Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 17 de octubre de 2018

Para ti


No lo dudes


No lo dudes,
pero aquí estoy a tu lado,
a pesar de que ciertamente
los días, minutos, segundos,
pasan a escondidas
y como el humo se pierden ,
en un más allá los años.
Tú eres mi sueño,
vagas por mis ojos girando a toda música.
He regresado prontamente mirando pasar tu sombra,
Como un reverso de luz.
Donde nunca ha sido nada.
Por eso regreso aquí estoy sin arpas ni prodigios,
en una ceremonia de amor.
La vida ahora la miro
y la vivo sonriendo,
escribiendo estos versos donde la roca profundiza en mis raíces .
Tú me recibes en silencio,
en tus brazos cálidos y fuertes
y soy muy feliz
y mis ojos desorbitados te miran sólo a ti,
amor de mi alma, mi amante ausente.
Aquí estoy en tus labios,
tibios de amor y me transformo
en una llama que se enciende en tu cuerpo amado.
Aquí estoy y no te abandonaré más.
El amor es el más fuerte sentimiento que atraviesa el mundo entero.
El Universo unió nuestras almas para no separarnos más.
Vivir sin ti es imposible,
tu recuerdo esta tallado en mi corazón.
No quiero que me acose tu lejanía,
tus desvelos a mi lado se hacen invisibles,
tienes un esplendor de una noche de luces en la tierra
y sensual sensación de tu piel.
Aquí estoy junto a ti,
no lo dudes,
la luz de mis días , mis inquietudes, mis despertares junto a ti
laten cada instante.
Y en el espacio íntimo de tus labios, estoy yo sin dejarte de acariciar,
mimar, mecer entre mis brazos.

                                   “El arte de amar,
                                   es saber besar,
                                   acariciar y encender la pasión,
                                   es una gloria a alcanzar con plenitud.”

Profunda calma


Profunda calma,
mi alma a tu lado,
se anega de esperanzas
y mis ojos enamorados se abren con destellos
de cielos azules,
abriendo follajes,
mientras el sol recorre las largas avenidas
de tu voz de horizontes nostalgiosos.
Se mueven tus distancias
como alas batientes
para llegar con tu amor a colmar
mi corazón y mi respiro.
¡Qué dicha es sentirte cerca,
sin sonrojos corriendo por tus venas,
hasta mi cuerpo que tranquilo te espera
en mi cuenco sellado,
que es todo tuyo!.
Profunda calma,
de nuestro amor callado,
dejando firme hiedra en mí plantada.
En nuestras manos el amor como notas,
suben en números concordes,
desde tu pecho a mis ojos,
que anhelantes lo esperan siempre.
¿No sientes inmensas huestes de besos,
bandadas de ansias en tu alma,
de suspiros y de calma?.
Entre nosotros existen gozos,
besos y miradas,
esperados,
esperando.
Profunda calma,
entre los dos con cada abrazo
le nace un nuevo ser a otro abrazo.
El beso que se termina,
otro se pide así mismo
y en su dichoso expirar
se siente ya madurado.
No cerrar nunca las manos entre nosotros dos,
así no se agotarán las dichas,
ni los besos,
ni nuestro amor.
La vida nos la ganaremos siempre,
con nuestra profunda calma,
entre suspiros entrecortados
y risas silenciosas.
Vivimos tú y yo de milagros,
colmados de fabulosas palabras de amor,
sentimos la ilusión de que nada nos cuesta nada.
Que el hecho más sencillo,
el primero y el último,
fue querernos.
Nos amamos en una profunda calma,
tropezamos juntos con el cielo,
con un papel
o con nada,
ni aire,
ni tierra,
ni agua,
tan sólo nos amamos en este nuestro destino del Hoy.
“ Acude,
ven conmigo,
tiende tus manos,
los dos nos buscaremos
sin ninguna ansia errante”

Amor y deseo


Amor y deseo son separables,
el amor es profundo,
un misterio en la vida,
inalcanzable a veces,
el deseo es un acto de un momento tan sólo,
en el que dos seres se aproximan
y laten juntos con intensos deseos del éxtasis amoroso.
Cuando se está cerca del ser que amamos,
los abrazos son inagotables,
las caricias como pétalos de flor,
nos tocan con suavidad y ternura,
llevándonos con besos apasionados
a estar muy juntos en cada segundo.
Las manos y los labios nos hacen descubrir
el mundo del querer complacer y gozo.
Las voces se encuentran en un espacio,
del nido de amor
y susurrando  suspiros el deseo se acrecienta
para estar juntos,
muy juntos,
los cuerpos estrechándose sin fin,
mientras se van inasideros,
haciendo del amor un solo cuerpo posible y no dos.
Los que como el charum-meru,
en aborigen mujer ángel y hombre viril,
con cada abrazo,
le nace un nuevo ser a otro abrazo.
El beso que se termina otro le pide a sí mismo
y en su dichoso expirar le siente ya madurando.
¡Darme, darte, darnos, darse!
no cerrar nunca las manos,
no se agotarán las dichas,
ni los besos,
ni los años,
si no la cerramos.
Y cuanto más nos estrechamos,
más el deseo se aviva.
Temblamos por deseos deprimidos,
que vienen rápido,
por sendas de luz como de estrellas,
para volcarnos uno dentro del otro.
Amor y deseo,
pasiones y gozos,
felicidades exaltadas
y augurios plenos.
Con los besos,
con la pena y el pecho,
se conquistan en afamadas lides,
espacios de amor profundo,
donde cada beso perfecto,
aprieta el tiempo,
ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
“Estoy labrando tu amor,
lo tengo ya en mis labios,
te besaría ya más,
para tenderme  en tus brazos”