando mis labios no canten más,
Muéstrame posible tu Evangelio en mi tiempo, para que no renuncie a la batalla de cada día y de cada hora por el amor perdido.
Hazme fuerte, aún en mi desvalimiento de mujer, hazme inmune a todo poder que no sea puro, de toda presión que no sea la del amor sobre mi vida.
Muchas veces me tendré sólo a mi misma, dame el levantar los ojos de mi pecho con heridas al despertarme cada día.
Haz que haga de mi espíritu pájaro con alas al querer no sólo por como es sino como soy yo cuando estoy con él…
Mi amor navega por un horizonte infinito porque uno aprende a amar no cuando encuentra a la persona perfecta sino cuando aprende a creer en la perfección de una persona imperfecta.
Nadie supo entender, nadie comprendió que era un amor final, desesperado, ni intenté arrancarlo de mi lado cuando con duro corazón me hirieron.
Lloré tanto aquel día que no quiero pensar que el mismo sufrimiento, espero cada vez que en tu vida reaparece ese amor que al negarlo te ilumina. Tu luz es él cuando mi luz decrece, tu solo amor cuando mi amor declina.

Allá muy lejos


Allá muy lejos, tú el esperado, estás en lo lejano, eres dulce como un colibrí y la selva virgen, bajo el viento, te cobija, te ampara.
Quiero amarte tal como eres, mi alma afín y desde el instante en que me sienta amada desde tu inmensidad lejana, mi vida oirá tu canto y los bosques reverdecerán, los arroyos desbordarán de sus cauces, así como mis ojos que te sueñan embelesada se extasiarán ante el inesperado milagro y me volveré dulce y hermosa.
Allá muy lejos, el paraíso con aurora virgen, con nívea albura, con sones primeros nos espera en delicias de ternura.
Ya el crepúsculo nos envuelve y de los tiempos del alma yo te llamo a mi vida, a tu vida, con mi boca en tu oído, pero tú apenas lo percibes, estamos lejos, muy lejos.
Allá muy lejos, tú me esperas y mi espíritu se engrandece y en el recibir se alegra, en un virginal reflejo.
Vayamos tú y yo juntos como el viento, nómades del viento y transitemos por la expansión del Universo.
Pienso en ti esta noche y todos los días, no era pensarte con mi pensamiento yo sola, desde mí. Te voy pensando conmigo, exactamente, en el ancho mundo tuyo, allá tan lejos.
Allá muy lejos, detrás del horizonte, sé que tú me esperas, nadie puede encontrarse allí contigo, pero yo iré por el aire, con alas largas y leves y me posaré en ti con una red de caricias y encendidos ensueños que ni el alba desvanecerá.
Allá muy lejos, alumbrando nuestro paso nos encontraremos bajo cielos estrellados en las fronteras últimas de este mundo donde el amor se consumirá en una solitaria cita de dos, de besos y alas enlazadas…

Yo he de quererte


Aunque nunca mi cariño tenga el precio de tus besos aunque nunca mis palabras repercutan en tu pecho yo lo mismo he de quererte sin palabras y en silencio como quieren los que sufren, los que aman en silencio, porque te llevo dentro como si fueras un sueño como si todo lo tuyo se adormeciera en mi pecho.
Benditas son las noches que me traen tu recuerdo cuando a solas en mi cuarto sin mirarte yo te veo porque ese viaje inalcanzable que se llama pensamiento me persigue a todas partes para cubrirte de besos porque tú me has enseñado a quererte en silencio, sin palabras, desde lejos.
¡Qué de pesos inmensos, órbitas celestiales se apoyan, maravilla, milagro, en aire, en ausencia, en nada! ¡Sí las almas finales! ¡La tuya y la mía!, las almas que como alas sosteniéndose solas a fuerza de aleteo, desesperado, a fuerza de no pararse nunca, de volar, para encontrarse un segundo en el aire, en el aire de aquello que ya fue.
Sueño que quise vivir en silencio, tus manos de mi corazón se desprendieron, quisiste alcanzarme: mis besos huyeron a un jardín florido lejos del recuerdo buscando otro nido.
Mi vuelo incansable encontrón tormentas, también tempestades, pero estoy segura, ya viene la calma, sus besos me sueñan, sus manos me buscan ansiosas de amor con sed de caricias, luz en el horizonte me espera algún día, no quiere engañarme su mano en la mía, su mano en la mía...

Vivo ausente


Vivo ausente, estoy detenida en un concierto de otoño escuchando como los violines agitan un mar de hojas, esperando que tú llegues con tu sonrisa breve y feliz disipando para siempre las neblinas que me envolvían como un velo transparente, como tul de novia.
En un manto de estrellas en la noche de estío me encuentro entre tus brazos y vivo ausente del mundo que me rodea en un glisar de brisas, de ternuras intensas y hondas.
Vivo ausente, tú alumbras mis sueños con tu alada dulzura, vuelo hacia la dicha en horas venturosas.
Viajo en una carroza de sueños, vestida de lluvia y con un broche de ensueños que tú con tus manos pálidas pusiste en mi pecho.
Vivo ausente, contigo somos jinetes del aire, canto de lluvia y nostalgia, inventando alquimias.
Somos solitarios pensadores y en ráfagas de pensamientos profundos, afloran entre nosotros los poemas del hoy que esta mujer poetisa te entrega a ti, hombre único, inspiración y rumen de siempre.
Vivo ausente, en un idilio sublime que en geométricas figuras nos lleva en savia que renueva a un espacio donde las ansias de amar son quimeras de fuego y la espera que era como una tormenta que asolaba mi alma, se dispersó en el más allá donde se esfumen las perdidas calmas que asolan corazones sin amor.
Vivo ausente, feliz y plena, fundiéndonos de amor. ¡Qué paz de amor! En este hoy nuestro, ¡cuánto ayer se vive!, en este ahora mirándonos en una larga y profunda mirada vivimos esperanzas nuevas en un etéreo abrazo sin final.

Preludio


Preludio, comienzo de un amor, yo te reconozco entero, sendero tras sendero en la altiva luz de la aurora.
Inicio de emprender un querer como trueno que ilumina el cielo encapotado, como viento desatado en la montaña, fuerte, tumultuoso, desencadenado.
Preludio que nos llega hasta el alma como una obertura de compases musicales, sincopados, sincronizados que nos hacen vibrar entre espacios del tiempo.
Nuestro amor recién iniciado es como si el aura de cada uno rebotara bañado en vocales.
Preludio, palabra estrenada, que jamás se asomó a nuestro idioma cantado de preguntas, esa que se pronuncia en el aire de tu voz, como una respiración de flautas , un aire de vidrio , evaporada ,envuelta en brumas de magnolias.
Preludio, como signados por una profecía, nos unimos para vivir entre risas y cantos, el amor que esperamos desde el ayer lejano que se nos anunció entre señales de humo, desde lejos por valles y montañas.
Por este vivir, como entre ecos de nenúfares, nos damos enteros, uno al otro, entre te quieros y besos de pasión.
Preludio de poemas aún no escritos que entre letras de círculos juegan como la piedra arrojada al agua a expandirse en una esencia misteriosa y regresar a la lisura del papel que las espera.
No somos una quimera sin hoy, sin mañana, somos un incesante devenir de frenesíes y esperanzas…

Hojarasca de besos


















Se agitaban las hojas como en un mar de besos y en el concierto del otoño en la espesura del follaje se detuvieron los cantos y las risas.
Se disiparon las nieblas tristes del olvido y en la frondosidad de la zarza surgieron levitando los besos danzarines.
Hojarasca de besos, van y vienen, se elevan hacia el cielo y en rutilantes colores descienden hacia mí con místicos pudores.
Revolotean por doquier, deambulan en su movimiento constante pero vuelven por el mismo camino hacia el lugar donde se las espera .
El viento se las lleva otra vez pero del más allá en ráfagas inquietas y fugaces, se inclinan con sus besos.
Van y vienen en direcciones opuestas, bailan revoloteando y tratando de llegar a su destino final, danzan y se levantan presurosas buscando la luz, saliendo de las sombras.
Hojarasca de besos cruza los espejos del río, cantando vivamente para llegar a su amor que las espera con ansias.
El viento de otoño las vuelve hacia atrás, al lecho de aromas verde y perfumado, percibiendo los besos esperados.
Hojarasca de besos, las hojas bailan antiguas rondas junto a ninfas del bosque, mientras la tarde canta y ellas esperan el momento que con un gran remolino de viento las desplace, guiándolas ya casi a ciegas, encaminándolas al sol y al frescor del agua mansa, donde sus besos son esperados y deseados.
Un pájaro alza el vuelo y las guía, cambia su rumbo y caen en los brazos
temblorosos de la amada , que las hace revivir para nacer otra vez en el ciclo del tiempo envolviendo su amor con abrazos y besos en un instante suspendido en lo Eterno.

Caricias guardadas

Caricias guardadas, en lo más íntimo, en lo profundo de mí para ti, el amor que aguardo con todo mi corazón.
¿Llegarás algún día? ¿Lo verdadero y sentido existe?
Guardando para ti mis caricias sintiendo que las distancias nos apartan uno del otro.
Mis besos guardados para ti emergen volátiles hacia el éter y ya en suspiros los convierto porque pienso que en algún instante de mi vida podré llegar a ti ya que en mis sueños te siento junto a mí.
Estás aquí y tan lejos, me busco en tu mirada y no me encuentro.
Caricias guardadas, van en un camino desierto hacia ti y no las buscas, las guardé en el alba del mundo esperándote, para dártelas despacio con amor.
Toda tu ausencia estaba anunciada en tu presencia y mis caricias guardadas quedaron inmóviles sin poder hacértelas llegar para amarte y envolverte en mis besos.
Caricias guardadas que se las entregaré a las golondrinas del aire, con la esperanza de que lleguen a ti siguiendo las travesías de las nubes.
Caricias suaves, de amor intenso que como flautas prodigiosas acumulan día a día las redes de la música en hojas perfumadas que van hacia ti.
Caricias guardadas, sensuales, sensitivas, dulces, van en las ondas del mar, en nubes de sal sobre lirios de espuma hacia mi amor esperado.
Caricias guardadas que mi cuerpo te quiere entregar en un momento de gracia divina.
Quiero para ti el cielo, el mundo todo, que la felicidad te envuelva, aún sin que mis caricias te lleguen aunque existen, están en mí y te esperan…como agua de vida con todo el sabor de mi ternura.
Caricias guardadas que quedarán en mis sueños como preludio de besos que viajarán en ríos de esperanza hasta llegar a ti…

Invocación

Te invoco ¡oh Señor de la congoja! Aléjate de mí, déjame a solas, no quiero más tristezas i lluvia de lágrimas.
Busco la luz, te suplico, tengo sed de visiones, afán de mirar más allá de letanías y ruego por ansias de vivir entre esperanzas e ilusiones.
Soy peregrina de paso contra la mentira en pos de la verdad. Vienen como ráfagas memorias pasadas, elogios sin fe, retahílas truncas.
Despierta en mi espíritu la alegría de vida, adormece los tristes que inundan mi alma. No permitas que cuando parezca que he caído porque me han derribado sólo esté de pie un poco inclinada.
Que si alguien, a quien amo en demasía, me golpea muy fuerte, Sólo sienta la brisa del mar, el murmullo de la fuente serena.
Suplico con ansia, paz y calma y se disuelvan en la nada la pena, el desconsuelo, la aflicción.
Invoco la sintonía espontánea con mi entorno para nutrirme, entregarme, saber recibir y expresarme abiertamente.
¡Hoy quiero luz! ¡Aléjate desespero! Invoco el aliento profundo para continuar, la flor de la esperanza para seguir, para poder percibir la plenitud que nos rodea.
Suplico el camino sinuoso que nos lleva hacia el descubrimiento del …¡amor!
Hoy…me fui de lágrimas, ¡ ya no más ! Ruego el poder darme en el ir para llegar a ser un ser desprendido ligero y sin raíces. ¡Fluyen musitando las ideas! sobre todo las que se dan ,las que se quedan, se enredan, se hacen ovillos o madejas.
Ruego estar muy cerca de las señales, los signos, las casualidades, las suertes, los imprevistos… que nos dejan entrever el lenguaje Divino. Suplico que en vez de desesperarme, me congratule con lo que amo, con lo que quiero, ¡por siempre así!

Alquimia

 













Busco en mi yo íntimo, en la mina del amor donde tú has excavado y dejaste en mi céntrica felicidad todo lo que estaba buscando, pero ese misterio insondable no pude encontrarlo.

Y como ningún alquimista obtuvo aún el elixir, yo aún espero por el despertar de un deleite pleno y prolongado en el que sueño todas las noches porque en tu presencia mueren todas mis palabras.

Necesito de esa ciencia oculta para obtener una noche de estío, de apariencia invernal, porque tú mi amado anidas en mi pecho y un sendero de fuego me lleva hacia ti.
Busco una vana sombra de amor eterno y pido a Hermes me ayude a encontrarla sin tener que entregar a cambio mi bienestar, mi esfuerzo, mi honor y mi vida.

¡Crisopeya, te invoco!, debo hallar el tiempo de pensar y de reír también porque la risa es la fuente de poder más grande del mundo, es la música que hace vibrar el alma sin burlas ni sarcasmos.

Si la alquimia, ciencia oculta, buscaba la vida eterna, yo sólo necesito el poder dar, que es el secreto de la eterna juventud.
Yo a tí, te inventé con la alquimia de mis sueños, te vestí de imposibles, en tus pupilas inicié un poema que acarició levemente las páginas en blanco y en lo más alto entronicé tu imagen.
Eres el inaccesible, el esperado pero no llegado y por ti siento un deseo atávico que me induce a un loco y extraviado frenesí.

Te inventé en todas las formas, tus miradas, tus sonrisas, las encontré rielando en el espacio junto con tu voz, única, seductora, y yo te aspiro y te gozo, sin pronunciar jamás tu nombre.
Alquimia, ciencia oculta, crisopeya de lo que no se ha encontrado, pero yo igual te amo aunque no existas, no espero que aparezcas, ni que el roce de mi tacto te defina y sólo percibo el nítido esplendor que irradias aún careciendo de luz propia.
¡Sigue alumbrando mi vida!, no quiero que desaparezcas en la oscuridad, quiero que tu fina línea turbia que rodea tu pupila siga siendo un destello y que tu voz siga acariciándome con melodías de inmortales…